La lluvia
llegó temprano
invadió el
bosque con su temblor repentino
azotó pájaros
y mariposas
acalló el
canto de los insectos
sorprendió a
los sapos trasnochados
en el
camino de regreso a sus guaridas
y obligó a
los duendes a guarecerse
en las
claras habitaciones del alba
oscurecidas
por el paso lento del agua
que al
pasar va llenando de escarchas las horas en que los niños
en los bohíos
se acurrucan junto a los fogones
para que el
frío no les hiera la piel con sus cuchillos de plata
Domingo
Acevedo
Junio/13