He ido recolectando mis palabras
a través del tiempo
para poner en tu frente
madre
una corona de flores y estrellas
ciguapa que habita a la sombra de los flamboyanes
dormidos en el viento
cuyos pasos se pierden en las noches
queriendo alcanzar la luna
hija de la lluvia
y el bosque
heredera de los amaneceres
y el rocío
mujer que me llevo durante nueve meses
en su vientre
alimentándome de su fortaleza
y su ternura
y con dolor
un día profético de noviembre
antes del amanecer
de una nueva década
me trajo al mundo
para que pudiera ver con mis ojos
el horror
y pudiera testimoniar con mis palabras
la pena ancestral de nuestros abuelos
esclavizados en las plantaciones
de algodón y caña
en donde a pesar de la crueldad del amo
en las noches
las tamboras repican libertad
y anuncian en secreto
la huida de los esclavos al quilombo
Sept/2021
Domingo Acevedo.
A mi madre Consuelo Acevedo.