un misil que debió estallar en
Gaza
a travesó mi corazón
y se estrelló en el lado oscuro
de mi memoria
donde un niño Palestino
jugaba con la luz de la
alborada
cada pedacito de su cuerpo
destrozado
salpica de sangre
la conciencia de un mundo
que indiferente ve pasar su
funeral
Domingo Acevedo.