Hoy el mundo se lamenta de los muertos ocasionados por los atentados terroristas en París, pero ignoran el drama de los civiles sirios que mueren todos los días productos de la guerra provocada por occidente en ese país, país prácticamente destruido por la actitud imperialista Norteamericana y sus colaboradores europeos que han ensangrentado esa región, desde Iraq, Afganistán, Libia y ahora Siria.
Lloremos los muertos franceses y no olvidemos el genocidio que se comete a diario en Siria y entendamos que la paz es el respeto al derecho que tienen los demás países a forjar su propio destino al margen de injerencias de otros países que se creen los dueños del planeta.
Cada acción genera una reacción, por lo que no pretenda nadie creer entonces que si tira piedras, les tirarán flores.
Domingo Acevedo.
Nov/15