miércoles, junio 30, 2021

El Caribe en mi voz.

 

Barcos negreros

 

En su itinerario de horror

barcos negreros vomitan cadáveres en una mar de topacio

anidan  en un trapiche oxidado por el dolor

voces quebradas por el látigo

areito fúnebre

batey desolado

sudor que al tocar la tierra se convierte en sangre

pechos devorados  por un rayo carnívoro

grito que rompe las cadenas que atan la quimera

al canto de las luciérnagas

luna que todas las noches llora sobre las ceibas

su eternidad

caminos de luto y gloria

que en pierde en la memoria anónima

de los esclavos

que hace siglos mueren en el cañaveral

cruces clavadas en el útero de la inocencia

por los guerreros de plata

que  enseñoreados en su maldad

levantan entre sus manos un estandarte de sangre

isla perdida en la ruta del sol

antigua y ambigua

ubicada en un cateto de azúcar y sangre

puerta de jade

por donde penetraron los caballos apocalípticos

a perforar con sus arcabuces

la tierna inocencia de los taínos

 


Trampa ancestral

 

Pedazos de luna derritiéndose entre los espejos de las madrugadas

espada vencida por la gloria

relámpago anfibio

torbellino de  luz

tres naves carnívoras navegando entre la bruma  de agosto

hacia las luces y las sombras de octubre

boca llena de una luz mineral

trampa ancestral

junto al sendero del ocaso un lirio resplandece

sonidos de tamboras en la voz destemplada del viento

trapiche desolado

cañaveral ensangrentado por un sonido de cadenas rotas

danza victoriosa

litoral de cenizas

lágrimas de cera en los ojos de la quimera

y más allá del resplandor amarillo de las olas que iluminan el amanecer

cadáveres mutilados chorrean sangre sobre los pergaminos de la historia




Negra Antillana

 

            I

 

Negra Antillana

en tu sangre llevas el ritmo tropical

del Caribe imperial

reina del mar y los caracoles

reina del amor y la ternura

reina de la melaza y del guarapo

 

            II

 

Negra majestuosa

alegre y sensual

amo tu piel color aceituna

de la que te sientes orgullosa

porque sabes que es hermosa

de África una flor en la distancia

 

            III

 

Negra dulce y encantadora

deidad que aún suspira

en el dolor de la historia

que los esclavos escribieron

con su sangre en América

 

            IV

 

Deidad que habita en las noches

alegres de los bateyes

y vive en los cañaverales

y en los cafetales en flor




            V

 

Y permanece en los días

Interminables de las zafras

donde tu presencia dulcifica

la vida de los hombres

que hacen del duro trabajo

una canción de amor

 

            VI

 

Negra antillana

simple

inmensa

esencia de siglos

sueños de atabales

ritmo de tambores

es amargo nuestro azúcar

pero dulces tus labios que anhelo





África

 

África

te llevamos dentro de nosotros

donde corres impetuosa

como un río que infla

nuestras venas de orgullo

 

            II

Lates en nuestros corazones

como un tambor

que enciende nuestra sangre

de ritmo y pasión

 

            III

África

tan lejos y tan cerca

como el horizonte

de una primavera tropical

 

            IV

Oscura y dulce como el azúcar crema

 

            V

Liviana y simple como una mariposa

 

            VI

Alegre y tierna como una doncella

enamorada por primera vez

 

            VII

África

aquí en nosotros

tú vives en América



Trópico de fuego

 

Trópico de fuego

cañaveral de sangre

ingenios oxidados por el dolor

senderos perdidos en la memoria

hombres tendidos al sol

con el alma encadenada

a los sueños

y más allá de la angustia púrpura

del látigo en la espalda

la libertad es un canto




Un sendero de sangre

 

Ay negro

cuando quisiste ser libre

nadie pudo detenerte

por un sendero de sangre

tus huellas van tras

la alborada




Pergamino de lágrimas

 

Mi voz dibuja en un pergamino de lágrimas

un lejano horizonte de caña y sangre

en donde el tiempo acumula

en un rincón de mi alma

voces quebradas por el látigo




Hogueras de sangre

 

Largos caminos de viento y de sal

naos repletas de voces

que se ahogan en la noche

rastro infinito de cadáveres en el mar

raíces sembradas en el viento

miradas aplastadas

bajo los escombros rojizos de la tarde

huellas congeladas en la memoria

hogueras de sangre iluminado en el cielo

pasos que se pierden en un siglo de arena

trapiches olvidados junto al sendero

de un trópico lejano

tamboras

maracas

danza

sudor

rotas las caderas

no puede el látigo

huérfano de toda humanidad

acallar el canto

que brota del cañaveral.




Tu historia

 

Es la tambora

la única que sabe tu historia

no es el látigo

que en tu espalda

levanta surtidores de sangre

en tu piel

no es el sol que derrite

tus sueños

ni es el amo

ay negro

es la tambora

la que en cada sonido

cuenta tu historia




El Latigo

 

Del látigo al salario

tu historia

siempre ha sido la misma

negro

la vida por nada

dejas en el trabajo



Negro

 

Negro

no olvides que vienes de África

que con tu sangre en América

también se escribe la historia

 

Negra

 

            I

Negra

ven a los brazos del negro

que la noche es breve

 

            II

 

Ven

que el amo duerme

 

            III

 

Ven

que el amor te libera



La reina

 

Negra

que habitas en el ritmo

de los atabales

que gritan tu procedencia

cuando en las noches

bajo las ceibas florecidas

de estrellas

las manos sudorosas de los hombres

despedazan a ritmo

los cueros de las tamboras

para que tú

coronada de ilusiones

seas la reina del batey



Piedra de sacrificio

 

Esta herida que tengo en el costado izquierdo

de la memoria

no deja de sangrar mariposas amarillas

en mi voz

mi voz que llegó de África a este continente

desnuda y con grilletes

en una carabela que iba vomitando cadáveres

por los mares sin retornos del tiempo perdido

dejando en los salones memorables de la noche

un cementerio de muertos innombrables

que permanecen intactos en las urnas funerarias

del viento

esta herida que tengo  en el costado izquierdo

de la memoria

no deja de  sangrar mariposas amarillas

en mi voz

en mi voz de tambor ancestral

que ilumina con su canto

los azules rincones del agua

eco luminoso

manantial de luz que brota

de las heridas del tiempo

piedra de sacrificio

raíz de árbol sagrado

hoja petrificada tras el ambarino cristal

del otoño

cuchillo de sal que hiere la eternidad

canto de guerra

alarido de muerte

mi voz

llanto de sirena en un océano envenenado

de cadáveres fosforescentes

lluvia de caracoles dormidos en el alma

ala de guaraguao

nido de aves fantásticas

sonido de selva tropical

mi voz de cañaveral y trapiche

de guarapo y melaza

de algodón ensangrentado de sudor

y espanto

mi voz

por el sendero  que une a los dos continentes

un sonido de cadenas rotas ilumina la historia

 

El amor te libera

 

            I

 

Negra

ven a los brazos del negro

que la noche es breve

 

            II

 

Ven

que el amo duerme

 

            III

 

Ven

que el amor te libera

 

 

Sebastián Lemba

 

Ven aquí negra mía

y deja que la luna

de seda y ternura

te vista la piel

vamos

que en los manieles

repican las tamboras

anuncian que Sebastián Lemba

las cadenas rompió

y los negros en América

libres ya son

 

De África

 

De África a los trapiches

de los trapiches a los manieles

de los manieles a la aurora

venturoso es el camino

que lleva negro a la gloria



Naos repletas de voces

 

Largos caminos de viento y de sal

naos repletas de voces

que se ahogan en la noche

rastro infinito de cadáveres en el mar

raíces sembradas en el viento

miradas aplastadas

bajo los escombros rojizos de la tarde

huellas congeladas en la memoria

hogueras de sangre iluminan en el cielo

pasos que se pierden en un siglo

de luces y sombras

trapiches olvidados junto al sendero

de un trópico lejano

tamboras

maracas

danza

sudor

rotas las caderas

no puede el látigo

huérfano de toda humanidad

acallar el canto

que brota del cañaveral.



Estruendo de arcabuces

 

Estruendo de arcabuces

perforan las paredes del tiempo

Anochece

el mar salpica de cadáveres

los azules rincones de  la distancia

arde  la noche

en la memoria

pasos desnudos huyen

y un  galope desenfrenado  de caballos

acorrala en la oscuridad

los gritos y las voces de los guerreros

que con su sangre iluminan el camino

de la esperanza

piedra de dolor

inerte la carne

mudas las tamboras

una hilera de hombres y mujeres vencidos

miran azorados a sus verdugos

y al compás de la muerte

el látigo y las cadenas danzan

amanece

por un océano de sangre

una embarcación se aleja

 

 Un lirio roto

 

Un lirio roto

una mariposa herida

un horizonte de pájaros agonizantes

un sol atrapado tras los cristales del tiempo

una anacahuita recostada contra la última tarde del otoño

un camino herido por el llanto

un mar de topacio

una embarcación repleta de gritos que salpican la historia de lágrimas

una hoguera congelada en la mirada del invierno

un cañaveral de sombras donde se cuece el dolor

un trapiche de látigo y sudor

una tambora que llora en las noches claras del verano

una luna de jade en un cielo cuajado de sangre

un unicornio moribundo junto al sendero de la alborada

donde un relámpago de cadenas rotas dejan en el viento

un murmullo de huellas que se alejan por el camino de la gloria y el sacrificio

hacia la eternidad

 

 

 

Evidencia

 

Yo que transito en el tiempo recolectando estrellas

tengo la maleta repleta de recuerdos

de nombres viejos y olvidados

de muertos ignorados de mi infancia

que solo yo recuerdo

cuando rebusco entre las cenizas del olvido

y mis manos tocan con ternura

los huesos de mi viejo linaje

y en mi memoria se encienden milenarias hogueras

y en mi pecho un tambor late

y África como una evidencia

es una lágrima entre mis ojos

cuando miro el camino real

que se pierde más allá del horizonte

 

 

Ouidah

 

Hay un rastro reciente de cadáveres en el mar

atlántica ruta de dolor

que deja en la playa huellas de sal y sangre

muchedumbre acorralada por el látigo

empujada por el amo al cañaveral

donde bajo un sol de fuego

día a día

se derriten sus sueños

en un canto

que evoca la gloria perdida

del esclavo

que muere lejos de la tierra que lo vio nacer

encadenada la voz

en las noches lejanas

las palabras retumban en los tambores

grito de libertad que el amo no puede acallar

que en los trapiches rompe cadenas

tropel de sombras que en el amanecer

aletea hacia la libertad del quilombo

donde se recomponen los sueños

en un maniel esperanza

mientras en el palenque

los cimarrones se preparan

para tomar por asalto la aurora

 

 

 

Isla de algodón, caña y dolor

 

Aborigen esencia coagulada

en la inocencia intacta del amanecer

tainos prisioneros

en las inéditas habitaciones

de la sangre

por la espada y la cruz

extinto su  linaje ancestral

por el odio de los  guerreros

acorazados en su maldad

que en la antesala de los días por venir

 ante  tanto horror

un behique mudo

se suicida con los cuchillos de las profecías

Isla de algodón y caña

el viento balbucea un abecedario de muerte

y el mar bosteza cadáveres

que agonizan en la arena luminosa de la alborada

hay

en las voces de los que cantan en el cañaveral

un oleaje de salitre

clima salobre que derrite la piel

de los hombres

que bajo el sol tropical de la isla

cortan la caña

gotas de sal y sangre que humedecen la tierra

enferma ante tanta crueldad

mientras el látigo silba en el aire

buscando airado la espalda del esclavo

que arrodillado suplica un sorbo de agua

y como premio recibe

una herida en la espalda

rotas las cadenas

alegre danzan los negros

al ritmo acompasado de las tamboras

cuando en las noches

la luna

como un nido de luciérnagas

chorra su luz

sobre el quilombo




Mi origen

 

La tarde recrea  ante mis ojos la nostalgia de mi origen perdido en África.

 

La   tristeza de estos largos años de exilio en que hemos perdido nuestra identidad, hace florecer entre mis ojos lirios  de agua.

 

La pena acumulada durante estos siglos de huir a ningún lado golpea mi  memoria como un látigo de sal que abre viejas heridas que vuelven a sangrar bajo el sol púrpura de nuestro ocaso. Tantos años de olvido han  dejando en mi boca el  agrio sabor de la ausencia

 

África es en mi corazón una hoguera que se enciende entre mis ojos cuando miro hacia atrás,  se  que ya no volveré al acrisolado mundo de mis sueños;  me he resignado a morir en esta tierra tan ajena y tan mía, pero mi vida sigue allá,  en la aldea de donde una noche  mi ADN sin querer, empezó a viajar en un cuerpo desconocido hacia una isla perdida en el mar Caribe.

 

Quinientos años  después, la mirada triste de la abuela Mamá Tita, me despierta en medio del estruendo de los arcabuces y  los gritos de los  hombres  que defendían  a los suyos, hasta terminar atados a la codicia de unos hombres  que contra el reflejo de la aldea incendiada los conducían  por un sendero de horror hasta una embarcación anclada en un océano de cadáveres, emprendiendo un viaje sin retorno hacia el dolor.

 

Yo apenas era menos que un sentimiento perdido en la memoria de alguien que aún no había nacido, pero  ya llevaba sobre mis hombros el peso de una historia de látigo y sudor, donde la vida nunca dejó de ser un canto que en las noches, se multiplicaba en la voz alegre de las tamboras.

 

Domingo Acevedo.





Fotos tomadas de la red.

 

martes, junio 29, 2021

Memoria grafica del Pico Duarte

lunes, junio 21, 2021

Isla de algodón, caña y dolor

Aborigen esencia coagulada

en la inocencia intacta del amanecer

tainos prisioneros

en las inéditas habitaciones

de la sangre

por la espada y la cruz

extinto su  linaje ancestral

por el odio de los  guerreros

acorazados en su maldad

en la antesala de los días por venir

 ante  tanto horror

un behique mudo

se suicida con los cuchillos de las profecías

Isla de algodón y caña

el viento balbucea un abecedario de muerte

y el mar bosteza cadáveres

que agonizan en la arena luminosa de la alborada

hay

en las voces de los que cantan en el cañaveral

un oleaje de salitre

clima salobre que derrite la piel

de los hombres

que bajo el sol tropical de la isla

cortan la caña

gotas de sal y sangre que humedecen la tierra

enferma ante tanta crueldad

mientras el látigo silba en el aire

buscando airado la espalda del esclavo

que arrodillado suplica un sorbo de agua

y como premio recibe

una herida en la espalda

rotas las cadenas

alegre danzan los negros

al ritmo acompasado de las tamboras

cuando en las noches

la luna

como un nido de luciérnagas

en el cielo

chorrea su luz

sobre el quilombo

Domingo Acevedo 

Fotos tomadas de la red.









 

domingo, junio 20, 2021

Agoniza la luna

 


Canto de lo eterno en la voz

efímera del viento

eco de sombras

en el follaje amarillo de la distancia

flamboyanes petrificados

en el ámbar de la tarde

racimo de estrellas

en la cavidad cósmica de lo infinito

bosques

arboles rotos

por el hacha homicida del verdugo

río que muere

por la ausencia de la lluvia

sequia

sed

agoniza la luna

en el charco seco de la noche

junio/21

Domingo Acevedo.

Foto tomada de la red.



miércoles, junio 16, 2021

martes, junio 15, 2021

Segundo encuentro Dominico haitiano 2013.

Encuentro Dominico Haitiano

lunes, junio 14, 2021

sábado, junio 12, 2021

jueves, junio 10, 2021

martes, junio 08, 2021

sábado, junio 05, 2021

África es más grande que toda Europa, China y los Estados Unidos de América juntos.

ESTO NUNCA APRENDERÁS EN LA ESCUELA
° Área de África = 30,37 millones de km2
° Área de China = 9,6 millones de km2
° Área de EE. UU. = 9,8 millones de km2
° Área de Europa = 10,18 millones de km2
● África es más grande que toda Europa, China y los Estados Unidos de América juntos.
● Pero en la mayoría de los mapas del mundo, África está representada en un tamaño pequeño.
Esto se hace deliberadamente para crear el efecto visual de una pequeña África para manipular, lavar el cerebro y engañar a los africanos dondequiera que estén.
- África tiene el 60% de la tierra cultivable;
- África tiene el 90% de la reserva de materias primas;
- África tiene el 40% de la reserva mundial de oro;
- África, 33% de la reserva de diamantes;
-África tiene el 80% de la reserva global de Coltan (mineral para la producción de teléfonos y electrónica), principalmente en la República Democrática del Congo.
-África tiene el 60% de la reserva mundial de cobalto (mineral para la fabricación de baterías de automóviles)
-África es rica en petróleo y gases naturales.
-África (Namibia) tiene la costa más rica en peces del mundo.
- África es rica en manganeso, hierro y madera.
- África es tres veces el área de China, tres veces el área de Europa, tres veces el área de los Estados Unidos de América.
- África tiene treinta y medio millones de km² (30 415 875 km²);
- África tiene 1.300 millones de habitantes (China tiene 1.400 millones de habitantes en 9,6 millones de km²).
Lo que significa que África NO ESTÁ INSUFICIENTE.
🔴La tierra cultivable de la República Democrática del Congo es capaz de alimentar a toda África.
🔴Y toda la tierra cultivable de África es un cable para alimentar al mundo entero.
-La República Democrática del Congo tiene importantes ríos que pueden iluminar África.
El problema es que la CIA, las empresas occidentales y algunos títeres africanos han estado desestabilizando la República Democrática del Congo durante décadas.
- África es un continente culturalmente diverso en términos de danza, música, arquitectura, escultura, etc.
- África alberga 30.000 recetas medicinales y herbales que Occidente modifica en sus laboratorios.
- África tiene una población mundial joven que se espera que alcance los 2500 millones para el año 2050.
ÁFRICA REPRESENTA EL FUTURO DE LA HUMANIDAD ya que África debe alimentar a 9 mil millones de personas.
Con mentes africanas descolonizadas y una fuerte búsqueda de la unidad africana, África será el futuro gobernante de otras civilizaciones porque el mundo no es nada sin África.



Dominicano Juan Rodríguez, fue el primer inmigrante en Nueva York

 

Tramo Juan Rodríguez de la avenida Broadway entre las calles 159 y 218 .

EE. UU – Un tramo de la avenida Broadway en Nueva York fue nombrado ¨Juan Rodriguez¨ en homenaje al dominicano Juan Rodríguez.

Sin embargo, la mayoría de los neoyorquinos ignoran que ese hombre procedente de Santo Domingo fue el primer habitante no indígena que se conozca en estas tierras, el primer inmigrante de una futura ciudad de inmigrantes.

«Él es una especie de precursor de la multiculturalidad de la ciudad de Nueva York», dice Anthony Stevens-Acevedo, un historiador que ha investigado el periplo de Rodríguez, a BBC Mundo.

«Una casualidad»

Sobre la vida de Juan Rodríguez parece haber más incógnitas que certezas.

Los datos más reveladores sobre su historia provienen de documentos hallados en Holanda; Señalan que Rodríguez era un hombre negro o mulato que en la primavera de 1613 arribó al área del río Hudson donde hoy está la ciudad de Nueva York.

Llegó a bordo de un barco mercante holandés proveniente de Santo Domingo, el lugar de la isla caribeña de La Española que entonces era colonia de España y lugar de nacimiento de Rodríguez, según el testimonio registrado de miembros de la tripulación.

El hecho de que su nombre aparezca escrito en documentos como Jan Rodrigues motivó cierta especulación con que tuviera raíces portuguesas, pero expertos advierte que falta evidencia de eso.

Todo indica que el barco Jonge Tobias en el que Rodríguez llegó al río Hudson, presumiblemente como marinero, exploraba oportunidades para el comercio de pieles.

Lo cierto, según los documentos de la época, es que cuando el capitán de la nave anunció que regresarían a Holanda, lo hizo con un tripulante menos: Rodríguez.

Algunos se han preguntado si fue abandonado por los holandeses, aunque los testimonios de tripulantes señalan que Rodríguez se bajó del barco por voluntad propia tras amenazar con saltar por la borda si se lo impedían, y recibió armas y herramientas para sobrevivir hasta que volvieran al año siguiente.

Esto marca la importancia histórica de Rodríguez como primer habitante no autóctono de estas tierras.

El área donde se instaló entonces, descubierta menos de un siglo antes por el explorador italiano Giovanni da Verrazzano para Francia, era habitada por aborígenes pertenecientes en su mayoría a la tribu Lenape. Y estaba sin colonizar.

Se cree que Rodríguez logró comunicarse y comerciar con los indígenas gracias a su familiaridad para entender distintos idiomas, adquirida en sus contactos con extranjeros en La Española.

Sin embargo, Thijs Mossel, el capitán del barco donde Rodríguez llegó allí, se encontró con una sorpresa cuando regresó al lugar en 1614: Rodríguez trabajaba para otra expedición holandesa que había llegado poco antes.

Se desató un conflicto entre ambas embarcaciones y, según testimonios recogidos posteriormente por las autoridades holandesas, Rodríguez participó de la disputa violenta, fue herido y rescatado por sus nuevos socios.

Si bien se desconoce qué pasó con Rodríguez a partir de ese momento, Stevens-Acevedo explica que aquel conflicto ayudó a que su historia quedara documentada en Holanda.

«Fue un poco una casualidad lo que nos permite saber sobre Juan Rodríguez», dice el investigador y coautor de una monografía sobre este personaje para el Instituto de Estudios Dominicanos de la Universidad de la Ciudad de Nueva York, (CUNY).

«Un hombre negro, libre»

La historia de Rodríguez parecía destinada al olvido hasta que el historiador Simon Hart lo mencionó en 1959 en un libro sobre los primeros viajes holandeses al Hudson, que incluía citas de los documentos notariales originales.

Eso permitió que en décadas siguientes otros investigadores comenzaran a ver a Rodríguez como un ejemplo temprano de presencia afroamericana en lo que hoy es la Gran Manzana.

De hecho, residió en el lugar antes de que los holandeses fundaran Nueva Amsterdam en 1624 y los ingleses la rebautizaran como Nueva York tras conquistarla en 1664.

Stevens-Acevedo describe a Rodríguez como «un proto-dominicano típico de la época: un hombre negro, libre, muy acostumbrado a tomar iniciativa propia y fiero defensor de su libertad».

También ha sido definido como el primer latino o el primer emprendedor en este lugar del mundo.

Puede haber múltiples explicaciones al hecho de que su historia sea desconocida por buena parte de Nueva York hasta hoy, más allá de algunos circulos académicos o culturales, incluso después que el entonces alcalde Michael Bloomberg aprobara en 2012 nombrar parte de Broadway en su honor.

«La gente está enfocada en otras cosas hoy: el covid, el futuro de las nuevas generaciones, la salud y la educación», dice Paulina Monte, una inmigrante dominicana de 65 años que tampoco conoce quién fue Rodríguez.

James Nevius, un historiador urbano autor de varios libros sobre Nueva York, sostiene que existe una tendencia a «blanquear» la historia.

«(Rodríguez) representa tanto la diversidad, la promesa de la ciudad de Nueva York, como una lucha constante con personas que tratan de aprovecharse», dice Nevius. «En Nueva York puedes llegar a cierto nivel, pero si hay alguien por encima tuyo y cree que eres demasiado listo para lo que sea, te apartan de un empujón».


viernes, junio 04, 2021

Día mundial del medio ambiente.

Mañana sábado 5 de junio es el día mundial del medio ambiente, cuidemos nuestros ríos y bosques. no usemos plásticos y luchemos contra las mineras, las transnacionales que destruyen la naturaleza y que son las causantes del cambio climático.


Foto tomada de la red.

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