El primero que pondré como
ejemplo es el caso de dos profesoras que cierran el aula donde ellas dan clases
y ponen a pelear dos niños, se hacen
participe de la pelea y la disfrutan, por desgracia para ellas alguien filmó la
pelea y subió el video a la red, supongo que esas profesoras están presas y
expulsadas del magisterio.
El segundo es un profesor que pone
a dos estudiantes a echar carreras en motores, uno se accidenta y muere.
El tercero es que varias niñas
encierran a otro, la golpean salvajemente, la niña muere antes de llegar al hospital.
Estos tres casos deben ser
investigados a profundidad para sancionar de manera ejemplar a los profesores
de esos centros educativos.
Estos tres acontecimientos que no
son los únicos ponen de manifiesto los niveles de violencia que vive la
sociedad dominicana y lo mal que anda nuestro sistema nacional educativo,
especialmente el estatal en donde la mediocridad de una buena parte del
profesorado pone en entredicho la autoridad que estos deben tener en las aulas,
muchos de esos maestros sin vocación no les interesa si sus estudiantes
aprenden o no aprenden, si hay o no hay disciplina, estos sólo van a justificar
de la manera más cómoda el salario que devengan.
U
rge la necesidad de hacer una revolución educativa de verdad, no la que
pregona Danilo Medina en la voz del secretario de educación sino una revolución
educativa que rescate nuestros valores éticos y morales, nuestra identidad como
nación, nuestros valores culturales e histórico y sobre todo fundamentada en el
amor y la solidaridad que conduce a las sociedades a vivir en paz y armonía.
Que además son las herramientas
fundamentales para forjar una sociedad consciente capaz de superar la mediocridad,
el oportunismo y el clientelismo político
derrotando de esa manera a la clase política dominicana corrupta que ha hundido
en la pobreza y la dependencia del sistema financiero mundial imperialista a nuestro país.
Domingo Acevedo
Marzo/16