Volveré
a ser yo
cuando
mañana me mire al espejo
y
vea a las bailarinas muertas
orinándose
de asco
en
medio de la noche
bajo
una luna de plata
que
alumbra la ciudad de mis sueños
donde
me enfrento en sus calles
cuchillo
en mano
a
los duendes invisibles del tiempo
en
un duelo rutinario e inútil
sabiendo
que mañana
frente
al espejo
volveré
a ser yo
cuando
me quite la máscara
y ya no me conozca
Domingo Acevedo.
Foto tomada de la red.