La noche y su encanto
sus luces melancólicas me seducen
verlas parpadear a lo lejos
me llenan el alma de lejanos recuerdos
que hacen que mis ojos se cristalicen
al pensar en tu ausencia
hermano.
Domingo Acevedo
Oct/2020
Un espacio para compartir ideas, imágenes, propuestas, versos y la esperanza de un mundo mejor... Tel. 849 637 3922.
La noche y su encanto
sus luces melancólicas me seducen
verlas parpadear a lo lejos
me llenan el alma de lejanos recuerdos
que hacen que mis ojos se cristalicen
al pensar en tu ausencia
hermano.
Domingo Acevedo
Oct/2020
Los taínos, los caribes, los arawacos, los mayas, los incas, los mapuche, los apaches, los sioux, los charrúas, los mohawk, los yanomami, los aztecas, los Incas, los Lencas, los Pemones, los Kunas, etc, que equivocadamente fueron llamados indios, son los pueblos originarios de este continente, cuyo nombre era abya yala y que los conquistadores europeos llamaron América,
Ellos que fueron subyugados, esclavizados, asesinados y prácticamente exterminados por el hombre blanco que usurpó sus tierras, violó sus mujeres, asesinó a sus hombres, niños y ancianos, que saqueó sus riquezas, riquezas que impulsó el desarrollo de sus naciones a costa de empobrecerlos
Hoy después de más de quinientos años de exterminio pedimos a ustedes, hombres civilizados que no los miren con odio, ni con desprecio, ni con lástima, que los miren con el respeto y el reconocimiento que se merecen como pueblos que han resistido durante tantos años con dignidad, el peso sistemático de la violencia y la discriminación.
Los pueblos originarios de Abya Yala, invisibilizados por la civilización, son sus verdaderos habitantes, son los seres humanos a los que ustedes han condenado a vivir bajo la violencia de la marginalidad y el exterminio permanente y creemos, estamos seguro de que llegó la hora, el momento .de que sus derechos a vivir en paz, libres y felices en sus territorios sean reconocidos.
No más discriminación, no más agresiones, no más represión, ya basta de tantos crímenes contra los pueblos originarios, apostemos a que puedan vivir en paz respetando sus vidas y sus territorios. .
Domingo Acevedo.
[alai-amlatina] Alainet.org Al Día - 15/10/20
| jue., 15 oct. 10:47 (hace 1 día) | |||
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Es una mentira histórica, repetir que Cristóbal Colón descubrió estas tierras que ellos llamaron equivocadamente América, pues ya este continente que ellos desconocían tenía su nombre, Abya Yala y en donde existían culturas ampliamente desarrolladas.
Lo que hizo Colón fue propiciar, que los europeos invadieran nuestro continente y que cometieran en nombre de la civilización y de Dios las más horrendas masacres en contra de sus habitantes que resistieron como pudieron la crueldad de los hombres blancos.
Europa tiene una deuda de sangre con nosotros, su desarrollo está cimentado sobre los cadáveres de los indígenas asesinados por la espada y el arcabuz de los hombres plateados que llegaron del mar y que no eran los dioses que la profecía esperaba.
África también aportó su cuota de sangre en el genocidio de Europa contra este continente ya que cuando mermó la mano de obra indígena, el padre Las Casas tuvo la “brillante idea” de sustituir a los indígenas, por esclavos traídos de África, cuyos cadáveres arrojado a los mares que separan a los dos continentes, todavía flotan sobre las aguas cenagosas de las conciencias de los europeos que aún nos miran con desprecio.
América latina y África deben su pobreza al saqueo al que han sido sometidas por Europa, que se llevó sus riquezas materiales y culturales, la conquista y la colonización de América fue tan cruel, que en las islas del mar Caribe la espada y el arcabuz del hombre blanco exterminó a todos sus habitantes, en estas islas los europeos fueron tan crueles que en la isla de Santo Domingo los indígenas se suicidaban de manera colectiva huyendo a la crueldad de los hombres que en nombre de la civilización y de Dios cometían los más horrendos crímenes y las mujeres bebían el jugo de la yuca amarga para abortar, evitando así, que sus hijos nacieran bajo el régimen de la esclavitud.
Hoy desde aquí, desde Santo Domingo, ciudad primada de América, levantamos nuestras voces para reclamar a Europa, que respeten a nuestros hombres y mujeres que por las precariedades económicas, de este continente que ellos empobrecieron, han tenido que irse a vivir allá, al viejo continente.
Nadie se exilia económicamente, ni por otras causas en otros países por gusto, se hace por necesidad, Europa debe resarcir de alguna manera la deuda que tiene con este continente, por eso pedimos:
1- una cuota de empleos para nuestros habitantes que están allá y que se le dé el derecho de regularizar su estatus a los que están ilegales.
2- Que devuelvan los objetos y documentos robados de nuestros países, que son parte de nuestro patrimonio cultural.
3- Que como una compensación, Europa asigne a cada gobierno de América Latina, una partida económica suficiente, para que sea invertida en mitigar el problema de la pobreza en el continente (en educación, enfermedades propias de los países subdesarrollados, y en la producción de alimentos, en la mitigación y la adaptación al cambio climático etc.)
4- Que Europa emita un documento público pidiendo perdón por las atrocidades que ellos cometieron en estas tierras, parafraseando a Eduardo Galeano, todavía están sangrando las venas abiertas de América Latina.
Domingo Acevedo.
Nota:
Abya Yala es el nombre dado al continente americano por la etnia Kuna de Panamá y Colombia antes de la llegada de Cristóbal Colón y los europeos. Literalmente significaría tierra en plena madurez o tierra de sangre vital.1
Hoy en día, diferentes organizaciones, comunidades e instituciones y representantes de etnias originarias de todo el continente prefieren su uso para referirse al territorio continental, en vez del término "América".
El uso de este nombre es asumido como una posición ideológica por quienes lo usan, argumentando que el nombre "América" o la expresión "Nuevo Mundo" serían propias de los colonizadores europeos y no de los pueblos originarios del continente.
Domingo Acevedo.
Foto tomada de la red.
Fueron llamados indios y no eran indios, fueron llamados salvajes y no eran salvajes, eran personas profundamente humanas y nobles, apegadas a sus tradiciones y costumbres, apegadas a la naturaleza, al honor y la lealtad y por defender a los suyos, por defender sus territorios usurpados por el hombre blanco invasor, fueron perseguidos y asesinados juntos a sus familias.
Hoy todavía en los paramos, montañas, selvas y desiertos retumba el grito de guerra de los que resistieron el horror, de los que defendieron con sus vidas a los suyos.
Hoy nos toca a nosotros rescatar ese legado para cambiar la historia, para que la verdad de lo que pasó en esa oscura época de la conquista y la colonización sea conocida por las futuras generaciones.
Debemos desmitificar lo que nos ha vendido el cine Norteamericano sobre los indígenas, en donde son presentados como los malos de la película, cuando la realidad es que sólo se defendían del hombre blanco que les quitaba lo que les pertenecía por derecho, persiguiéndolos y asesinándolos sin ningún tipo de compasión, es necesario que esta generación y las que vienen sepan la verdad histórica para que vean a esos luchadores por su libertad como lo que son: héroes y mártires, no forajidos.
Ellos merecen que nosotros les demos el lugar que se merecen en la historia de este continente, reivindicando su lucha permanente por la justicia y la libertad de los suyos, de sus familias, de sus tribus, de sus naciones, de sus pueblos.
Domingo Acevedo.
Foto tomada de la red.
Mi amigo de infancia Domingo Acevedo, escritor, periodista y revolucionario, un poeta por excelencia al que admiro y respeto, sus poemas han recorridos el mundo y reconocido como una de la pluma más fina del siglo XXI.
Me honra ser su amigo. Recuerdo, que me fascinaba verlo recitar los poemas de Pablo Neruda en aquellos tiempos de nuestras niñez y adolescencia, pienso, que si Neruda no es su mejor inspiración se aproxima a ella.
Sus pasos por las artes marciales, también, fue una de la inspiración de la época que nos indujo a seguir ése rumbo, era un credo que nos profesaba aún siendo muy jóvenes, y todavía mantiene esa impronta como un educador por excelencia.
Manolo, la patria se hace grande en los hombres ilustres como tú, que abonan la tierra con su sangre para que la flor de la libertad brote en el pecho colectivo de su pueblo.
Vienes de la pena
de los días amargos de la muerte
vienes del pasado ensangrentado
vienes de un octubre
congelado en el tiempo
multiplicándote
sembrando estrellas y sueños
todo el camino
venciendo tu asma
caminando victorioso
a través de la selva
construyendo primaveras y auroras
haciendo realidad con tu vida
la utopía
vienes del pasado
resucitas todos los días
de entre los muertos
y subes a los Andes
y desde allí tu voz guerrillera
anuncia el día
que en América
los hombres con su amor
romperán las cadenas
que los atan a un destino
de miseria y dolor