“No en nuestro nombre”: 154 judíos y judías uruguayas entregaron una carta a Presidencia en la que solicitan romper relaciones con Israel
Dos días después de que el presidente de la República, Yamandú Orsi, diera su primer discurso en la Asamblea General de Naciones Unidas y dijera que “el objetivo central de las guerras actuales pareciera ser el exterminio”, se entregó en Presidencia una carta firmada por 154 judíos y judías uruguayas en la que solicitan, una vez más, romper relaciones diplomáticas con Israel por la “sanguinaria ofensiva militar” del ejército de ese país en la Franja de Gaza, que “escala día a día, materializando una verdadera limpieza étnica sobre territorio palestino”.
“En esta declaración exigimos al gobierno que nuestro país obre con la dignidad, humanidad, integridad, y la determinación que el derecho internacional dispone ante el ya incuestionable genocidio que el Estado de Israel perpetra sobre el pueblo palestino”, comienza la carta a la que tuvo acceso la diaria.
Expresan que las resoluciones adoptadas por Naciones Unidas votadas por Uruguay, que exigen un alto al fuego en Gaza, “son dramáticamente insuficientes”. “Exigimos que nuestro país actúe a la altura de las circunstancias, con acciones concretas para detener el genocidio en curso. Son miles de niños y adultos que mueren día a día, cada instante cuenta y trae las noticias y las imágenes de nuevos crímenes”, afirman.
Es por eso que piden romper relaciones diplomáticas, comerciales y militares con Israel “hasta que se logre detener el genocidio y se garantice el derecho del pueblo palestino a vivir en paz y libertad, en su tierra, sin ocupación y respetando su derecho inalienable a la autodeterminación”.
“Que los responsables paguen por los crímenes de guerra, que son contra el pueblo palestino y contra la humanidad toda”, demandan. “Una vez más decimos Nunca Más: esperamos y exigimos una respuesta contundente de los pueblos y los estados ante el flagrante exterminio que Israel está realizando del pueblo palestino, y los cómplices que no lo detienen”, concluyen.
El 13 de agosto, 78 de los judíos y judías uruguayas que firmaron la carta ya habían adherido a una declaración pública en referencia a la situación en Medio Oriente. Uno de los voceros de esta acción conjunta, Alejandro Jorysz, dijo a la diaria que con esa primera declaración buscaban “romper con la voz hegemónica que se maneja del judaísmo en el Uruguay respecto al genocidio que está ocurriendo en Palestina por parte de Israel”.
En la plaza Independencia, entre carteles que rezaban “No en nuestro nombre”, Jorysz consideró que cumplieron el objetivo de “instalar que hay más de una mirada de los judíos”, la cual “no es unánime”. “Israel no representa a los judíos, hay judíos que estarán afín con la política de Israel y con la idea del Estado de Israel, pero no hay un vínculo directo o estricto entre que Israel represente a todos los judíos del mundo”, señaló.
“Hoy estamos justamente haciendo entrega de ese texto a la Presidencia de la República para que sea tenido en cuenta nuestro pronunciamiento que, a su vez, permitió que algunos judíos uruguayos más se enteraran de esta existencia, que se sintieran representados y duplicamos las firmas que habíamos presentado”, apuntó. Pasaron de 78 a 154 firmas.
Consultado sobre el discurso que pronunció Orsi en Naciones Unidas, en el que dijo que “el fin nunca, nunca justificó los medios” y que “toda guerra es criminal, sin importar dónde ocurra, sin importar el dios que se invoque para justificarla”, Jorysz dijo que, si bien se “puede condenar masacres, exterminios” y decir que se está en contra, en realidad “en este momento, desde hace dos años se precisan acciones concretas que tengan una intención real de detener, de hacer lo que está al alcance”.
Mónica Wodzislawski, firmante, activista de derechos humanos y prima de Diana Maidanik, una de las Muchachas de abril, contó a la diaria que, en lo personal, sintió el “mandato” de sus ancestros que murieron por el holocausto judío de que “nunca más se manifieste” algo así “cuando están haciendo un genocidio con otro pueblo, por parte ni más ni menos que del gobierno de Israel”.
Sobre el aumento de personas que firmaron, expresó que hubo gente que adhirió a la carta “con el dolor de ser repudiada por su familia, de ser víctima de la agresividad de su propia familia, que los tratan de antisemitas”.
En ese sentido, explicó que las críticas al Estado de Israel por sus acciones en la Franja de Gaza y Cisjordania y el antisemitisimo “son conceptos totalmente diferentes”. Se refirió a que hay quienes sostienen “un relato mentiroso” basado en que portar una bandera palestina, preocuparse por Gaza y por la Flotilla Global Sumud “es ser antisemita”, lo cual dijo que no es así, y que “va en contra de la libertad de expresión”.
Movilización en Torre Ejecutiva.
Fernanda Aguirre, secretaria de Derechos Humanos del PIT-CNT, habló unos minutos antes de hacer entrega de la carta, y agradeció “la dignidad, el coraje, la valentía” de la actitud de quienes se pronunciaron en contra de las acciones de Israel. “No son cómplices de este genocidio”, afirmó y apuntó que “están siendo tan perseguidos como cualquier activista por el pueblo palestino”.