Musa el francotirador: El 'emperador' de Kobani que se metió en la cabeza del Estado Islámico
Publicado: 2 oct 2015 22:07 GMT
Musa el francotirador: 'Imperador' de Kobani que "se metió en la cabeza" del Estado Islámico / AFP \ Bulent Kilic
Solamente un hombre se pudo meter, literal y metafóricamente, en la cabeza de los combatientes del Estado Islámico durante los meses que duró el asedio de la ciudad siria de Kobani. Se llamaba Heval Hardem, también conocido como 'Musa el francotirador'.
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Musa, de 26 años, nació en Irán, en el Kurdistán oriental, y se unió a las Unidades de Protección Popular (YPG) kurdo-sirias hace tres años. Luchó en Kobani desde el primer día hasta el último, formando francotiradores cuando no estaba protegiendo a los combatientes kurdos en la zona, informa el portal Business Insider. "No importa la brutalidad de la guerra, todavía hay reglas. El Estado Islámico no tiene reglas y no sigue los códigos de la guerra", dijo el francotirador a los medios kurdos.
Musa fue una parte esencial de la lucha kurda contraDaesh (Estado Islámico) en Kobani. Durante cuatro meses, se trasladó continuamente de casa en ruinas a casa en ruinas, proporcionando protección y matando a tantos combatientes enemigos como fue posible. "Una vez caminé kilómetros solo para matar a un único combatiente del Estado Islámico", dijo el kurdo.
El combatiente, que había abatido a cientos de enemigos, fue asesinado en Kobani a principios de este año. Un voluntario italiano identificado como Marcello de la Brigada Internacional del Kurdistán sirio, una unidad compuesta de voluntarios occidentales que luchan contra el Estado Islámico en Siria, escribió en memoria de Musa: "En la ciudad cuando éramos pocos y Daesh ocupaba la mayor parte de los edificios, el francotirador era el rey (...). No podíamos ni siquiera levantar la cabeza por el temor de ser alcanzados por disparos de francotiradores. Entonces vino Hardem".
"Si los francotiradores eran los reyes en Kobani, entonces Hardem era el emperador. Cada vez que ocurría un problema, Heval Hardem era el hombre al que llamar primero. Luchaba día y noche, y después de un tiempo Daesh supo de su hazaña. Muchos de nosotros estamos vivos gracias a él", agregó Marcello.