Su padre, un perseguido político de la dictadura de Francois Duvalier, emigró de Haití con su familia a la vecina República Dominicana en el año de 1958 donde ejerció como profesor de francés.
Desde muy joven, Jacques se interesó por la literatura , profesando a través de ella un profundo amor y respeto por las dos naciones que formaban la isla de Quisqueya o Hispaniola.
Realizó una labor docente y participó activamente en la vida literaria dominicana de comienzos de los años sesenta, vinculándose a grupos como "Arte y Liberación" del pintor Silvano Lora.
Su producción poética se encuentra dispersa en diarios y revistas de la época, mientras que el Frente Cultural, agrupación constitucionalista constituida en la “Zona Rebelde”, publicó póstumamente su obra:
“Permanencia del llanto”, publicada en aquellos días inmediatamente posteriores a la Guerra del 65, fue, junto a “El viento frío” (1967) de René del Risco Bermúdez y “Los inmigrantes” (1969) de Norberto James, uno de los poemarios esenciales de la modernidad dominicana.
Por desgracia, a sus contemporáneos no les fue fácil semejante lectura, por la tranquilidad de espíritu que la misma requería y lo reciente que había sido la conclusión de la Era de Trujillo (1961), el derrocamiento de Juan Bosch (1963) y la misma Guerra (1965).
“Permanencia del llanto” sucumbió frente a la tragedia de su autor.
Al ser recordado por sus contemporáneos, se valoraba más su compromiso personal que sus propuestas poéticas.
Al estallar el conflicto bélico conocido como Guerra de abril de 1965, rebelión que propugnaba por el retorno al poder del derrocado presidente Juan Bosch, se unió decididamente a las fuerzas rebeldes, formando parte del comando B-3.
Cayó abatido en plena Revolución de Abril, el 15 de junio de 1965 por el estallido de un mortero disparado por las tropas de ocupación. Contaba apenas 23 años de edad.