Nuestros indígenas, hoy igual que
ayer, siguen muriendo por las manos criminales del capitalismo, encarnado en
las grandes empresas mineras, en las grandes compañías madereras, en los
grandes agricultores y ganaderos, en los gambusinos y en el propio gobierno que
invade sus territorios con la finalidad de hacer presas, hidroeléctricas y
carreteras, aplicando la ley del más fuerte sobre el más débil.
Irrespetando el derecho que
tienen los indígenas a sus territorios, obviando el pedimento que estos hacen a
que se les delimite las tierras donde habitan y no sólo que se les delimite,
sino también que como estado haga valer ese derecho, protegiéndolos de quienes
ambicionan esos territorios por las grandes riquezas que albergan.
Es ilógico que a más de
quinientos años de la conquista y la colonización todavía se siga persiguiendo
y asesinando a nuestros indígenas como extraños por sus tierras.
Que se les siga vulnerando sus
derechos más elementales como seres humanos, que es el de vivir libres y
felices en sus territorios, alejados del hombre civilizado y cruel.
Es su derecho, es su vida, es el
modo de convivencia que han elegido y es un deber de cada gobierno, de cada
país nuestro a respetarlo, incluyendo el de las minorías producto de la
conquista y la colonización.
Ya basta de exclusión,
persecución y crímenes contra nuestros indígenas.
Es la hora, es el tiempo de la
delimitación y protección de sus territorios.
Domingo Acevedo.
Abril/19
Fotos tomadas de la red.