Estados Unidos de Norte América y
sus aliados con la invasión y la guerra
que libraron contra Saddam Husein les
quitaron a los iraquíes la esperanza de crecer en el futuro que ellos hubiesen
forjado en su lucha contra la dictadura de Saddam.
Ahora después de la destrucción y
la fragmentación de ese país acosado por las guerras tribales, la juventud
crece sin esperanzas, en un país caótico, marcado por el dolor, el luto y la
lucha entre grupos que se disputan el
control de país.
Domingo Acevedo.
junio/15