jueves, octubre 09, 2025

El doctor Muhammad Mashali, conocido como el médico de los pobres

 



Nunca tuvo coche, ni teléfono, ni lujos, pero salvó más vidas que muchos hospitales. El doctor Muhammad Mashali, conocido como el médico de los pobres, es una verdadera leyenda de la medicina en Egipto.

Durante más de 50 años caminó hasta su modesta clínica, donde atendía gratuitamente a los más necesitados, recibiendo hasta 50 pacientes diarios.

Su consulta, ubicada en Tanta, una ciudad del Delta del Nilo, costaba el equivalente a menos de un dólar, y muchas veces ni siquiera cobraba.

Graduado con honores en 1967, su vocación surgió de una promesa hecha a Dios tras conocer los sacrificios que su padre hizo para que pudiera estudiar medicina: jamás cobraría a los pobres.

Incluso cuando un millonario del Golfo le regaló 20.000 dólares, un coche y un apartamento, los vendió para comprar equipos médicos y seguir ayudando a su comunidad.

Musulmanes, cristianos coptos, nadie era rechazado. Trabajaba más de 10 horas diarias, y cuando no podía curar con medicinas, lo hacía con humanidad. También solía dar dinero a sus pacientes para que pudieran comprar sus tratamientos en farmacias. Murió en 2020 a los 76 años, dejando un legado imborrable de compasión, sacrificio y amor al prójimo. Un héroe sin capa, pero con un alma inmensa.

La mujer solitaria de la isla de San Nicolá



El último de su gente
Juana María, una mujer nativa americana de la tribu nicoleña, llegó a ser conocida como la mujer solitaria de la isla de San Nicolás. Después de que su gente fuera trágicamente aniquilada, ella siguió siendo el último miembro vivo de su tribu.
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Dieciocho años en soledad
De 1835 a 1853, Juana María vivió completamente sola en la isla de San Nicolás, frente a la costa de Alta California. Durante 18 largos años, sobrevivió en silencio, sostenida por su resistencia, conocimiento de la tierra y espíritu inquebrantable.
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Una voz perdida
Cuando finalmente fue descubierta y traída al continente en 1853, nadie podía entenderla. Su lenguaje había muerto con su gente, y el mundo que una vez conoció se había ido. En pocas semanas, ella falleció, dejando atrás una de las historias más inquietantes de supervivencia y pérdida.
Una historia recordada
Su extraordinaria vida inspiró más tarde la famosa novela Isla de los Delfines Azules, recordando a generaciones la resistencia de las mujeres nativas y el impacto devastador de la eliminación cultural.
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Lección aprendida
La historia de Juana María no es sólo una de soledad, es un poderoso recordatorio de la importancia de preservar los idiomas, culturas e historias antes de que se pierdan para siempre.

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Proverbio Cree



Los Guerreros del Arco Iris
Hubo alguna vez una anciana llamada Ojos de Fuego, nativa de la tribu Cree. Esta mujer lanzó una profecía que resuena hasta nuestros días.
Llegará el día en que la codicia del hombre blanco, del Yo-ne-gi, hará que los peces mueran en las corrientes de los ríos, que las aves caigan de los cielos, que las aguas ennegrezcan y los árboles ya no puedan tenerse en pie.
Y la humanidad, como la conozco, dejará de existir.
Llegará el tiempo en que habremos de necesitar a “los que preservan las tradiciones, las leyendas, los rituales, los mitos y todas las viejas costumbres de los pueblos” para que ellos nos muestren cómo recuperar la salud, la armonía y el respeto a nuestros semejantes. Ellos serán la clave para la supervivencia de la humanidad, y serán conocidos como "Los Guerreros del Arcoiris".
Llegará el día en que algunas personas despierten de su letargo para forjar un Mundo Nuevo de justicia, de paz, de libertad y de respeto por el Gran Espíritu. Los Guerreros del Arco Iris transmitirán el mensaje, para difundir sus conocimientos a los habitantes de la Tierra, a los habitantes de Elohi.
Ellas enseñarán a vivir como vive el Gran Espíritu, y mostrarán cómo ese mundo futuro se ha alejado del Gran Espíritu y por qué razón se encontrará tan enfermo. Los Guerreros del Arco Iris le enseñarán a la gente que este Ser Ancestral, el Gran Espíritu, es un ser de amor y comprensión, mostrarán cómo devolverle a la Tierra, a Elohi, toda su belleza.
Estos Guerreros del Arco Iris proporcionarán a la gente los principios y reglas para hacer una vida acorde con el mundo. Estos principios serán los mismos principios que seguían los pueblos del pasado. Los Guerreros del Arco Iris le enseñarán a la gente los viejos hábitos de la unidad, del amor y de la comprensión.
Y enseñarán por los cinco rincones de la Tierra cómo alcanzar la armonía entre las personas. Le enseñarán a la gente cómo orar al Gran Espíritu de la misma manera como lo hacían los pueblos del pasado, dejando que el amor fluya como las hermosas corrientes que descienden de las montañas, por cauces que las llevan a unirse con el océano mismo de la vida.
Y una vez más renacerá la alegría de estar en compañía, como también en la soledad. Estarán libres de envidias mezquinas, y amarán a sus semejantes como a sus hermanos, sin importar el color de su piel, su raza o su religión. Sentirán cómo la felicidad inunda sus corazones mientras se vuelven cada uno con el resto de la creación.
Sus corazones serán puros e irradiarán calidez, comprensión y respeto por la humanidad, por la naturaleza y por el Gran Espíritu. Y una vez más colmarán sus mentes, sus corazones, sus almas y sus actos de los pensamientos más puros, para así aspirar a la magnificencia del Maestro de la Vida, ¡el Gran Espíritu!. Hallarán la fortaleza que se oculta en la belleza de una oración y en los momentos de soledad de la vida.
Y sus hijos nuevamente podrán correr libres y disfrutar los tesoros de la Naturaleza y de la Madre Tierra, libres de venenos y de la destrucción generada por el Yo-ne-gi y sus prácticas codiciosas.
Los ríos fluirán limpios otra vez, los bosques serán abundantes y llenos de hermosura, y otra vez habrá aves y animales sin número. Nuevamente se respetarán los poderes del planeta y de los animales, y la conservación de todas las cosas bellas se convertirá en una forma de vivir.
El pobre, el enfermo y el necesitado recibirán cuidados de sus hermanos y hermanas de toda la Tierra. Y estas prácticas serán de nueva cuenta parte de sus vidas cotidianas.
Los líderes de los pueblos volverán a ser elegidos a la vieja usanza… no por el grupo político al que pertenezcan, ni porque griten más fuerte o presuman más, tampoco por un proceso de intercambio de insultos o acusaciones mutuas; serán elegidos aquellos cuyas acciones digan más que sus palabras.
Serán elegidos como líderes o Jefes aquellos que den muestras de su amor, su sabiduría y su valor, que hayan sido capaces de actuar por el bien de todos. Serán elegidos por sus cualidades, no por la cantidad de dinero que posean. Y al igual que los Jefes devotos y considerados de la antigüedad, usarán su amor para entender a la gente y para asegurarse de que sus niños y jóvenes sean educados en el amor, en el trabajo y en el conocimiento de su entorno.
Les mostrarán que los milagros pueden hacerse realidad para curar a este mundo de todos sus males, devolverle la salud y la belleza que antes tuvo.
Las tareas que les esperan a los Guerreros del Arco Iris serán muchas y mayúsculas. Habrá enormes montañas de ignorancia que será necesario vencer; se enfrentarán contra prejuicios y odio.
Tendrán que ser dedicados, firmes en su fortaleza y tenaces de alma.
Porque en su camino hallarán mentes y corazones dispuestos a seguirlos en esta senda que le devolverá a la Madre Tierra toda su belleza y su plenitud.
Ese día llegará pronto, ya no está lejos. Llegará el día en que nos demos cuenta de que todo lo que somos, nuestra existencia misma, se la debemos a las gentes que han reservado su cultura y su herencia, a esas personas que han mantenido con vida los rituales, las historias, las leyendas y los mitos.
Y será gracias a este conocimiento que ellos han preservado, como volveremos a estar otra vez en armonía con la Naturaleza, con la Madre Tierra y con la humanidad misma.
Y descubriremos que este conocimiento es nuestra clave para la supervivencia. Éstos serán los Guerreros del Arco iris, y ésta es la razón que me impulsa a proteger la cultura, la herencia y los conocimientos de mis antepasados.

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miércoles, octubre 08, 2025

El Che Guevara.

 

Che Guevara [Ernesto Guevara]

(Rosario, Argentina, 1928 - Higueras, Bolivia, 1967) Revolucionario iberoamericano. Junto con Fidel Castro, a cuyo movimiento se unió en 1956, fue uno de los principales artífices del triunfo de la revolución cubana (1959). Desempeñó luego cargos de gran relevancia en el nuevo régimen, pero, insatisfecho con la inoperancia de los despachos y fiel a su propósito de extender la revolución a otros países de Latinoamérica, en 1966 retomó su actividad guerrillera en Bolivia, donde sería capturado y ejecutado un año después.


Ernesto Che Guevara

Entregada así su vida en la lucha contra el imperialismo y la dictadura, el Che Guevara se convirtió en el máximo mito revolucionario del siglo XX. Fue de inmediato un icono de la juventud del Mayo del 68, y su figura ha quedado como símbolo atemporal de unos ideales de libertad y justicia que, como los héroes de antaño, juzgó más valiosos que la propia vida. Todavía en nuestros días se exhibe con frecuencia, en las acciones contestatarias, aquel perfil suyo basado en la célebre fotografía de Alberto Korda.

Biografía

Ernesto Che Guevara nació en una familia acomodada de Argentina, en donde estudió medicina. Su militancia izquierdista le llevó a participar en la oposición contra Juan Domingo Perón; desde 1953 viajó por Perú, Ecuador, Venezuela y Guatemala, descubriendo la miseria dominante entre las masas de Hispanoamérica y la omnipresencia del imperialismo norteamericano en la región, y participando en múltiples movimientos contestatarios, experiencias que lo inclinaron definitivamente hacia el marxismo.

En 1955 Ernesto Che Guevara conoció en México a Fidel Castro y a su hermano Raúl Castro, que preparaban una expedición revolucionaria a Cuba. Guevara trabó amistad con los Castro, se unió al grupo como médico y desembarcó con ellos en Cuba en 1956. Instalada la guerrilla en Sierra Maestra, Guevara se convirtió en lugarteniente de Fidel y mandó una de las dos columnas que salieron de las montañas orientales hacia el oeste para conquistar la isla. Participó en la decisiva batalla por la toma de Santa Clara (1958) y finalmente entró en La Habana en 1959, poniendo fin a la dictadura de Fulgencio Batista.


El Che con Fidel Castro

El triunfo de la revolución, llevada a cabo con escasos medios, se vio facilitado por la insostenible situación del país en aquellos años. Pese a registrar la más alta renta per cápita de América Latina, la riqueza se concentraba en pocas manos; este fortísimo desequilibrio social se repetía en los marcados contrastes entre el campo y la ciudad. En el plano político, la corrupción, los mecanismos clientelares y la inoperancia se habían acentuado hasta límites insospechados bajo el régimen despótico y autoritario de Fulgencio Batista; su gobierno logró hacer coincidir en su contra a los sectores más dispares de opinión e intereses. La economía cubana, en extremo condicionada por la presencia de Estados Unidos, se basaba en el turismo en las áreas urbanas y en una agricultura de carácter capitalista que había generado un numeroso proletariado rural, determinante en el proceso revolucionario.

De la revolución a la política

El nuevo régimen revolucionario concedió a Guevara la nacionalidad cubana y le nombró jefe de la Milicia y director del Instituto de Reforma Agraria (1959), luego presidente del Banco Nacional y ministro de Economía (1960), y, finalmente, ministro de Industria (1961). En aquellos años, Guevara representó a Cuba en varios foros internacionales, en los que denunció frontalmente el imperialismo norteamericano. En un viaje alrededor del mundo se entrevistó con Gamal Abdel NasserJawaharlal NehruSukarno y Josip Broz Tito (1959); en otro viaje conoció a diversos dirigentes soviéticos y a los chinos Chu En-Lai y a MaoTse-Tung.

En la tarea de la construcción en Cuba de una nueva sociedad, y especialmente en el campo de la economía, el Che Guevara fue uno de los más incansables colaboradores de Fidel Castro. En la polémica económica que tuvo lugar en los inicios del nuevo régimen se decantó por una interpretación original, creativa y no burocrática ni institucionalizada de los principios marxistas. Buscando un camino para la independencia real de Cuba, se esforzó por la industrialización del país, ligándolo a la ayuda de la Unión Soviética, una vez fracasado el intento de invasión de la isla por Estados Unidos y clarificado el carácter socialista de la revolución cubana (1961).

Fragmento de un discurso de Guevara ante la ONU
(Nueva York, 11 de diciembre de 1964)

Su inquietud de revolucionario profesional, sin embargo, le hizo abandonar Cuba en secreto en 1965 y marchar al Congo, donde luchó en apoyo del movimiento revolucionario en marcha, convencido de que sólo la acción insurreccional armada era eficaz contra el imperialismo.

En Bolivia

Relevado ya de sus cargos en el Estado cubano, el Che Guevara volvió a Iberoamérica en 1966 para lanzar una revolución que esperaba que fuese de ámbito continental: valorando la posición estratégica de Bolivia, eligió aquel país como centro de operaciones para instalar una guerrilla que pudiera irradiar su influencia hacia Argentina, Chile, Perú, Brasil y Paraguay. Al frente de un pequeño grupo intentó poner en práctica su teoría, según la cual no era necesario esperar a que las condiciones sociales produjeran una insurrección popular, sino que podía ser la propia acción armada la que creara las condiciones para que se desencadenara un movimiento revolucionario; tales ideas quedaron recogidas en su libro La guerra de guerrillas (1960).


El Che, mito revolucionario

Sin embargo, su acción no prendió en las masas bolivianas. Desde un principio su grupo, bautizado como Ejército de Liberación Nacional y compuesto por veteranos cubanos de Sierra Maestra y algunos comunistas bolivianos, se encontró con la falta de apoyo de los campesinos, ajenos por completo al movimiento. Sin ningún respaldo popular en el mundo rural, y sin apoyo en las grandes ciudades por el rechazo de las organizaciones políticas comunistas, las posibilidades de éxito menguaron drásticamente.

Aislado en una región selvática en donde padeció la agudización de su dolencia asmática, Ernesto Guevara fue delatado por campesinos locales y cayó en una emboscada del ejército boliviano en la región de Valle Grande, donde fue herido y apresado el 8 de octubre de 1967. Dado que el Che se había convertido ya en un símbolo para los jóvenes de todo el mundo, los militares bolivianos, aconsejados por la CIA, quisieron destruir el mito revolucionario, asesinándole para después exponer su cadáver, fotografiarse con él y enterrarlo en secreto. En 1997 los restos del Che Guevara fueron localizados, exhumados y trasladados a Cuba, donde fueron enterrados con todos los honores por el régimen de Fidel Castro.

La imagen de Ernesto Che Guevara queda incompleta si no se consideran, junto a la de revolucionario, sus facetas como ideólogo y teórico de la guerrilla, de la lucha armada en pequeños grupos como única forma revolucionaria de actividad política posible en los países subdesarrollados. Sus ideas se hallan expuestas en textos como el famoso Mensaje a la Tricontinental (1967) y el ya citado libro La guerra de guerrillas (1960).

Si bien escribió muchísimo, la mayor parte de su obra sigue inédita. La integran manuscritos, cartas, discursos, proclamas y, sobre todo, artículos publicados en Verde olivo, el órgano de las Fuerzas Armadas cubanas, en las que el Che ostentaba el grado de comandante. Los más recordados son aquellos en los que evoca la revolución cubana (Una revolución que comienza, 1959 y siguientes) y los de política económica (Contra el burocratismo, 1963 y siguientes). Del diario que Ernesto Guevara había ido escribiendo durante toda su vida, se publicó póstumamente la parte referente a la guerrilla boliviana: Diario del Che en Bolivia (1968).

Este último libro, que relata su lucha guerrillera en Bolivia hasta el día inmediatamente anterior a su captura, constituye el más impresionante testimonio de su personalidad. El Che describe el día a día de la guerrilla por dentro, en su aspecto cotidiano; las mil dificultades prácticas, las debilidades, los errores y litigios entre compañeros y su precario estado de salud dan lugar a un cuadro nada idealizado. Pero es sobre todo el estilo casi distanciado de este diario, incluso en los momentos más difíciles, lo que revela el lado humano del Che en el último período de su vida: en su ánimo reinaban una enorme calma y una profunda serenidad, debidas a la íntima convicción de lo justo de sus ideales y a la razonada aceptación del riesgo de morir en la lucha.

Cómo citar este artículo:
Tomás Fernández y Elena Tamaro. «Biografia de Che Guevara [Ernesto Guevara]» [Internet]. Barcelona, España: Editorial Biografías y Vidas, 2004. Disponible en https://www.biografiasyvidas.com/biografia/g/guevara.htm [página consultada el 8 de octubre de 2025].

Poema al Che Guevara.

 




Vienes de la pena

 

Vienes de la pena

de los días amargos de la muerte

vienes del pasado ensangrentado

vienes de un octubre

congelado en el tiempo

multiplicándote

sembrando estrellas y sueños

todo el camino

venciendo tu asma

caminando victorioso

a través de la selva

construyendo primaveras y auroras

haciendo realidad con tu vida

la esperanza de un mundo nuevo

vienes del pasado

resucitas todos los días 

de entre los muertos

y subes a los Andes

y desde allí tu voz guerrillera

anuncia el día

que en América

los hombres con su amor

romperán las cadenas

que los atan a un destino

de miseria y dolor

 

Al comandante Che Guevara

 

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