¿Qué tan lejos es capaz de llegar una señal enviada por el ser humano? Al parecer, de acuerdo con un reciente logro de la NASA, a más de 20 mil millones de kilómetros, logrando contactar con una nave lejana.
Antes de emocionarse por el contacto extraterrestre, no se trata de un objeto perteneciente a la raza de otro planeta, sino a uno creado por el ser humano. Se trata del Voyager 1, una sonda espacial robótica de 722 kilogramos, lanzada el 5 de septiembre de 1977, desde Cabo Cañaveral, Florida
La NASA temía que la sonda no pudiera activar sus propulsores de altitud para ajustarse de tal manera que pueda seguir enviando información a la Tierra. El Voyager 1 actualmente se encuentra a casi 21 mil millones de kilómetros de nuestro planeta, por lo que se temía no poder tener contacto nuevamente con él.
Pero, el equipo encargado de monitorear el proyecto, acordó una “solución inusual”: encender un conjunto de cuatro propulsores de respaldo que no se habían utilizado desde 1980. Increíblemente, luego de estar 37 años sin uso, funcionaron, lo que permitirá extender la vida del Voyager 1 entre dos y tres años más.
Esta sonda es el único objeto interestelar creado por el hombre y su hermano gemelo, el Voyager 2, actualmente se encuentra en rumbo hacia allá para sustituirle. Además, ambas naves cuentan con un disco dorado con sonidos, imágenes y mensajes de la Tierra, siendo el único registro de la humanidad que podría quedar en miles de millones de años.