sábado, octubre 25, 2025

EL CASO DEL HOMBRE DE SOMERTON – EL DESCONOCIDO DE LA PLAYA (1948)




Hay misterios que parecen salidos de una novela de espías, pero este ocurrió de verdad.
Y, 75 años después, aún nadie sabe quién fue aquel hombre… ni cómo murió.
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Diciembre de 1948.
En la tranquila playa de Somerton, en Adelaida (Australia), la policía encuentra el cuerpo de un hombre elegantemente vestido: traje, zapatos limpios, corbata perfectamente anudada.
No llevaba sombrero, ni documentos de identidad.
Todos los rótulos de su ropa habían sido cortados con cuidado, para borrar cualquier pista.
El cuerpo no mostraba signos de violencia, pero parecía haberse desplomado suavemente en la arena, como si hubiera decidido descansar allí… para siempre.
Entre sus bolsillos, los investigadores hallaron un pequeño papel enrollado, casi oculto, con solo dos palabras escritas:
🕵️‍♂️
“Tamám Shud” —una frase en persa que significa “terminado” o “acabado”.
Pronto descubrieron que esas palabras provenían de un libro de poemas persas llamado Rubaiyat of Omar Khayyam.
Lo más inquietante: días después, un hombre anónimo entregó a la policía un ejemplar del libro… con una página arrancada justo donde debía estar la frase “Tamám Shud”.
En la contraportada había un código escrito a mano: una serie de letras sin sentido aparente. Hasta hoy, nadie ha podido descifrarlo.
¿Era un espía en plena Guerra Fría?
¿Un amante traicionado? ¿Una víctima de envenenamiento imposible de detectar?
Las autopsias nunca hallaron rastros de veneno ni causa clara de muerte. Solo un dato extraño: su cuerpo mostraba una condición muscular poco común, típica de personas entrenadas en inteligencia militar.
Décadas después, investigadores modernos lograron identificarlo como Carl “Charles” Webb, un ingeniero eléctrico desaparecido en los años 40… pero su historia sigue llena de huecos imposibles de llenar.
Nadie sabe por qué estaba allí, quién lo mató, ni por qué quiso desaparecer del mundo sin dejar rastro.
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En la playa de Somerton, aún hay quienes aseguran que, en noches silenciosas, se escuchan pasos en la arena… y un susurro que repite las últimas palabras del misterioso papel:
“Tamám Shud.” – El final.

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