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domingo, agosto 13, 2023
san simonen la ruta del olvido.
Génesis de las colectivas sobre cambio climático y cuidado del planeta.
Promo de COP 27 Radio El Cairo Domingo Antonio Acevedo
El Día de la Hispanidad el miércoles 12 de Octubre 2022
COP27 Egipto 2022 Rachel Moreno e Heitor Scalabrini
sábado, agosto 05, 2023
Milagros Rivera.
sábado, julio 29, 2023
Membranas mohosas.
La lluvia ha dejado un olor tembloroso
de membranas mohosas en la tarde
de hojas disueltas en el viento
de pasos de ciguapas ahondándose
en la espesura del monte
de soles apagándose
en los brazos lejanos de la noche
de lunas cuajadas en el silencio húmedo del aire
donde flamean los sueños
en la voz herida del agua
Testimonio de mayo
He vivido atado a los recuerdos
a los momentos irrecuperables de mi infancia
que se perdieron en el largo camino de la ausencia
a las mañanitas memorables del rocío,
a los días inolvidables de la primavera
a las noches esplendorosas de luna llena
aún tengo pegado en la piel
el claroscuro resplandor
de los días interminables de mayo
el olor de los potreros guía mis pasos
por el camino de los conucos
hacia la soledad inmensa de la lluvia
y el perfume de la clorofila colorea mi voz
de mariposas
aún los duendes invisibles del invierno
rondan mi memoria
y más allá del horizonte de mis ojos
un niño descalzo llora su hambre
Domingo Acevedo
La tarde
La casa de tabla de palma y yagua
y el piso de tierra
el camino
la lluvia
el charco
el bosque
la tarde
la leve melancolía de la soledad
el bosque
ese verde olor a clorofila petrificado
en la brisa fresca de mayo
el vuelo horizontalmente fugaz de los pájaros
el estridente canto de las guineas despidiéndose
como todas las tardes
desde lo alto de la mata de mango
el fogón encendido en la cocina
el olor atardecido del café
la noche
la doña en la cocina quitandole
las cáscaras a los plátanos
para la cena
son las siete de la noche
es hora de cerrar la puerta de enfrente
ya nadie pasará por el camino hacia ninguna parte
y nosotros como todas las noches
nos juntaremos en la cocina a escuchar
de labios de nuestro padre
historias inventadas sobre difuntos y fantasmas
que hará que nos acurruquemos uno junto al otro
buscando en el calor de la piel
el valor necesario para vencer el miedo
Domingo Acevedo.
Oct/2020
Foto tomada de la red.
domingo, julio 23, 2023
Wadō-ryū
Este artículo o sección necesita referencias que aparezcan en una publicación acreditada. Este aviso fue puesto el 30 de septiembre de 2013. |
Wadō-ryū ( 和 道 流 ) es uno de los cuatro estilos principales de karate-Do tradicional del Japón, fue fundado por el maestro Hironori Otsuka (1892-1982).
Filosofía[editar]
Si pudiéramos elegir el estilo de Karate-Do con una marcada influencia Japonesa, más que China, o de Okinawa, diríamos que es el karate Wado Ryu. Un estilo moderno, pero no contemporáneo. El nombre Wadō-ryū se compone de 3 partes: Wa, dō, y ryū. Wa significa "armonía", dō (escrito igual que el carácter chino tao) significa "camino", y ryū significa "escuela" o "estilo". Sin embargo la "armonía" no es sinónimo de un pacifismo pasivo, simplemente consta de reconocer que el ceder es algunas veces más efectivo que dominar por la fuerza.
Orígenes históricos[editar]
Su fundador, el maestro Hironori Otsuka nació el 1 de junio de 1892 en Shimodate, Prefectura de Ibaraki, Japón. En 1898, comenzó a practicar el jiu-jitsu clásico bajo el maestro Chojiro Ebashi. Luego a partir de 1905-1921, estudió Shindō Yōshin-ryū Jujitsu (新道楊心流) bajo Tatsusaburo Nakayama. En 1922, conoció al maestro de karate-Do Gichin Funakoshi y comenzó a entrenar con él, en lo que hoy se podría interpretar como el Karate Shorin Ryu (variante kobayashi) de Okinawa. Antes de que Funakoshi, su hijo Yoshitaka, y sus alumnos desarrollaran lo que hoy se conoce como el estilo de karate-Do Shotokan tradicional. En 1924, Ōtsuka se convirtió en uno de los primeros estudiantes promovidos al grado de cinturón negro 1 Dan por Gichin Funakoshi. Aunque para entonces ya era considerado como maestro del estilo Shindō Yōshin-ryū de jiu-jitsu. Asimismo el maestro Otsuka estudio con los maestros Kenwa Mabuni (creador del estilo de karate Shitō-ryū) y con el legendario maestro Chōki Motobu (fundador del estilo Motobu-ryu). Así se dio origen al karate Wadō-ryū. En 1938, el maestro Otsuka registró su estilo con el Dai Nippon Butoku Kai; inicialmente el nombre de "Shinshu Wadoryu Karate-Jujutsu". Sin embargo se acortó a "karate Wadō-ryū" (和道流).
Características técnico-tácticas[editar]
El maestro Hironori Ōtsuka opinó que la defensa personal basada fundamentalmente en el intercambio de golpes del karate de Okinawa era algo limitada. Pensó que el jujitsu japonés podría enriquecer este arte marcial y asegurarle un mejor futuro. Ōtsuka criticó al Karate-Do Shotokan por estandarizar y romper su desarrollo táctico en dos tiempos; en primer lugar, una defensa (por lo general un bloqueo duro), para luego contraatacar. Ya que en las artes marciales japonesas clásicas como el jiu-jitsu, o el kenjutsu (esgrima con sable), la defensa y el ataque nunca se separan, sino que se armonizan, incluso la defensa a veces puede ser un ataque.
Uno de los aspectos que más llama la atención del karate Wadō-ryū es la conservación de los bloqueos altos junto al uso de posiciones y desplazamientos naturales. Siendo el trabajo de esquiva o "Tai sabaki" más predominante que los bloqueos; así como sus aplicaciones de defensa personal, donde además de golpes, se encuentra un mayor repertorio de luxaciones articulares y lanzamientos.
El uso de posiciones altas y bajas, contrasta con la práctica de una alineación corporal precisa, la cual puede ser aplicada en un tipo característico de golpe de puño angular o "Tsuki" (Yun Tsuki No Tsukomi), así como en el empleo del Yako Tsuki lateral (brazo perpendicular al plano corporal). La posición Neko ashi Dachi es abierta con el peso centrado en la vertical, pudiéndose confundir con la posición moderna Kokutsu Dachi usada en el karate Shotokan, mientras que en Wado Ryu se conserva el Zenkutsu invertido, propio de los estilos clásicos de karate de Okinawa como el goju ryu (donde se conoce como kokutsu dachi).
Respecto al uso del ritmo en el combate, el maestro Ōtsuka defendió los tres fundamentos tácticos del Budo japonés; donde el uso de la distancia o Ma-ai, se interpreta según los 3 momentos, siendo estos: sen o anticipación, sen no sen o encuentro, y go no sen o contraataque.
Los tres principios del Wadō-ryū[editar]
El maestro Ōtsuka desarrolló un método original de Karate & Jiu-jitsu donde se usa la evasión en lugar del bloqueo duro. Enunció tres principios que guían toda la práctica y proporcionan la base táctica del Wado-Ryu: diez i ("desplazamientos"), diez tai ("rotación del cuerpo"), diez gi ("la aplicación de la táctica de forma simultánea con la técnica de bloqueo y el contraataque"). Sobre esta base, el practicante desarrollará las sensaciones de: Nagasu (movimiento corporal, absorción del ataque), inasu (desviación del ataque por medio del movimiento corporal) y noru (acompañamiento del ataque con un movimiento conjunto de defensa y ataque).
En conclusión, al esquivar, y/o chequear se realiza un "atemi" sea de puño, mano abierta, o con el pie, y con frecuencia se termina con una proyección, o inmovilización y golpe.
Kata o formas[editar]
El karate Wadō-ryū posee solo 9 formas oficiales según lo planteo el maestro Otsuka en su libro "karate Wadō-ryū" del año 1977, siendo estas: Pinan Nidan, Pinan Shodan, Pinan Sandan, Pinan Yodan, Pinan Godan, Kūshankū, Naihanchi, Seishan, y Chintō. Sin embargo tras su fallecimiento otras organizaciones del estilo han añadido otras formas, como unsu y kumpu. Sin embargo se puede afirmar que todos los kata individuales provienen de la ciudad de Shuri en Okinawa.
Además de los kata individuales enumerados anteriormente, en el karate Wadō-Ryu también se practican varias katas en parejas (como ocurre en el Judo y en el Aikido, artes marciales también derivadas del jiu-jitsu); lo que refleja su herencia del jujutsu. Estos katas se llevan a cabo por dos personas (uno como el atacante y uno como el defensor), lo que permite practicar una amplia gama de técnicas de defensa personal. Los kata en parejas a menudo varían de una organización del estilo a otra, porque el maestro Ōtsuka no buscaba estandarizarlos técnicamente sino usarlos para ilustrar diversos principios. Estos kata son:
-Yakusoku Kihon Kumite: consta de 10 técnicas fundamentales de ataque contra los ataques en combinación (combinaciones de patadas y golpes), influenciados por los movimientos del cuerpo típicos del jujutsu.
-Kumite Gata: consiste en 10 - 24 técnicas (dependiendo de la organización) de ataque que enfatizan Katamae (fijar) y Kuzushi (rotura del equilibrio) y múltiples golpes.
-Ohyo kumite: consiste en diversas técnicas de ataque, incorporando los bloqueos, patadas y golpes del karate con lanzamientos del jujutsu y los movimientos del cuerpo.
-Idori no Kata: consiste en 5-10 técnicas de autodefensa sentado, influenciados por lanzamientos y luxaciones articulares del jujutsu.
-Tanto dori no Kata: consiste en 7-10 técnicas de las defensas contra ataques de cuchillo, influenciados por los movimientos del cuerpo tipo jujutsu, lanzamientos, y técnicas de bloqueo de las articulaciones.
-Shinken Shirahadori (真 剣 白刃 取 り): consta de 5-10 técnicas de defensas contra ataques desde la espalda, influenciados por los movimientos del cuerpo derivados del jujutsu.
Además de los kata en parejas ya mencionados, también hay otros como: Gyakunage Kata (kata de lanzamientos) y, Joshi Goshinjutsu (kata para la autodefensa de las mujeres), pero no se les enseña comúnmente.
Grados[editar]
El karate Wadō Ryu, usa el sistema de grados (kyu - Dan), común a todos los estilos de karate, es decir por medio de los cinturones de colores desde el 10 kyu hasta el grado de cinturón negro 8 Dan. Respecto a los colores estos son: blanco, amarillo, naranja, verde, azul o rojo (según organización), violeta, marrón y negro. Sin embargo en el karate Wadō Ryu, no se otorgan grados intermedios o cinturones con dos colores, sea por medio de franjas o puntas como ocurre en otros estilos de artes marciales.
El karate Wadō Ryu en España[editar]
Gran parte de los Dojos en España comenzaron en Madrid con el maestro Tatsuo Suzuki. Algunos de sus alumnos se desplazaron a Andalucía (Cádiz y Málaga) donde el estilo predominante es el Shotokan.
El karate Wadō Ryu en Europa[editar]
En Europa, el estilo es practicado por gran número de Karatekas en Francia, Alemania y en el Reino Unido. En Alemania se encontraba Teruo Kono Sensei que en alguna ocasión se desplazó a España a realizar clases magistrales.
Véase también[editar]
- Japón
- Karate
- Shōrin-ryū (kobayashi) Escuela de karate de Okinawa, fundada por el maestro Choshin Chibana, antecesora del estilo Shotokan desarrollado posteriormente por el maestro Gichin Funakoshi.
- Jiu-jitsu o jujutsu Arte marcial japonés clásico, o koryū budō que abarca luxaciones articulares, golpes, patadas, esquivas, empujones, proyecciones, derribos, y estrangulamientos. Desarrollado por la clase guerrera o samurái.
- Judo deporte olímpico también derivado del jiu-jitsu
- Aikido arte marcial de filosofía defensiva también derivado del jiu-jitsu
El maestro William Millerson
sábado, julio 01, 2023
Aquí estamos.
miércoles, febrero 02, 2022
En el 49 aniversario del desembarco por playa Caracoles de Caamaño.
En el 49 aniversario del desembarco por playa Caracoles de Caamaño y sus compañeros, el homenaje más hermoso que podríamos hacer al sacrificio de ellos, es avanzar hacia la unidad más amplia de todos los sectores democráticos y revolucionarios de nuestro país, para avanzar hacia la construcción de la patria que Duarte, Luperón, Manolo Caamaño y tantos otros hombres y mujeres caídos han soñado, una Patria democrática, justa, solidaria, libre, soberana e independiente.
martes, febrero 01, 2022
Entre amigos y poetas.
jueves, enero 27, 2022
Antología del Asombro, disponible en Amazon.
miércoles, enero 26, 2022
Hoy día 26 de enero, día de nuestro Patricio.
A los que claudicaron en sus principios.
Poesía negra, caribeña.
Poesía negra Antillana, Domingo Acevedo, Rep. Dominicana.
Barcos negreros
En su itinerario de horror
barcos negreros vomitan cadáveres en una mar de topacio
anidan en un trapiche oxidado por el dolor
voces quebradas por el látigo
areito fúnebre
batey desolado
sudor que al tocar la tierra se convierte en sangre
pechos devorados por un rayo carnívoro
grito que rompe las cadenas que atan la quimera
al canto de las luciérnagas
luna que todas las noches llora sobre las ceibas
su eternidad
caminos de luto y gloria
que en pierde en la memoria anónima
de los esclavos
que hace siglos mueren en el cañaveral
cruces clavadas en el útero de la inocencia
por los guerreros de plata
que enseñoreados en su maldad
levantan entre sus manos un estandarte de sangre
isla perdida en la ruta del sol
antigua y ambigua
ubicada en un cateto de azúcar y sangre
puerta de jade
por donde penetraron los caballos apocalípticos
a perforar con sus arcabuces
la tierna inocencia de los taínos
Trampa ancestral.
Pedazos de luna derritiendo entre los espejos de las madrugadas
espada vencida por la gloria
relámpago anfibio
torbellino de luz
tres naves carnívoras navegando entre la bruma de agosto
hacia las luces y las sombras de octubre
boca llena de una luz mineral
sonidos de tamboras en la voz destemplada del viento
trapiche desolado
cañaveral ensangrentado por un sonido de cadenas rotas
danza victoriosa
litoral de cenizas
trampa ancestral
lágrimas de cera en los ojos de la quimera
y más allá del resplandor amarillo de las olas que iluminan el amanecer
cadáveres mutilados chorrean sangre sobre los pergaminos de la historia
y junto al camino del ocaso
un lirio resplandece
Negra Antillana
I
Negra Antillana
en tu sangre llevas el ritmo tropical
del Caribe imperial
reina del mar y los caracoles
reina del amor y la ternura
reina de la melaza y del guarapo
II
Negra majestuosa
alegre y sensual
amo tu piel color aceituna
de la que te sientes orgullosa
porque sabes que es hermosa
de África una flor en la distancia
III
Negra dulce y encantadora
deidad que aún suspira
en el dolor de la historia
que los esclavos escribieron
con su sangre en América
IV
Deidad que habita en las noches
alegres de los bateyes
y vive en los cañaverales
y en los cafetales en flor
V
Y permanece en los días
Interminables de las zafras
donde tu presencia dulcifica
la vida de los hombres
que hacen del duro trabajo
una canción de amor
VI
Negra antillana
simple
inmensa
esencia de siglos
sueños de atabales
ritmo de tambores
es amargo nuestro azúcar
pero dulces tus labios que anhelo
África
África
te llevamos dentro de nosotros
donde corres impetuosa
como un río que infla
nuestras venas de orgullo
II
Lates en nuestros corazones
como un tambor
que enciende nuestra sangre
de ritmo y pasión
III
África
tan lejos y tan cerca
como el horizonte
de una primavera tropical
IV
Oscura y dulce como el azúcar crema
V
Liviana y simple como una mariposa
VI
Alegre y tierna como una doncella
enamorada por primera vez
VII
África
aquí en nosotros
tú vives en América
Trópico de fuego
Trópico de fuego
cañaveral de sangre
ingenios oxidados por el dolor
senderos perdidos en la memoria
hombres tendidos al sol
con el alma encadenada
a los sueños
y más allá de la angustia púrpura
del látigo en la espalda
la libertad es un canto
Un sendero de sangre
Ay negro
cuando quisiste ser libre
nadie pudo detenerte
por un sendero de sangre
tus huellas van tras
la alborada
Pergamino de lágrimas
Mi voz dibuja en un pergamino de lágrimas
un lejano horizonte de caña y sangre
en donde el tiempo acumula
en un rincón de mi alma
voces quebradas por el látigo
Hogueras de sangre
Largos caminos de viento y de sal
naos repletas de voces
que se ahogan en la noche
rastro infinito de cadáveres en el mar
raíces sembradas en el viento
miradas aplastadas
bajo los escombros rojizos de la tarde
huellas congeladas en la memoria
hogueras de sangre iluminan en el cielo
pasos que se pierden en un siglo
de luces y sombras
trapiches olvidados junto al sendero
de un trópico lejano
tamboras
maracas
danza
sudor
rotas las cadenas
no puede el látigo
huérfano de toda humanidad
acallar el canto
que brota del cañaveral
Tu historia
Es la tambora
la única que sabe tu historia
no es el látigo
que en tu espalda
levanta surtidores de sangre
en tu piel
no es el sol que derrite
tus sueños
ni es el amo
ay negro
es la tambora
la que en cada sonido
cuenta tu historia
El látigo
Del látigo al salario
tu historia
siempre ha sido la misma
negro
la vida por nada
en el trabajo dejas
Negro
Negro
no olvides que vienes de África
que con tu sangre en América
también se escribe la historia
Negra
I
Negra
ven a los brazos del negro
que la noche es breve
II
Ven
que el amo duerme
III
Ven
que el amor te libera
La reina
Negra
que habitas en el ritmo
de los atabales
que gritan tu procedencia
cuando en las noches
bajo las ceibas florecidas
de estrellas
las manos sudorosas de los hombres
despedazan a ritmo
los cueros de las tamboras
para que tú
coronada de ilusiones
seas la reina del batey
Piedra de sacrificio
Esta herida que tengo en el costado izquierdo
de la memoria
no deja de sangrar mariposas amarillas
en mi voz
mi voz que llegó de África a este continente
desnuda y con grilletes
en una carabela que iba vomitando cadáveres
por los mares sin retornos del tiempo perdido
dejando en los salones memorables de la noche
un cementerio de muertos innombrables
que permanecen intactos en las urnas funerarias
del viento
esta herida que tengo en el costado izquierdo
de la memoria
no deja de sangrar mariposas amarillas
en mi voz
en mi voz de tambor ancestral
que ilumina con su canto
los azules rincones del agua
eco luminoso
manantial de luz que brota
de las heridas del tiempo
piedra de sacrificio
raíz de árbol sagrado
hoja petrificada tras el ambarino cristal
del otoño
cuchillo de sal que hiere la eternidad
canto de guerra
alarido de muerte
mi voz
llanto de sirena en un océano envenenado
de cadáveres fosforescentes
lluvia de caracoles dormidos en el alma
ala de guaraguao
nido de aves fantásticas
sonido de selva tropical
mi voz de cañaveral y trapiche
de guarapo y melaza
de algodón ensangrentado de sudor
y espanto
mi voz
por el sendero que une a los dos continentes
un sonido de cadenas rotas ilumina la historia
El amor te libera
I
Negra
ven a los brazos del negro
que la noche es breve
II
Ven
que el amo duerme
III
Ven
que el amor te libera
Sebastián Lemba
Ven aquí negra mía
y deja que la luna
de seda y ternura
te vista la piel
vamos
que en los manieles
repican las tamboras
anuncian que Sebastián Lemba
las cadenas rompió
y los negros en América
libres ya son
De África
De África a los trapiches
de los trapiches a los manieles
de los manieles a la aurora
venturoso es el camino
que lleva negro a la gloria
Naos repletas de voces
Largos caminos de viento y de sal
naos repletas de voces
que se ahogan en la noche
rastro infinito de cadáveres en el mar
raíces sembradas en el viento
miradas aplastadas
bajo los escombros rojizos de la tarde
huellas congeladas en la memoria
hogueras de sangre iluminan en el cielo
pasos que se pierden en un siglo
de luces y sombras
trapiches olvidados junto al sendero
de un trópico lejano
tamboras
maracas
danza
sudor
rotas las caderas
no puede el látigo
huérfano de toda humanidad
acallar el canto
que brota del cañaveral.
Estruendo de arcabuces
Estruendo de arcabuces
perforan las paredes del tiempo
Anochece
el mar salpica de cadáveres
los azules rincones de la distancia
arde la noche
en la memoria
pasos desnudos huyen
y un galope desenfrenado de caballos
acorrala en la oscuridad
los gritos y las voces de los guerreros
que con su sangre iluminan el camino
de la esperanza
piedra de dolor
inerte la carne
mudas las tamboras
una hilera de hombres y mujeres vencidos
miran azorados a sus verdugos
y al compás de la muerte
el látigo y las cadenas danzan
amanece
por un océano de sangre
una embarcación se aleja
Un lirio roto
Un lirio roto
un enjambre de pájaros agonizantes
en los balcones del horizonte
una embarcación anclada en la memoria del olvido
repleta de gritos que salpican la historia de sangre
un cañaveral
en donde en un trapiche
de sombras
se cuece el dolor
una tambora que repica en las noches claras del verano
bajo una luna de jade
que en un cielo cuajado de sangre solloza
un unicornio moribundo
junto al sendero de la alborada
donde un relámpago de cadenas rotas
deja en el viento
un murmullo de huellas
que se alejan por el camino de la gloria
y el sacrificio
hacia la eternidad
Evidencia
Yo que transito en el tiempo recolectando estrellas
tengo la maleta repleta de recuerdos
de nombres viejos y olvidados
de muertos ignorados de mi infancia
que solo yo recuerdo
cuando rebusco entre las cenizas del olvido
y mis manos tocan con ternura
los huesos de mi viejo linaje
y en mi memoria se encienden
milenarias hogueras
y en mi pecho un tambor late
y África como una evidencia
es una lágrima entre mis ojos
cuando miro el camino real
que se pierde más allá del horizonte
Un negro llamado Lemba
Hombres que emergen del mar
con las miradas enfermas de codicia y sangre
levantando entre sus manos un estandarte de luto
tainos petrificados en el ámbar de la tarde
dos razas heridas en su inocencia
por la espada y la cruz
rastros de sal y sangre que se bifurca en el tiempo
que se pierde en el follaje de la tarde
pergaminos de lágrimas que humedecen los sentidos
tamboras que repican en las noches claras del adviento
y por el camino ensombrecido del medio día
jinetes acorazados van tras las huellas
de un negro llamado Lemba
Hay un rastro reciente de cadáveres en el mar
atlántica ruta de dolor
que deja en la playa huellas de sal y sangre
muchedumbre acorralada por el látigo
empujada por el amo al cañaveral
donde bajo un sol de fuego
día a día
se derriten sus sueños
en un canto
que evoca la gloria perdida
del esclavo
que muere lejos de la tierra que lo vio nacer
encadenada la voz
en las noches lejanas
las palabras retumban en los tambores
grito de libertad que el amo no puede acallar
que en los trapiches rompe cadenas
tropel de sombras que en el amanecer
aletea hacia la libertad del quilombo
donde se recomponen los sueños
en un maniel esperanza
mientras en el palenque
los cimarrones se preparan
para tomar por asalto la aurora
Alegre está el amo
Dice la tambora
Mi origen
La tarde recrea ante mis ojos la nostalgia de mi origen perdido en África.
La tristeza de estos largos años de exilio en que hemos perdido nuestra identidad, hace florecer entre mis ojos lirios de agua.
La pena acumulada durante estos siglos de huir a ningún lado golpea mi memoria como un látigo de sal que abre viejas heridas que vuelven a sangrar bajo el sol púrpura de nuestro ocaso. Tantos años de olvido han dejando en mi boca el agrio sabor de la ausencia
África es en mi corazón la ilusión más dulce, sé que ya no volveré al acrisolado mundo de mis sueños, me he resignado a morir en esta tierra tan ajena y tan mía, pero mi vida sigue allá, en la aldea de donde una noche mi ADN sin querer, empezó a viajar en un cuerpo desconocido hacia una isla perdida en el mar Caribe.
Quinientos años después, la mirada triste de la abuela Mamá Tita, me despierta en medio del estruendo de los arcabuces y los gritos de los hombres que defendían a los suyos, hasta terminar atados a la codicia de unos hombres que contra el reflejo de la aldea incendiada los conducían por un sendero de horror hasta una embarcación anclada en un océano de cadáveres, emprendiendo un viaje sin retorno hacia el dolor.
Yo apenas era menos que un sentimiento perdido en la memoria de alguien que aún no había nacido, pero ya llevaba sobre mis hombros el peso de una historia de látigo y sudor, donde la vida nunca dejó de ser un canto que en las noches, se multiplicaba en la voz alegre de las tamboras.
Domingo Acevedo.
Poemas tomados del libro América, del poeta Dominicano Domingo Acevedo.
Fotos tomadas de la red.