viernes, abril 07, 2017

¿Es el gas el motivo de la guerra siria?


La guerra en Siria continúa. Pero apenas sabemos algo más. Las cifras de víctimas, aunque los medios y los organismos internacionales sigan haciendo un extenso uso de ellas, son manipuladas por unos y otros. La imparcialidad y la seriedad de algunas organizaciones que aportaban este tipo de información, como el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en Londres, han sido sólidamente cuestionadas. En todo caso, lo que sí sabemos es que el país están siendo arrasado, las víctimas son elevadas, así como el número de refugiados, y la sociedad civil está quedando sepultada bajo los escombros.
En esta situación, las tensiones entre Turquía y Siria, motivadas por unos obuses sirios que cayeron en territorio turco, primero, y por la escalada de hostilidades turcas después (aviones civiles sirios interceptados, ataques contra suelo sirio y desplazamiento de tropas a la frontera), echa más leña al fuego. El gobierno turco ha expresado en varias ocasiones su deseo de atacar a Siria y ha pedido, infructuosamente hasta ahora, el apoyo de la OTAN y de las potencias occidentales en una intervención militar.
Occidente parece que apuesta por una “guerra de desgaste”, pero no es cierto que esté asistiendo de forma pasiva al desarrollo de los acontecimientos. Además de las sanciones económicas contra Siria, Occidente está participando activamente en la guerra contra el régimen de Bachar Asad.
Según el geógrafo y experto en cuestiones geopolíticas Manlio Dinucci, “las imágenes de los edificios de Damasco y Alepo, devastados por poderosos explosivos, no deja lugar a dudas de que no fue obra de simples rebeldes, sino de soldados profesionales infiltrados”. Dinucci recuerda que, según el Daily Star, “unos 200 especialistas de un escuadrón de elite del SAS británico (Servicio Especial Aéreo) han estado operando desde hace meses dentro de Siria, junto a unidades estadounidenses y francesas”. Dinucci sigue explicando que “las tropas de choque están compuestas de grupos islamistas armados (hasta ayer etiquetados como ‘terroristas’ por Washington) procedentes de Afganistán, Bosnia, Chechenia, Libia y otros países”. El Guardian, por su parte, ha informado que en el grupo de Abu Omar Al-Chechen las órdenes se dan en árabe, pero luego son traducidas al checheno, el tayik, el turco, un dialecto saudí, el urdu, el francés y otras lenguas.
Con pasaportes falsos, los combatientes se han reunido en las provincias turcas de Adana y Hatay, fronterizas con Siria, donde la CIA, según Dinucci, ha establecido centros militares de entrenamiento. Las armas vienen principalmente de Arabia Saudí y Catar que, como en el caso de Libia, también han enviado fuerzas especiales. Siempre según Dinucci, el comando de operaciones está localizado a bordo de barcos de la OTAN en el puerto de Alexandretta. Mientras tanto, en el monte Cassioum, en la frontera con Siria, la OTAN ha creado una nueva base de espionaje electrónico, además de la base de radares de Kisecik y la base aérea de Incirlik, todas ellas en territorio turco.
En Estambul se ha creado un centro de propaganda, donde disidentes sirios formados por el Departamento de Estado de EEUU fabrican noticias y vídeos que son difundidos por canales de satélite.
Con todo esto, puede decirse que Occidente y Turquía ya están en guerra con Siria.
Pero Dinucci sostiene que el objetivo principal de esta guerra no es derribar a Asad para sustituirle por un régimen de derechos humanos.
En julio de 2011, Siria, Irán e Irak firmaron un acuerdo para construir un gasoducto que, en 2016, debería comunicar el campo iraní de Pars —el más grande del mundo— con Siria y, a través de ella, con el Mediterráneo. Siria, donde se ha descubierto otro gran yacimiento cerca de Homs, podría convertirse en un centro de corredores de suministros energéticos alternativos a los que atraviesan Turquía y siguen rutas controladas por compañías estadounidenses y europeas.
“Esta es la razón —afirma Dinucci— por la que quieren atacar y ocupar Siria”. Y añade que los 129 parlamentarios turcos que se han opuesto a una guerra contra Siria y las miles de personas que se han manifestado en contra de la “intervención imperialista en Siria” saben que esta es la razón de fondo del cerco a Siria.
Fuente: Syria: NATO sets its sights on gas pipeline, de Manlio Dinucci.
Comparte esto:

Archivo del blog