sábado, abril 19, 2025

LA LUCHA ES COSA DE TODOS LOS DIAS.











 

Los de siempre.





















 

Los que ya no están.

Los que ya no estan los combatientes eternos por la libertad del pueblo Dominicano.

























 

MÉXICO: EL PAIS QUE LLORÁ A SUS HIJOS PERO CANTA A SUS AS£SlN0S...



Por Oscar Salado
En la Feria del Caballo Texcoco 2025, no sólo se rompieron guitarras y bocinas; se d£snudó, una vez más, la her¡da abierta de un país que idolatra al verdugo y convierte al cr¡m¡nal en ídolo de altar.
Luis R. Conriquez, uno de los intérpretes más conocidos de los llamados “corridos bél¡cos”, decidió, valiente o estratégicamente, dejar de cantarlos.
Y el público no se lo perdonó: lo cast¡garon como si hubiese traicionado una religión.
Los asistentes no fueron a escuchar música: fueron a venerar al cr¡men organ¡zado, exigieron con violencia el rezo que conocen de memoria: canciones que glorifican fus¡les, jefes de plaza, “levantones”, secu£stros, ases¡natos, c0bro de piso, exigieron que se les devolviera su mitología moderna, esa donde el bien es malo y el malo es bueno, poderoso y respetado.
El “¡corridos, corridos!” que coreaban como mantra era más que una petición: era una súplica para que su demente fantasía volviera a envolverlos.
¿Qué clase de sociedad reacciona con furia porque no le cantaron a la mu£rte?
La respuesta es incómoda: una sociedad que ha aprendido a normalizar y admirar al criminal en un país donde ser honesto es una condena a la pobreza, el narco aparece como la única figura de "poder" visible, cercana, temida y respetada, aunque sea la más excretable, y los narcocorridos son su propaganda, su evangelio.
La culpa no es del artista, ni del promotor, ni siquiera del joven que arroja una silla al escenario en su frustración: la culpa es de todos. Porque permitimos que el crimen se convirtiera en aspiración, porque fallamos como sociedad al dejar que generaciones enteras crezcan creyendo que tener un cuerno de chivo y un carro de lujo es más digno que tener una carrera universitaria. Porque mientras un médico gana 20 mil pesos al mes, un sicario gana lo doble en una semana. Y eso se canta... Y eso se baila.
Hay quienes dirán que los corridos son cultura. Y es cierto: son cultura de mu£rte; cultura de impunidad, cultura de “mejor ser deleznable que ser pobre”.
Y cuando un artista decide dejar de alimentar ese monstruo, el monstruo ruge, exige, rompe y devora.
Luis R. Conriquez decidió decir “ya no”. Y por eso lo l¡ncharon simbólicamente. Como si fuera un tra¡dor, como si atentar contra la música que glorifica al asesino fuera un crimen más grave que los miles de homicidios que esa música normaliza.
México tendra que elegir: o sigue cantando balas y llorando mu£rtos, o empieza, aunque sea a susurros, a cantar algo distinto.
Pero mientras las canciones del n4rco sigan sonando más fuerte que las voces de las madres buscando a sus hijos desaparecidos, este país no tendrá redención: Sólo aplausos para el verdugo y baIas para el que se atreve a callarlo.

Tomado de Facebook.



DOMINGO ACEVEDO, POESIA

La lucha contra las mineras, es una lucha de todos

miércoles, abril 16, 2025

La tragedia del Jet Set, Rep. Dominicana.

 No fue el techo... Se nos cayó la vergüenza



Aquí no solo se cayó un techo...
Se desplomó un país de costumbres débiles.
Se derrumbó la cultura del "eso aguanta".
Se vino abajo el "a mí no me toca revisar eso". A mi qué me importa esa vaina"

Y quedó al desnudo lo que por años hemos normalizado:
El riesgo, la chapucería y la indiferencia.
Porque el techo del Jet Set no cayó por una simple grieta en el concreto...
Cayó porque hemos normalizado el riesgo.
Cayó porque hemos bendecido la chapucería.
Cayó porque nos acostumbramos a decir "eso no es mi problema"... hasta que nos toca.

Esto no es una tragedia aislada. Es el resultado de una enfermedad social:
La cultura de lo provisional hecho eterno.
La mentalidad del relajo disfrazado de viveza.
El país donde se improvisa primero y se lamenta después.

Aquí el peligro está en los techos, en los puentes, en las escuelas, en las calles, en las fronteras...
Pero también está en la mentalidad de muchos.
Porque el problema no es solo el concreto que se parte...
El problema es el corazón social que se ha agrietado de tanto abandono: vino Leonel, Hipólito, Danilo, Abinader y adividen qué? RD sigue huerfana



El juicio no será solo al dueño.
Será a todos nosotros:
A los que firman sin ver.
A los que cobran sin supervisar.
A los que construyen sin ética.
A los que callan por costumbre.
A los que trafican, alquilan, emplean ilegales
A los que cruzan un semáforo rojo.
A los que manejan bajo el efecto del alcohol.
A los que cada día violan la Ley, aún a costa de poner en riesgo la vida de los demás.

Sobreviviré, claro qué sí
Contigo, respetando las leyes
Contigo, alzando la voz.
Contigo, denunciando al corrupto, al ladrón.
Contigo, levantando nuestro orgullo patrio.

Una RD unida, jamás será vencida 





 
Tomado de Facebook.

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