Las autoridades Haitianas
presionan a las autoridades Dominicanas por el problema migratorio, pero no
asumen el compromiso que tienen con su pueblo de sacarlo del atraso en que viven
y llevarlo por el camino del progreso y el desarrollo.
Es cierto que este gobierno que
tenemos en el país y con el cual no me identifico por abusador y corrupto, cometió
el error, pienso adrede de quitarle la
nacionalidad a todos los hijos de haitianos nacidos después del 2010.
Pero esa acción ya fue enmendada
y nuestro gobierno tiene la obligación de reconocer que son dominicanos todos
los hijos de haitianos que nacieron en nuestro territorio después del 2010, sin
importar su estatus migratorio y devolverle la nacionalidad a todos aquellos
que de manera abusiva e ilegal se les quito.
A nosotros como país nos asiste
el derecho de regular a todos los inmigrantes que viven de manera ilegal en nuestro
territorio, pienso que esos países que nos critican porque queremos poner orden
en la casa, lo que tiene que hacer es solicitarle al gobierno haitiano una cuota
de nacionales de ese empobrecido país para quitarle un poco de presión y los países
desarrollados que tienen una deuda histórica con Haití, buscar la manera de invertir en cuestiones que
son básicas para desarrollar a cualquier nación, como es el caso de la educación,
la reconstrucción, la eliminación de la pobreza extrema, la institucionalidad,
la agricultura etc. Sin que los fondos vayan a parar a los bolsillos de los
funcionarios corruptos de ese país, como ha pasado en los hechos.
Más de lo que ha hecho la
Republica Dominicana por Haití no puede hacer y Martelly y sus funcionarios lo
saben y son unos malagradecidos, que al igual que aquí quieren distraer la atención
de sus ciudadanos para pescar en rio revuelto y quedarse nuevamente en el
poder.
Reiteramos que Haití y la Republica
Dominicana son dos países distintos en sus raíces más profundas y en su
historia, pero que compartimos una misma
isla y estamos condenados a vivir juntos, en paz y en solidaridad, no nos
dejemos confundir ni dividir por los de arriba, por los que nos gobiernan tanto
allá como aquí.
Domingo Acevedo.
Julio/15
Foto tomada de la red.