Querida
comunidad de Avaaz:
Puede que este sea el correo más importante que haya escrito jamás.
Hace tiempo, un científico partió a hacer su recorrido anual por el
océano Ártico ruso para observar cómo unas nocivas columnas de gas metano
salían borboteando desde el interior del océano. No era la primera vez.
Ya había visto cientos de ellas de más o menos un metro de ancho
expulsando a la atmósfera un gas 50 veces más dañino para el clima que el
dióxido de carbono. Pero esta vez, cuando se encontró la primera, no se
lo podía creer. Había crecido hasta convertirse en una gigantesca columna
de gas de un kilómetro de
ancho entrando en
nuestra atmósfera. Continuó navegando y se encontró otra columna igual, y
otra, y otra más. Había cientos de ellas.
Esto podría ser justo lo que nos habían advertido los expertos. A medida que la tierra se calienta, genera "puntos de
inflexión" que aceleran el calentamiento de forma descontrolada. Con
las subidas de temperatura, se derrite el hielo del océano Ártico,
destruyendo el gigantesco 'espejo' blanco que refleja el calor y lo
devuelve al espacio. Esto lleva a un mayor calentamiento del océano, que
hace que a su vez se derrita más el hielo, y así sucesivamente, en una
espiral sin freno. En 2014, todas las mediciones se salieron de las
gráficas -- fue el año más cálido de la historia desde que hay registros.
Podemos parar este proceso si actuamos
juntos y con urgencia. Ante esta pesadilla para nuestra supervivencia,
tenemos la oportunidad de luchar por un futuro mejor para nuestros hijos
y nietos: un mundo más verde, limpio y en sintonía con la tierra que nos
ha dado la vida.
Nos quedan solo 5 meses hasta la Cumbre de
París, reunión que determinará el destino de los esfuerzos mundiales
por combatir el cambio climático. Parece mucho tiempo, pero no lo es.
Tenemos 5 meses para
conseguir que nuestros líderes acudan a la cita, reciban nuestro plan de
acción y rindan cuentas. Somos nosotros contra las
grandes petroleras, los cínicos y los pesimistas.
Podemos ganar, debemos hacerlo, pero tenemos que darlo todo en la cumbre
de diciembre.
El pesimismo
ante el cambio climático es inútil y paralizante. El tiempo se acaba, es
verdad, pero está
absolutamente en nuestras manos frenar esta catástrofe. Basta con
dirigir nuestras economías (dependientes del petróleo y el carbón) hacia
otras fuentes de energía. Este cambio nos unirá como nunca antes,
generando un compromiso profundo y una red de cooperación para proteger
nuestro planeta. Es una hermosa posibilidad y el tipo de futuro que Avaaz
quiere impulsar a toda costa. Afrontar este problema va a requerir
cabeza, corazón y altísimas dosis de esperanza. Este es el plan:
1. Impulsar
Nuestros Éxitos -- ¡El G7 se
acaba de comprometer a que la economía global deje de depender de los
combustibles fósiles! Son grandes noticias -- y, si conseguimos que
decenas de países se suban al carro en los próximos meses, ¡el mundo
entero podría acordar adoptar este ambicioso objetivo en la cumbre de
París como hoja de ruta hacia un futuro limpio!
2. Movilizaciones
Masivas -- La Marcha
Ciudadana por el Clima, encabezada el año pasado por nuestra comunidad,
fue un gigantesco elemento de cambio en el juego político. Así que, el
día antes de que los líderes mundiales lleguen a la Cumbre, vamos a
volver a la calle con más fuerza, audacia y ambición todavía, con marchas
por el clima multitudinarias en París y en todas partes para demostrarles
que la gente de todo el mundo les exige que vuelvan a casa con un acuerdo
climático bajo el brazo que haga historia.
3. Presionar a
Hollande -- El
presidente francés, François Hollande, presidirá la cumbre de París, un
puesto que le otorga un gran poder. Necesitamos que presione a favor de
un acuerdo altamente ambicioso. Se ha reunido con representantes de Avaaz
en dos ocasiones y salió de ambos encuentros prometiendo trabajar duro
por un acuerdo sólido, pero debemos asegurarnos de que no dé marcha atrás
cuando las cosas se pongan difíciles.
4. Ir un Paso Más
Allá -- La dimensión
de esta crisis exige que vayamos más allá de las técnicas de campaña
convencionales. Es hora de articular acciones no violentas, fuertes y
directas que cautiven la imaginación, transmitan la urgencia del momento
y animen a la gente a actuar. La marcha por el clima fue el primer paso.
Para dar el segundo, pensemos con la mentalidad que desencadenó el
movimiento de los estudiantes chilenos, el 15-M y Occupy.
5. Definir el
Acuerdo -- 195
gobiernos en una habitación pueden resultar inútiles incluso ante una
catástrofe planetaria. En mitad de la maraña de complicadas
conversaciones políticas, tenemos que definir las líneas rojas del
acuerdo y que la prensa y la política se organicen en torno a ellas.
Nuestro enfoque principal: el compromiso claro de alcanzar un mundo sin
emisiones de carbono, impulsado por energías 100% limpias. Eso es lo que
pondrá a la industria de combustibles fósiles sobre aviso y hará que la
inversión privada migre hacia las energías renovables de forma masiva.
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