Aquí los medios de comunicación sólo
ven violencia cuando el pueblo hastiado de tantos abusos y promesas incumplidas,
se lanza a las calles a protestar por que es la única manera que este estado
corrupto puede escucharlo y estos bárbaros de los medios de comunicación, los
noticiarios, programas de panel, y comentaristas, que una vez fueron parte del pueblo pobre y oprimido
y hoy porque tienen una posición privilegiada conseguida muchas veces a costa
de vender su conciencia y su dignidad reniegan del pueblo de donde proviene y que
son complacientes con los ladrones y asesinos que nos han desgobernados en
estos últimos cuarenta y tantos años de mal llamada democracia, en la que se
han robado el país y han entregado lo que queda de él a las multinacionales y a
las mineras, para que terminen de saquear lo que ellos han dejado.
Hay que decir, hay que gritar bien
alto que bandoleros son los que desde el estado se roban los sueños y las
ilusiones del pueblo, los que les han estafado la esperanza de una vida mejor, son los que se hacen ricos a
costa de la pobreza de la gente común, esos sí son bandoleros y asesinos, ya
que con sus acciones fraudulentas condenan al pueblo condenan a mucha gente a
la pobreza, al hambre extrema, a que mueran por enfermedades previsibles, esos
sí son asesinos, apoyados por el ejercito y la policía nacional, represivos y abusadores,
que van a las protestas a disparar a matar, a ahogar en sangre el derecho que
tiene la gente común a reclamar su derecho a vivir con dignidad, derecho este
negado por los gobiernos de turno.
El gobierno y todas sus
instituciones están corrompidos hasta los tuétanos, al pueblo no le queda otro
remedio que despertar de su sueño de miseria y organizarse, unirse para
destruir este sistema de injusticia, ya sea por elecciones o por la lucha popular y revolucionaria.
No olvidemos que los bandoleros
están en el gobierno, la policía nacional y el ejercito, la iglesia católica,
los empresarios y los medios de comunicación, es contra ellos que el pueblo
debe enfilar sus cañones para destruirlos una vez y por todas.
Domingo Acevedo.
Nov/13