I
Ven
ebria
de soledad
a mis
brazos
II
Ven
sedienta
como
un cascabel
mudo
de sonidos
III
Ven
vacía
como un cántaro
roto
por la eternidad
IV
Ven
y
grita mi nombre
en la
insondable noche
del olvido
y la muerte
V
Ven
y
búscame
entre
la multitud de ángeles
que
habitan en tus sueños
Domingo Acevedo.
Foto tomada de la red.