La única explicación posible a la paradoja en que vivimos, es gracias a la creación matemáticamente perfecta, de un ser divino que nos colocó, en el punto exacto del futuro remoto en que existimos, olvidados y aparentemente solos en una de las espirales de la Vía Láctea.
Domingo Acevedo.
Nov/2024.
Foto tomada de la red.