Hoy el apagón me ha permitido disfrutar de un cielo lleno de estrellas y una hermosa luna llena. Desde donde vivo puedo ver las luces distantes de la ciudad, y las del puerto infinitamente iluminado como una afreta a nosotros, que vivimos eternamente apagados, también ahora puedo ver las luces de los barcos anclados no se porque difusa razón en el mar Caribe.
Esta noche he invocado el fantasma de mi niñez perdida en los laberintos del tiempo, corriendo descalza por el camino real, vestido de estrellas y sombras hacia algún lugar del pueblo perdido en la memoria.
Pero los apagones no son poesía, son una cotidiana realidad a la que yo me rebelo, por que no puedo acostumbrarme a los malditos apagones de las de 12 horas, es por eso que maldigo mil veces a este gobierno criminal y abusador, a Celso marrazini y a las edes, malditos sean mil veces, espero que un día puedan pagar por tantos abusos cometidos contra el pueblo Dominicano, yo esperaré paciente ese día, se que llegará, necesariamente llegará.