
“Debemos encontrar formas para los gazatíes que sean más dolorosas que la muerte.”
— Amichai Eliyahu, ministro de Patrimonio de Israel

Es la expresión desnuda de un proyecto colonial, racista y deshumanizador.

Israel no busca “defenderse”: busca aniquilar la dignidad, la identidad y la vida del pueblo palestino.
No le basta con matar: quiere destruir todo lo que hace humano a quien resiste.
En definitiva, busca exterminar al pueblo palestino y borrar todo rastro que recuerde su existencia.

Netanyahu no es el problema.
Es solo el rostro visible de un sistema enfermo de odio, supremacismo y fanatismo ideológico.

El problema es el sionismo colonial que lo sostiene, lo precede… y lo sobrevivirá si no lo frenamos.

Quien justifica esto, calla ante esto o coopera con esto…
es cómplice del crimen.