Thomas Wiggins, conocido como Blind Tom, vino al mundo en 1850, en una plantación de Georgia. Nunca vio la luz del día, pero escuchó el mundo con una claridad que pocos podrían comprender. Hijo de esclavos, fue vendido junto a su familia al coronel James Bethune. Como no servía para el trabajo del campo, lo dejaban vagar cerca de la casa grande, donde escuchaba a las hijas de su amo tocar el piano. Una tarde, sin que nadie lo enseñara, repitió cada nota con precisión imposible. Tenía solo cuatro años.
Su dueño vio oro donde otros veían un milagro.
Desde los seis años, Blind Tom llenaba teatros por todo el sur de Estados Unidos, tocando a Liszt, a Beethoven, o improvisando tormentas musicales que él mismo componía. Su primera obra, The Rainstorm, la escribió a los cinco años. Cada aplauso era dinero… que nunca fue suyo. A los ocho años, su amo lo entregó a un promotor, que lo llevó de gira por todo el país. Cuatro conciertos al día, cada día, durante años. Blind Tom ganaba más de 100.000 dólares anuales, una fortuna para su tiempo. Pero él seguía siendo esclavo. Sin saberlo.
En 1860, fue el primer afroamericano en presentarse en la Casa Blanca, ante el presidente James Buchanan. Tocó sin pronunciar palabra. Se dice que después, Lincoln quiso integrarlo al servicio de la Unión, pero su dueño se negó. Tom no entendía de política. Solo de sonidos.
Su mente era un misterio. Podía recordar miles de piezas y reproducirlas sin error, pero no podía cuidarse solo. Hoy se cree que era un genio autista, siglos antes de que la ciencia pudiera darle un nombre.
Vivió como un prodigio. Murió como un esclavo.
En 1908, paralizado por un derrame, trató de tocar el piano por última vez. Su cuidadora lo escuchó susurrar:
> “Ya no queda nada, señoritas…”
Y cayó al suelo.
Sin música, el genio que iluminaba las tinieblas se apagó para siempre.
Blind Tom fue el músico mejor pagado de su tiempo, el último esclavo legal de Estados Unidos, y el primer artista afroamericano en romper los límites de la imaginación.
Pero murió sin saber que había sido libre.
