La muerte es una realidad
abrumadora a la que uno nunca se acostumbra, ella convive con nosotros, es
parte de nuestra cotidianidad, la llevamos a donde quiera que vamos, es nuestra
compañera, duerme con nosotros y nos acompaña hasta el último aliento de
nuestras vidas.
pero su dolor es tan inmenso que
cuando vemos morir a las personas que amamos, nos deja aturdidos en los infinitos espacios de la tristeza y el
llanto.
Domingo Acevedo.
Nov/14