UN SORBO AMARGO DE SOL
Es tu ausencia un puñal clavado en mi voz
herida que salpica de silencio las palabras
árbol de pájaros azules
en medio de la pradera imaginaria de los sueños
por un pedazo sombrío de la tarde
asoma un sorbo amargo de sol
campanario de agua
que repica en la mirada del ocaso tu nombre
atrapados en los cubículos de las sombras
tres ruiseñores de sal
estampan en las paredes del olvido
tu nombre
Domingo Acevedo.