A los que nos dueles esta nación, no debemos olvidar nunca que somos Dominicanos, que la claque política, empresarial, militar y religiosa que nos gobierna no les interesa el futuro de la nuestra patria.
Por eso permiten la corrupción y el robo de los recursos del estado, para
ellos su Dios y su patria es el dinero, por eso entregan nuestras riquezas a
las multinacionales criollas y extrajeras y permiten por dinero la invasión
lenta, pacífica y sostenida de haitianos al país, mi discurso no es de odio, ni
racista contra los haitianos, ni patriotero, sino realista, de alerta.
Los haitianos deben resolver sus problemas en Haití, no en la Rep.
Dominicana que no puede cargar con su pobreza porque al final terminaran las
dos naciones en las mismas condiciones de miseria y abandono.