Los principios de la Unión Nacional
de Estudiantes Revolucionarios, UNER, no permiten que oportunistas y traidores
que medran a la sombra del estado, los organismos de seguridad del estado y la
Universidad Autónoma de Santo Domingo, estén hablando de escribir su historia y recomponerla en la Sede, si hace tiempo negaron los principios revolucionarios
por lo que esta fue creada y hasta en algún momento la combatieron como es el
caso Roberto Reyna que creó el GEI para dividirla y enfrentarla cuando la UNER le negó el apoyo en sus
aspiraciones a ser rector de la universidad Autónoma de Santo Domingo.
La historia de la Uner ha sido
escrita con sacrificios y sangre y no permite a los que un día fueron y hoy no
son porque están arrodillados al sistema que ahora estén reivindicando su
nombre, la historia hace tiempo los desautorizó.
Ser Unerista es ser sinónimo de revolucionario
Domingo Acevedo.
Enero/16