martes, diciembre 09, 2025

La poesía china de hoy

 mayo, 2018

Un país mental. 100 poemas chinos contemporáneos reúne 108 poemas de 19 poetas chinos contemporáneos, entendiendo por contemporáneos a los autores nacidos al menos una década después de la fundación de la República China y cuya producción está marcada, en relación a la milenaria tradición anterior, por nuevas maneras de expresar lo poético. Si bien el tema del budismo continúa apareciendo, se manifiestan en su mirada  nuevas referencias, como el hermetismo, el absurdo, un marcado surrealismo, los modos coloquiales o las tradiciones extranjeras.


 La poesía china de hoy

/ por Gabriel García-Noblejas Sánchez-Cendal /

Las traducciones de la poesía china contemporánea van aumentando en cantidad y calidad a medida que avanzamos por el siglo. En 1962 del siglo pasado, apareció la Segunda antología de la poesía china en Alianza Editorial, excelente antología de Marcela de Juan que se reedita constantemente y que, aunque abarca toda la historia de la poesía china, no deja de seguir ofreciéndonos un puñado de poemas de mediados del siglo pasado firmados por el propio Mao Zedong.

Hace no mucho, apareció en España La niebla de nuestra edad. 10 poetas chinos contemporáneos (Revista Ficciones, 2007), una excelente separata preparada por Javier Martín Ríos y Fan Ye donde encontramos, muy bien representados, a diez poetas del período post-maoísta, es decir, poetas que han publicado entre los años ochenta y la actualidad. Al susodicho Javier Martín Ríos debemos igualmente una antología excelente de uno de los poetas mayores de la poesía de los noventa en ChinaGu Cheng, antología que se editó y comercializa solamente en la República Popular de China en edición bilingüe (Poemas oscuros: Antología de Gu Cheng, 2014). Y no han faltado las publicaciones de algunas buenas selecciones, pero breves, dedicadas a dos autores principales de la poesía joven del período que nos ocupa, del período «aperturista»: dos poemas de Bei Dao que tradujera Manel Ollé al catalán (Renditions, 2014) y los de Haizi y de Gu Cheng que publicara Revista de Occidente en 2009 («Dos poetas chinos contemporáneos»).

De todas ellas, la publicación más completa y mejor es sin duda la que hoy presentamos, pues es la que abarca la mayor cantidad de poetas, la que presenta una más extensa variedad de poemas y la que explica quizá más profundamente, en un prólogo inmejorable, la variedad y evolución de la poesía china desde los años 80 hasta el presente. El excelente trabajo de M. A. Petrecca cubre así un vacío que el lector abarcará mejor si lee también la antología de Gu Cheng preparada por Javier Martín Ríos antes citada, pues faltan en el trabajo de Petrecca los poemas de dicho gran autor chino.

Un país mental no sólo destaca por abarcar muchos años de poesía china reciente (desde los 80 hasta hoy), sino también por ofrecernos un prólogo breve pero profundo en el que el autor va tejiendo esa red de redes que es la historia de un momento cultural determinado, red hecha con hilos de política y cultura, de cultura y mercantilismo, de mercantilismo y revistas literarias fuera del mercado; en el que se menciona y explica la importancia de las revistas que impulsaron todos los movimientos poéticos chinos que llegan hasta hoy, como son Jintian/Today y Ellos/Tamen. De ellas partieron los diversos grupos poéticos que se desarrollaron o murieron, que engendraron nuevos grupos y tendencias o no. Así es como llegan a nuestras manos poemas de la generación de los «Poetas oscuros» o «Poesía de la niebla», de la generación posterior (los «Poetas coloquiales») y del grupo más reciente que conforman los poetas de «Poesía de cintura para abajo».

China se abrió al mundo tras la muerte de Mao y el ascenso al poder de Deng Xiaoping (1978 en adelante). La poesía de aquellos tiempos de apertura ideológica general en China (años 80 y 90) fue la piedra angular de la literatura de entonces. Dicho de otro modo: la poesía fue mucho más importante que la novela, el relato o incluso el ensayo, a pesar de que fueron tiempos de intenso debate sobre el pasado y el presente cultural de China. Fue, pues, la poesía, el discurso que tuvo mayor acogida por parte de las élites intelectuales (entonces, una minoría ilustrada en un país aún agrario), el discurso que de algún modo conjuntaba mejor y expresaba con más fuerza la voz de los jóvenes artistas y los intelectuales (es decir, universitarios), la voz de los jóvenes de mentalidad más abierta al cambio en general. Era una poesía, por lo demás, hermosa, loca y rimbaudiana, pues aspiraba a cambiar el mundo con el canto.

La poesía ―sobre todo de los 80 y 90― contó con dos aliadas en aquella revolución de las artes: la nueva pintura china, que era igual de libre y contestararia que la poesía, y, sobre todo, con el rock. Las tres fueron, sin duda, las tres palas de la hélice que impulsó la renovación cultural de la China que nos ha llegado hasta hoy.







 

Yin Lichuan  (1973)

El viejo Zhang, trabajador jubilado

Cuando abre los ojos, en el cielorraso
hay un clavo. Lo mira durante diez minutos.
Apenas abre los ojos, ve ese clavo, en el cielorraso:
así durante diez años.
Hace diez años ese clavo estaba en el cielorraso,
no en su ojo.
Entonces, apenas abría los ojos iba a trabajar, ―no, antes al baño.

 Ahora no va a trabajar, no tiene apuro para ir al baño, por eso se despierta
y sólo mira el clavo. El clavo cae y entra en su ojo izquierdo.
Perdió el ojo izquierdo, ya no ve el clavo. El ojo derecho está bien
pero tampoco ve el clavo. Porque en el cielorraso ya no está el clavo.

En el cielorraso hay un agujero, igual que en su ojo izquierdo
hay un agujero. Así que el agujero en el cielorraso
lo ve con el ojo derecho. Va a pasar un largo rato mirando ese agujero
hasta que suene el despertador, y el día empiece a clarear.






 

He Xiaozhu  (1963)

El último día de julio

Viento

Al cruzar la puerta es todo viento,
viento que tironea debajo de tu ropa.
Es tu primera vez en una ciudad de la meseta.
Sientes el viento que tira de tus pies
y tienes miedo que detrás de la ciudad haya un abismo.
Las ciudades de la meseta
como granos de arena sobre un papel
tiemblan en el viento

Ríos

En las montañas de mi pueblo hay muchos ríos:
corren entre barrancos profundísimos
y muy pocas veces el ven el cielo
En esos ríos no hay velas de altamar
ni canto de marineros que atraiga a las gaviotas:
Hay que pasar cien montañas mil cordilleras
para llegar a escuchar su rumor
Hay que cortar un gran árbol y hacer una balsa
para atreverse a navegar en esas aguas
Ahí hay lugares que nunca nadie conocerá:
la libertad sólo pertenece a las águilas
Los ríos se desbordan en época de lluvia,
el viento de la meseta arrastra piedras gigantescas
y la arcilla tiñe el agua de rojo
como si brotara sangre de la montaña
Sólo en medio de la quietud puede verse
cómo las venas de la meseta se hinchan
Los hombres que viven en sus orillas
probablemente nunca lleguen a conocerse
pero si vas a cualquier lugar de mi provincia
puedes escucharlos hablar de estos ríos
como si hablaran de sus dioses.







Han Dong (1980)

Solsticio de invierno

Alguien quema fajos de papel en la calle:
es solsticio de invierno otra vez
Las llamas iluminan los árboles de las veredas
los vivos se transforman en sombras
para acercarse a los muertos
Al costado de la calle, al pie de un muro,
en el patio donde vivieron los seres queridos
la pérdida y la culpa nos dejan presentir otro mundo
tan oscuro como este mundo
tan flexible y cálido como las llamas

CUADERNO DIGITAL DE CULTURA.

Siria, la revolución de las barbas recortadas.

 


Finalmente, solo se trataba de recortarse las barbas, ponerse un traje y ajustarse el nudo al cuello, de la corbata se entiende, para que todo fluyera con armonía, para que los terroristas que desde 2011 asolaron Siria sean recibidos en los puntillosos salones de Occidente como verdaderos lacayos. (Ver: Siria, la nación amancebada.)
Por lo que sus acciones, que parecían venidas de los fondos de la historia, han sido olvidadas. Quién recuerda ahora que los funcionarios que acompañan al presidente sirio Ahmed al-Sharaa, sean los muyahidines que seguían al emir de Hayat Tahrir al-Sham (HTS), antes Frente al-Nusra, tributario de al-Qaeda, Abu Mohammad al-Golani. De hecho, los que mascaban corazones enemigos frente a las cámaras, asesinaron a miles de personas, por no adorar a su modo al mismo Dios; los que violaron a miles de mujeres; incorporaron niños a sus filas, a los que incluso sus comandantes mantenían como esclavos sexuales. Los que literalmente ponían a arder en jaulas a sus enemigos mientras los filmaban, con calidad hollywoodense. Como lo hicieron con el piloto jordano, Moaz al-Kasasbeh, derribado en al-Raqqa, en el norte de Siria, el tres de enero de 2015. Estos mismos que transmitían en vivo decapitaciones masivas, o destruyeron el yacimiento arqueológico de Palmira, que, con sus cuatro mil años de antigüedad, había sido declarado en 1980 patrimonio cultural de la humanidad.
Estos feroces muyahidines que hoy combinan los colores de sus corbatas con costosos trajes y camisas consienten que su enemigo sionista que incorporó definitivamente las alturas del Golán, que tomó en 1967 y unilateralmente las incorporó de manera definitiva en 1980, sino su avance sobre las “zonas de amortiguación desmilitarizadas”, unos doscientos cuarenta kilómetros cuadrados, que desde entonces estaban bajo custodia de la Fuerza de las Naciones Unidas de Observación de la Separación (FNUOS).
Por lo que no deja de ser paradójico que el nombre de guerra del presidente al-Sharaa haya sido por tantos años al-Golani, “del Golán”. Lugar del que su familia era originaria y del que fue expulsada en los primeros años de la ocupación sionista.
A un año vista de la caída del presidente Bashar al-Assad, la República Árabe Siria, poco a poco, parece, desde el exterior, ir normalizándose después de catorce años de guerra. Aunque en su interior las sombras de un emirato se levantan a imagen del califato que el Daesh había establecido a caballo de la frontera Siria irakí entre 2014 y 2019.
Ya que las hordas de al-Golani continúan con sus matanzas contra las minorías religiosas del país, principalmente los alauitas, a los que adhería la familia al-Assad, aunque también lo sufren los drusos, los chiíes, sunitas moderados y cristianos. (Ver: La descomposición de Siria)
Ya se sabe que, para los muyahidines, cualquiera que no sea estrictamente sunita wahabita, es pasible de ser considerado kafir (hereje), por lo que deberá pagar las consecuencias de su “culpa”.
Como ya hemos visto en marzo de este año, milicias paramilitares sunníes del régimen de al-Golani asesinaron a miles de miembros de la comunidad alauita en las regiones costeras y occidentales del país.
Por lo que, hasta las Naciones Unidas, tan renuente a condenar crímenes cuando no son cometidos ni por Rusia, Irán, China, Cuba, Venezuela, Corea del Norte, Hezbollah, Hamas u Houthies, reconoció las matanzas, en las que familias enteras alauitas, fueron exterminadas por los esbirros del emir al-Golani.
Mientras que, entre abril y julio pasado, grupos de autodefensa chiíes-alauitas y también drusos enfrentaron a las fuerzas del actual gobierno que, junto a clanes beduinos sunitas, atacaron al-Sweida, la capital de la Siria drusa. Como ya había sucedido en algunos suburbios de Damasco, en Latakia y otras zonas costeras. En todos estos escenarios se produjeron intensos combates, donde no faltaron ataques con artillería liviana contra barrios populares donde se concentran las minorías perseguidas. Dejando miles de muertos y heridos y miles de desplazados. (Ver: Siria: La escalada incesante).
Mientras que más allá de los acuerdos firmados a finales del año pasado con los kurdos, que controlan el noreste del país, las tensiones continúan.
¿Hacia el Emirato Islámico Sirio?
Quizás suene exagerado hablar sobre la construcción de un emirato en la actual Siria, con tantos amigos occidentales. Aunque por sus acciones se puede sospechar que se marcha hacia una dictadura de corte fundamentalista. A un año exacto de su entrada victoriosa a Damasco, ha convertido en enemigo a cualquier disidente, entendiendo esto a todos los que no responden a su manera de interpretar el Corán. Que, a diferencia del Emirato Islámico de Afganistán, los sirios o lo que fueran, triunfaron gracias a los Estados Unidos, mientras los talibanes lo hicieron derrotándolos. Por lo que, en "homenaje" a tanta solidaridad de Washington, al-Sharaa, el pasado noviembre, se ha convertido en el primer presidente de su país en visitar Washington desde 1946. Lo que Trump premió con la promesa de un pronto levantamiento de las sanciones que se habían establecido contra su país durante el gobierno de los al-Assad.
Además, el exterrorista se reunió a lo largo del año con el emir de Qatar, Tamim bin Hamad al-Thani, el presidente francés, Emmanuel Macron, y el canciller alemán, Friedrich Merz, entre otras figuras de relevancia occidentales y aliadas del mundo árabe.
Tanto sometimiento hasta ahora no ha redundado en ningún beneficio para reactivar la economía que ellos mismos se habían encargado de demoler a lo largo de estos casi quince años. Ni siquiera las monarquías del golfo Pérsico, que tanto invirtieron a su favor durante la guerra, ni parecen muy decididas a hacerlo en la paz. Por lo que los proyectos de inversiones para el desarrollo y la reconstrucción continúan en el plano “espiritual”. Según estudios del Banco Mundial, solo la reconstrucción de las áreas dañadas, sin hablar de la modernización de las áreas históricamente postergadas, superaría los 216 mil millones de dólares.
Lugares como el campamento palestino de Yarmouk, antes de una constante e intensa actividad comercial, siguen inactivos, ya que tanto la mayoría de las viviendas como sus locales comerciales han sido destruidos. Mientras los miles de antiguos residentes retornan desde la caída de al-Assad, después de huir tras los ataques de 2018. Ahora no encuentran dónde establecerse, ya que toda la zona ha sido tomada por bandas armadas, que trabajan un poco para el nuevo gobierno y mucho para su propio beneficio.
En este desorden impuesto por los capitanes de al-Golani, devenidos en funcionarios, parecen no entender su nuevo rol. Por lo que continúan sus operaciones de limpieza étnica y religiosa, al tiempo que las muertes por venganza siguen a la orden del día.
Más allá de lo que se cuece en el interior de Sira, donde podría estallar, al estilo de Irak, una guerra entre las facciones. Aunque una Siria sin al-Assad, en el contexto de la solución final de la cuestión palestina por parte de Israel, junto a la invasión a Líbano y la destrucción de Hezbollah, parece calmar el históricamente agitado Medio Oriente. Donde queda solo Irán como el único factor de resistencia a las intenciones norteamericanas-israelíes sobre toda la región, donde las barbas recortadas parecen estar poniéndose de moda.

Las últimas horas se Caamaño y sus 8 compañeros de armas.



Hicieron un cerco estratégico y varios cercos tácticos. Esa noche al prepararnos para romper los cercos Caamaño ordenó abandonar todo lo que no fuera imprescindible, hamacas que nadie usaba, latas de avena y otros. Hermann dejó también un cuaderno de notas de un diario que hacía en secreto, lo que estaba totalmente prohibido en esta etapa de la guerrilla. Rompimos los cercos, caminamos toda la noche y nos alejamos más de treinta kilómetros de los militares. Pasamos el día 9 vigilando, descansando, estudiando los mapas, planeando donde encontrar comida
enlatada y oyendo los noticiarios radiales, cuando oímos con sorpresa nuestros seudónimos en las noticias. Caamaño nos cuestionó a todos y nadie se explicó cómo pudieron llegar a las noticias.
Las latas no encontradas en el enterramiento, eran vitales para trasladarnos sin hacer contacto a un área entre San Juan de la Maguana y Padre las Casas, al norte, en la Cordillera Central, donde nos esperaba parte del aparato militar que había sido creado en el PRD y que por presión de los norteamericanos Bosch había sacado de ese partido. Fuimos en tres días durante las noches a varios poblados en la Cordillera Central y estaban abandonados. Los militares estaban en todas partes y los oíamos hablar, así nos enteramos que cuando dejamos artículos para romper los cercos fueron encontrados, entre estos una libreta con un diario guerrillero. Caamaño nos reunió y dijo: “solo tú Freddy (Hamlet Hermann) eres capaz de violar las prohibiciones de escribir, perderlas y luego mentir. Dijo que tomaba notas para la historia. Caamaño y Lalane le interrogaron sobre las informaciones que pasó a los militares con sus apuntes y luego lo amonestaron fuertemente.
Encontramos de noche maíz seco regado en el camino, aconsejé que recogiéramos todo el que fuera posible, el maíz es un buen alimento. Llegamos a media noche a la carretera Ocoa-Constanza al norte del cruce de Alto Bandera y caminamos hacia el sur y luego acampamos. Al amanecer del día 14 estábamos a cuarenta metros de tres helicópteros, nos internamos mas entre los árboles, y Caamaño mandó a Galán y a mí a explorar al sur y paralelo a la carretera durante cuatro horas. Vimos a lo lejos varias edificaciones algunas grandes, creímos por los mapas y algunas señales que al sur habría comida más cercana.
A las 07:00 pm, salimos después de un rodeo por la carretera hacia el sur bajo una llovizna y mucho frío y nubes bajas, exploramos varias casas y otras edificaciones, estaban abandonadas. Caminamos más deprisa y separados por las emboscadas y el clima frío y lluvia. Lalane herido y Payero se fueron quedando atrás, y yo como enfermero debía acompañarlos. A eso de las doce de la noche, vimos por los relámpagos a Pérez que nos esperaba junto al camino en la fuerte lluvia y nos guía hacia una pila de restos de madera de un aserradero, donde protegidos del viento y con una pieza impermeable los compañeros habían hecho una fogata sobre cemento. Nos calentamos y cocinamos hasta que el agua a raudales lo inundó todo. Entramos al bosque acampamos y dormimos bajo la lluvia a menos de 2 grados centígrados. Al amanecer entre nubes el día 15, nos dimos cuenta que estábamos entre miles de militares y decenas de vehículos transitaban con ellos. En la noche habíamos pasado por varias emboscadas bajo la lluvia.
Los errores
Cocinamos entre las nubes a 2300 metros de altura, pasamos el día descansando y a las 09:00 pm, salimos al sur con agua a las rodillas. Cuando íbamos hacia la carretera y a unos cien metros de la misma, Hermann y Holguín hablaron alto y la vanguardia, Galán y Pérez, fueron tiroteados por una emboscada que no dejaba de disparar. Caamaño ordenó que Payero, Holguín, Hermann y yo bordeáramos por el sur a los que disparaban hasta que llegáramos a la carretera y contraatacáramos para que la vanguardia pudiera salir de la trampa.
Acordé cruzar la carretera y atacar desde atrás en dos minutos. Lancé una granada y al explotar salté en ráfaga sobre la emboscada, reaccionan, me disparan y vuelo a la zanja lateral de donde salí. Eran muchos y solo les disparé yo. A 300 metros, cientos o miles disparaban al aire. Cuando terminaron los disparos crucé de nuevo la carretera y encontré reunidos a los compañeros, Galán y Pérez salieron ilesos. Pero estábamos descubiertos; desde La Cienaguita hacia diez días habíamos evitado el contacto con los militares. A la emboscada, llegaron varios vehículos a transportar las bajas e informarse. Al haber hecho contacto Caamaño decidió como propaganda armada emboscar un camión de los que en el día habíamos visto transportando más de veinte militares cada uno. Tomamos posiciones y destruimos el camión a media noche. La retirada fue a monte traviesa en la oscuridad y lloviznando. Al amanecer con las primeras claridades todo el suelo se veía blanco, estaba congelado. A las 8:00 am del día 16 paramos, no podíamos seguir caminado de día, había muchos militares.
Combates mortales
A las 10:50 am, estando yo de guardia me dejo sorprender y un primer disparo me roza la cara y se inició el combate, detengo el avance de los militares, que nos atacan también con granadas de mano y M-40, hasta que se retiren mis compañeros. Lalane es herido grave por una granada y le ayudan a retirarse Galán y Holguín, al no poder ranear por las heridas, se levanta un poco y recibe dos balazos en el tórax, muriendo les ordena que se retiren que él aguanta a los atacantes. En ese sitio soy el único que está disparando y cuando Payero que es el penúltimo desaparece, me retiro con el apoyo de dos tiradores nuestros y encuentro a Payero herido, mientras le ayudo una granada explota sobre mi mochila me hiere leve en la cabeza y fuertemente en la espalda. Son Caamaño y Pérez que salieron primero y desde una altura disparan para ayudarnos en la retirada. Llego de último donde me esperan cuatro compañeros, estoy luchando por respirar cuando oímos en medio de la balacera y las explosiones gritar: “teniente aquí hay un muerto”. ¡Me sané! pregunto, ¿quién es el muerto? Y Galán me responde es Eugenio y pregunto por Román y Armando (Caamaño y Pérez). Son los que combaten en retirada a unos cien metros de nosotros. Las explosiones decrecen y Galán ordena ir al punto de reunión que Caamaño indicó. Llegamos y no están. Nos desplegamos a esperarlos. Minutos después, los militares rompen la disciplina de combate y comienzan a vocearse de un grupo a otro, que hay dos muertos y Caamaño capturado herido. Galán ordena retirarnos a una mejor posición ya que sabemos por la voceadera donde está la mayor concentración de los más de diez mil militares que nos combaten.
Caamaño es capturado herido en varias partes, ninguna mortal, por el pelotón al mando del teniente Raúl Almonte LLuberes, quien lo entrega al coronel Carlos Castillo Pimentel, que tenía orden de asesinarlo. No lo hace y lo lleva vivo bajo su custodia y la del teniente José Almonte Castro al alto mando en la carretera: generales Ramón Jiménez Reyes, Enrique Pérez y Pérez, Juan Beauchamps Javier y Ramiro Matos Gonzales. Jiménez informa por radio teléfono al presidente Joaquín Balaguer, y este ordena castigar a Castillo Pimentel y los llama a una Junta de Gobierno. Todo el que oyó las comunicaciones sabe lo que está pasando, Cuba las grabó casi todas. En la junta, en el Palacio de Gobierno, acuerdan anunciar la muerte de Caamaño por sus heridas en combate.
Caamaño es prisionero desde las once y minutos de la mañana. Regresa el alto mando horas después, y al atardecer del 16 de febrero de 1973, el coronel Héctor García Tejada sale del alto mando y organiza y dirige el asesinato. Caamaño al entregar su grandiosa vida grita: ¡viva la República Dominicana! Eran las 05:47 pm, cuando los que nos perseguían, disparan al aire en una balacera que nos pareció interminable, comenzó por la carretera pasó entre nosotros y se perdió en la distancia y supimos que estaban celebrando el asesinato de Caamaño. La balacera nos informó donde los cercos tácticos y estratégicos eran débiles o inexistentes. Dos horas y media después evadimos los cercos, acampamos a las nueve de la noche e intercambiamos informaciones y analizamos lo sucedido; habían muerto tres compañeros y tres estábamos heridos. A las diez de la noche oímos en un noticiero radial anunciar la muerte de Caamaño en combate. Habían asesinado al Patriota más grande del Siglo XX, y la reserva moral y revolucionaria más importante de República Dominicana: Francisco Alberto Caamaño Deñó.
Texto: Claudio Caamaño
Foto: Claudio y Francisco Alberto Caamaño

El caracol volcánico, tiene caparazón y patas de hierro y vive junto a fumarolas que superan los 400 °C.



En el océano Índico existe un caracol que habita respiraderos hidrotermales activos. En esos puntos, los fluidos volcánicos pueden alcanzar más de 400 °C, aunque el animal permanece en zonas donde la mezcla con el agua profunda reduce la temperatura y permite la vida en condiciones extremas.
Su caparazón tiene tres capas y la externa contiene pirita y greigita, minerales de hierro formados en las chimeneas submarinas. Las patas están cubiertas por escamas hechas del mismo material. Ningún otro animal conocido incorpora compuestos metálicos pesados en su cuerpo de esta manera.
El Scaly-foot Snail (Chrysomallon squamiferum) vive a profundidades entre 2.400 y 2.900 metros. Tolera presiones enormes y depende de bacterias simbióticas que transforman los compuestos químicos del respiradero en energía. Esta relación le permite sobrevivir en un entorno sin luz solar y con variaciones térmicas y químicas que eliminarían a la mayoría de los invertebrados.
La especie solo existe en tres puntos del océano Índico y está clasificada como En Peligro debido a la minería en aguas profundas. La preservación de estos respiraderos es esencial para evitar su extinción.

BREVE BIOGRAFÍA DEL MÁS GRANDE DE LOS INTELECTUALES DOMINICANOS DEL SIGLO XX. PEDRO HENRÍQUEZ UREÑA



Nació en la ciudad de Santo Domingo, 29 de junio del 1884 y falleció en Buenos Aires, capital de la República de Argentina, el 11 de mayo de 1946. Escritor y humanista dominicano. Hijo de la poetisa Salomé Ureña de Henríquez, ha sido una de las figuras más sólidas y estimables de la cultura dominicana. Su vida literaria empezó a los catorce años, con la publicación de una colección de poemas titulada Aquí abajo. En 1901 se trasladó a Nueva York a cursar estudios universitarios. De aquella ciudad pasó a La Habana, Cuba, donde en 1905 publicó su primer libro, Ensayos críticos, para pasar luego a México, donde permanecerá entre 1906 y 1913.
En 1914 volvió a la capital cubana, donde publicó un estudio acerca de Hernán Pérez de Ayala. Entre 1915 y 1916 residió en las ciudades de Washington y Nueva York, donde en 1918 publicó Las nuevas estrellas de Heredia. Durante este último año ingresó en la Universidad de Minnesota, en la que se mantuvo como docente hasta 1921. Durante estos años viajó a España en dos oportunidades y estableció contacto con Ramón Menéndez Pidal, quien escribió el prólogo a Versificación irregular de la poesía castellana, su tesis doctoral presentada en Minnesota.
De Estados Unidos salió hacia México, donde participó activamente de las políticas adelantadas desde la Secretaría de Educación por José de Vasconcelos. Allí ejerció la docencia universitaria y fue director general de Enseñanza Pública en Puebla. En 1924 se trasladó a Argentina, país en el cual residiría hasta su muerte, con una pausa entre 1931 y 1933, cuando atendió el llamado del presidente Trujillo para que se hiciera cargo de la dirección de Educación, labor en la que decidió no permanecer. Durante este período ocupó una cátedra en la Universidad. En Argentina fue catedrático en las universidades de Buenos Aires y de La Plata. Murió en 1946 mientras se dirigía en tren hacia esta última ciudad a atender sus compromisos académicos.
Erudito de tipo moderno, preocupado por la corrección y la pureza del lenguaje, y enamorado de los clásicos griegos, latinos y castellanos, apenas escribió obras de imaginación, como el cuento La Sombra, el poema dramático El nacimiento de Dionisos y algunas poesías más, dentro del tono y ambiente del modernismo. Su limpieza literaria corrió parejas con su limpieza espiritual: por caminos opuestos a los de su hermano Max, se alejó pronto cuanto pudo del dictador Trujillo.
Fue filólogo y un ensayista de verdadera altura, apasionado por la sencillez del lenguaje, que procuró limpiar de barroquismos hasta llegar en ocasiones a la sequedad. A este respecto, son fundamentales sus estudios titulados Corrientes literarias en la América hispana; Seis ensayos en busca de nuestra expresión; Ensayos críticos (1905); Horas de estudio (1910); Mi España (1912); La versificación irregular en la poesía castellana (1920); La cultura y las letras coloniales en Santo Domingo (1936); El español en Santo Domingo(1940); Plenitud de España (1940), y su obra póstuma: Historia de la cultura en la América Hispánica(1947).
Son de verdadera importancia sus ensayos sobre Juan Ruiz de Alarcón y sobre Hernán Pérez de Oliva, así como su recopilación de Romances de América (1913), en la que recoge los romances españoles que todavía se recitan o cantan en la República Dominicana. Nuestro autor es una figura ilustre de las Letras de la América española.

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