Hay dos momentos en
que uno siente que la pobreza duele más, la primera es cuando no se tiene para
comer, y la segunda cuando te enfermas o se enferma alguien de tu familia y
tienes que vivir la realidad que viven miles de dominicanos y dominicanas, que
por desgracia tienen obligatoriamente que ir a un hospital publico, donde te
espera un medico (hembra o barón) que por lo general te trata con desprecio,
sin ninguna cortesía, muchos de ellos piensan que les están haciendo un favor a
los pacientes, que a ellos no se les paga por el servicio que brindan.
Te examinan de mala
gana y algunos hasta te insultan y te indican un sin numero de análisis, muchas
veces innecesarios que sí tu no tienes el seguro estatal no puedes hacértelo y
la mayoría de los pobres en el país no tienen ese seguro ni ningún otro, además
de indicarte una lista de medicamentos que por los altos precios de la medicina
en el país, tampoco puedes comprar y ni pensar en los medicamentos de la
boticas populares ya que no son confiables. Yo soy de los que dicen que lo que
se hace para los pobres no sirve, esta
realidad que vives en los hospitales públicos te golpea de tal manera que te
aniquila, te frustra y te destruye emocionalmente.
Lo que hace la gente común
es que no van al medico, para qué, para oír un diagnostico, mejor me quedo en
la casa y me tomo un te de hojas, a ver si me sano es lo que dicen muchos y los
que tienen enfermedades renales, algún tipo de cáncer, diabetes y enfermedades coronarias
crónicas entre otros tipos de enfermedades lo que hace es que se dejan morir,
ya que por los costosos de la dieta y los tratamientos se les hace imposible
cumplir con ello.
He visto personas
morir en hospitales, por no tener cinco mil pesos y esos es un crimen ya que el
estado debe garantizarle la salud al pueblo pobre y desgraciadamente no es así.
Domingo Acevedo.
Junio/13