Los pueblos sólo alcanzan su libertad, cuando se hacen dueños de su destino.
Domingo Acevedo.
agosto/13
1. "Hijo mío, esto que te doy a comer es alimento puro. Lo que es para comer aquí en la tierra, acércalo a tu rostro. No te hagas semejante a piedra, pues ya sabes que, si una piedra es dura, no sólo una vez se le golpea, hasta que se quiebra."
2. "Observa al venado cuando lo persiguen: va asustado. Ignora a dónde va: al hueco, a la muerte. Y tú, ¿acaso eres venado para que no sepas a dónde vas? Pues te ha sido mostrado el camino; por tu propia voluntad te traicionarías si lo pierdes. "
3. "Mira: como el árbol florido ya no retoña ni echa brotes - pues sólo retoña y reverdece si resiste la helada, que de otro modo se marchita y seca -, así tú, si no retoñas y echas ramas a la hora del verdor y el renuevo, por tu propia voluntad te habrás arrojado a la boca de las fieras."
4. "Ahora que Nuestro Señor te ha mostrado su bondad, ahora que dentro de ti se agita, no lo desprecies. No juegues con un poco en tu interior para devolvérselo luego, hastiado, pensando: ¿en verdad he sido sanado?"
5. "Ahora que te has acercado a la riqueza que de su presencia viene, ¿lo ofenderás de nuevo? ¿Volverás a ensuciar tu ser, tu alma?"
6. "Con todo, aún si caes muchas veces y de nuevo recuerdas a tu Señor y te limpias sinceramente frente a él, arrojando tu mancha en su presencia, una vez más él tendrá piedad de ti y te mirarán sus ojos."
7. "Ve, disfruta de tu tesoro, que viene del seno de Nuestro Señor."
Huehuetlahtolli - Palabra de los Antiguos
2. "Observa al venado cuando lo persiguen: va asustado. Ignora a dónde va: al hueco, a la muerte. Y tú, ¿acaso eres venado para que no sepas a dónde vas? Pues te ha sido mostrado el camino; por tu propia voluntad te traicionarías si lo pierdes. "
3. "Mira: como el árbol florido ya no retoña ni echa brotes - pues sólo retoña y reverdece si resiste la helada, que de otro modo se marchita y seca -, así tú, si no retoñas y echas ramas a la hora del verdor y el renuevo, por tu propia voluntad te habrás arrojado a la boca de las fieras."
4. "Ahora que Nuestro Señor te ha mostrado su bondad, ahora que dentro de ti se agita, no lo desprecies. No juegues con un poco en tu interior para devolvérselo luego, hastiado, pensando: ¿en verdad he sido sanado?"
5. "Ahora que te has acercado a la riqueza que de su presencia viene, ¿lo ofenderás de nuevo? ¿Volverás a ensuciar tu ser, tu alma?"
6. "Con todo, aún si caes muchas veces y de nuevo recuerdas a tu Señor y te limpias sinceramente frente a él, arrojando tu mancha en su presencia, una vez más él tendrá piedad de ti y te mirarán sus ojos."
7. "Ve, disfruta de tu tesoro, que viene del seno de Nuestro Señor."
Huehuetlahtolli - Palabra de los Antiguos