En ese sentido no estoy, ni estaré
de acuerdo jamás con las ejecuciones sumarias, ni con los linchamientos.
Toda persona es inocente
hasta que no se demuestre lo contrario y tiene derecho a un juicio justo, oral
y contradictorio.
En ese sentido no estoy, ni estaré
de acuerdo jamás con las ejecuciones sumarias, ni con los linchamientos, pero
me pondría de acuerdo con lo que plantean algunos hipócritas, de que la
sociedad ante el auge de la delincuencia haga justicia con sus propias manos.
Estoy de acuerdo si se
empieza por los funcionarios corruptos y ladrones que tenemos en este gobierno,
por los asesinos y represores que se esconden detrás de sus uniformes policiales
y militares, por los jueces venales que venden sentencias a narcotraficantes,
delincuentes, corruptos y criminales, contra los diputados y senadores que
legislan contra el pueblo y han hipotecado al país, contra los empresarios
especuladores y contrabandistas.
Si la sociedad empieza a
hacer justicia contra ellos, yo estaré en primera fila.
Domingo Acevedo.
Abril/14