DE CHOFERES DEL TRANSPORTE PUBLICO Y LOS CONSTANTES AUMENTOS DE PASAJES.
Los chóferes y las federaciones a las que pertenecen se han convertido en enemigos de la población pobre, que ante la incapacidad del gobierno para resolver el problema del transporte, se ven obligados a usar ese medio para llegar a sus lugares de trabajo, para ir a sus casas o hacer algún tipo de diligencias.
Los chóferes y sus federaciones no son dueños del país como dice el gobierno, pero si son dueños absolutos de las calles, de las cuales se apoderan ante la mirada indiferente de las autoridades que no hacen nada por poner en orden a estos promotores de la anarquía, del caos y el desorden.
Los usuarios del transporte público se sienten impotentes ante las constantes vejaciones y abusos a los que son sometidos por cobradores y chóferes de las guaguas voladoras. Son constantes las agresiones de estos individuos mal educados y a veces con actitudes delincuenciales contra los pasajeros, que no tienen a donde ir a reclamar el derecho a ser respetados por quienes se benefician de ellos.
Otro aspecto es como manejan, estos se desplazan a altas velocidad por las calles y avenidas de la capital y el país en franca competencia por tomar un pasajero, poniendo en peligro la vida de los pasajeros mismos, de los transeúntes y demás chóferes, esta forma de conducir por estos energúmenos del transporte ha causado innumerables pérdidas de vidas humanas.
Los constantes aumentos del pasaje ha creado en la población un sentimiento de repudio hacia los chóferes y sus federaciones, que en vez de unirse al pueblo y sus organizaciones sociales, para presionar al gobierno para que revise la ley de hidrocarburos, prefieren por cualquier motivo o excusa es aumentar el pasaje o negociar algún tipo de prebendas con el estado.
El pueblo no aguanta más aumentos y especialmente el del pasaje, que hace sangrar a diario el bolsillo de las personas, creo que los chóferes y sus federaciones deben junto al pueblo y sus organizaciones sociales buscarle una salida a esta problemática, están compelidos a ello o a seguir perdiendo la simpatía de la población.
No quitamos culpa a este gobierno abusador corrupto y mentiroso, que ha manejado a su antojo y beneficio la ley de hidrocarburos, pero la población parece no entender que cuando el petróleo a veces baja, el gobierno sube el precio de la gasolina y sus derivados, que cuando sube, suben pesos y cuando baja, bajan centavos, es bueno hacer notar que este gobierno maneja muy bien la publicidad y ha sabido mantener engañada a gran parte de la población.
No al aumento del pasaje, sí a la lucha, sólo la unidad nos llevará a la victoria, a los chóferes no le queda otro camino que unirse al pueblo o seguir siendo sus enemigos.
Lucha popular contra los aumentos criminales.
DOMINGO ACEVEDO.