Debemos recordar a la iglesia católica
dominicana que deje su doble moral, que
el abuso a menores y el encubrimiento y protección
a los padres abusadores, como han hecho aquí y en otras partes del mundo es un crimen de lesa humanidad, que dejen la alharaca
por lo de la aprobación del aborto terapéutico, que no es un crimen sino una solución ante una
encrucijada que se puede presentar y a la que hay que dar salida de la mejor
manera.
Domingo Acevedo.