5 de septiembre, en el día
internacional del mujer indígena, elevemos nuestras voces por nuestros
derechos.
No podemos seguir viviendo de espalda a nuestros pueblos originarios, a
sus ilusiones y anhelos de que les sean reconocidos sus derechos ancestrales a
las tierras donde históricamente han vividos y que el hombre civilizado les ha
ido arrebatando para construir sus grandes y modernas ciudades, para construir
enormes presas, para apacentar su ganado
o para grandes proyectos agrícolas o mineros, obviando que ellos como seres
humanos tienen derechos consagrados en la declaración universal de los derechos
humanos.
Los gobiernos del continente no
deben seguir ignorando esa realidad y deben hacer todo lo necesario para que
nuestros indígenas vivan en paz en sus lugares de origen y se les garantice el respeto a sus tierras, a
sus costumbres y leyes ancestrales.
Los estados deben garantizarles su seguridad y sobre todo su dignidad como
seres humanos, están obligados a frenar
los crímenes cotidianos que se cometen contra ellos y la impunidad con que
operan terratenientes, agricultores, buscadores de oro, empresarios y el propio
estado.
Ya basta, es hora de actuar, ya que en este momento
seguro, es agredido algún indígena o alguna comunidad indígena en alguna lugar
del continente, no guardemos silencio elevemos nuestras voces contra la
impunidad y avancemos hacia la unidad de todos los pueblos originarios de Baya
Yala.
Domingo Acevedo.
Sept,/15
Foto tomada de la red.