miércoles, septiembre 24, 2025

EL ÚLTIMO SHOW DE CHARLIE KIRK.



Once días después de ser asesinado, a Charlie Kirk, el joven activista de la ultraderecha yankee lo terminaron de exprimir con un mega evento funerario realizado en el Farm State de Arizona. Donde concurrieron cerca de cien mil ciudadanos blancos, puros y republicanos de la Unión Americana.

Al estadio solo pudieron entrar 73 mil seguidores de Kirk, todos rigurosamente controlados por la policía y los servicios de seguridad. Dentro del estadio enormes paneles de vidrio blindado antibalas separaban a Trump y los altos referentes republicanos de la gilada.

Y es que a Charlie Kirk lo mandó al patio de los callados uno de ellos mismos. No fue un islamista iraní, ni un radical de izquierda , ni un chavista venezolano, ni un afroamericano o un inmigrante latino en vías de deportación.

Tyler Robinson, de 22 años, el francotirador homicida, es blanquito, mormón, conservador, republicano y adicto a las armas de fuego como toda su familia.
Concurrían habitualmente a la iglesia mormona del Condado de Washington en Utah. Condado donde viven 35 mil personas, la mayoría blancos, por supuesto.

De allí salió Tyler Robinson la mañana del miércoles 10 de septiembre a matar a Charlie Kirk. No se despidió de su novio, (porque tenía novio el Tyler, que esto no salga de Facebook por favor) llevaba con él uno de los fusiles de su abuelo paterno, el que tenía la mejor mira telescópica.
Horas después con un único y certero disparo terminó con la vida de Kirk... Irónicamente justo cuando el activista de ultraderecha elogiaba la libre portación de armas en un evento político en la Universidad de Utah.

En el último show del finado Charlie Kirk todos se olvidaron que el asesino es un blanquito de derecha como todos los presentes.
Habló la viuda de Kirk, la ex miss Arizona Erika Kirk de 36 años, perfectamente maquillada y con pestañas extralargas lloró lo justo y necesario para no arruinar su decoración facial.
Perdonó a Tyler Robinson por su joven e inocente blancura republicana... Si hubiera sido negro, árabe o latino dudo que lo hubiese perdonado.

Después Trump remató la ceremonia diciendo que él jamás perdona a sus adversarios, que los odia a más no poder y que les desea lo peor del mundo, en un mensaje lleno de paz y amor.
Y así se terminó el largo y tedioso show de despedida de Charlie Kirk.
Ultimado el miércoles 10 de septiembre por Tyler Robinson, uno de los suyos.

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