El almirante del Comando del Pacífico de EE.UU. Scott H. Swift recuerda que cada uno de los miembros del Ejército tiene la obligación de obedecer las órdenes del presidente.
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El almirante del Comando del Pacífico de EE.UU. Scott H. Swift ha asegurado que está dispuesto a lanzar un ataque nuclear contra China si el presidente Donald Trump diera la orden correspondiente.
El militar lo declaró este jueves durante una conferencia de seguridad celebrada en la Universidad Nacional Australiana después de los ejercicios militares conjuntos realizados por Washington y Camberra, informa 'The New York Times'.
Cuando un académico presente en la cita preguntó si Swift participaría en un ataque nuclear contra China la semana próxima en caso de que Trump lo ordenara, el almirante respondió con claridad: "Sí".
Asimismo, Swift afirmó que el Ejército debe ser leal al comandante en jefe y obedecer sus órdenes. "Cada miembro de las Fuerzas Armadas de EE.UU. prestó el juramento de defender la Constitución de todos los enemigos extranjeros y nacionales y de obedecer a los oficiales y al presidente de EE.UU. como comandante en jefe", recordó el almirante. A su juicio, ello es "la esencia de la democracia norteamericana".
"En el momento en que tengamos a los militares alejándose del foco y de la lealtad al control civil, realmente tendremos un problema significativo", resumió Swift.
Los citados ensayos militares conjuntos de EE.UU. y Australia fueron monitoreados por un buque espía chino clase Dongdiao tipo 815 cerca de la costa del estado ade Queensland el pasado sábado, lo que luego fue calificado por el diario estatal 'Global Times' como "solo el comienzo de las futuras operaciones" de Pekín en aguas occidentales.
Intercepción de un avión espía de EE.UU. por dos cazas chinos
El pasado domingo un avión espía EP-3 de la Marina de EE.UU. fue interceptado en las aguas del mar de la China Oriental por dos cazas chinos armados J-10, que se aproximaron peligrosamente a la aeronave de reconocimiento norteamericana.
Según los oficiales de EE.UU., la maniobra estuvo a punto de causar una colisión y forzó al avión norteamericano a cambiar de rumbo. Por su parte, Pekín calificó la interceptación de "legal, necesaria y profesional" y criticó las "peligrosas" acciones militares de Washington en la región.
TOMADO DE RT