TU VOZ,
CANTO QUE NO CESA.
Tu voz
regresa de la pena en una lágrima
tu voz
que
resplandece como un rayo en su breve eternidad
que de la
sangre brota como un unicornio de cristal
cabalgando
en la noche de tu agonía
hacia los
bosques fabulosos de la esperanza
en donde tu
vida herida por la ausencia
se escapa
sin remedio al hastío
campanario
de agua que ilumina de mariposas tu sonrisa
enredadera
de luna llena en las noches mas frías del olvido
allá en las
lejanas praderas de la soledad
detrás del
espejo
tu cuerpo
yerto
tus ojos
que miran asombrado al mundo perdido
tu voz
canto que
no cesa
bandera
victoriosa del olvido
que por
siempre en el viento ondea
Poema
dedicado al inmenso Miguel Hernández.
Domingo
Acevedo