Hablar de separación y no de independencia es una forma sutil de negar la grandeza de la obra liberadora de Duarte y los Trinitarios.
No nos separamos de Haití, así como los otros paises del continente se independizaron de los colonizadores Europeos, nosotros nos independizamos de un país que nos invadió y por veintidós años nos mantuvo subyugado.
Pero además, es en ese momento de nuestra historia que nacemos como República libre e independiente, con un escudo, una bandera y un himno, es desde entonces que somos orgullosamente Dominicanos.
Muchos negadores del pensamiento Duartiano quieren minimizar la epopeya llevada a cabo por los Trinitarios, pregonando a los cuatro vientos que no nos independizamos, sino que nos separamos de Haití.
Y sí, nos independizamos de Haití en el 1844 y durante casi doce años tuvimos que luchar contra ellos para afianzarnos como país soberano.
Fue 24 de enero de 1856 en la batalla de Sabana Larga cuando los Dominicanos pusimos fin a las pretenciones de los haitianos de unificar la isla.
Y cuando Pedro Santana y su grupo de traidores en el 1861 anexaron el país a España, reafirmamos nuestra independencia con la restauración de la República en el 1865.
Los Dominicanos somos un país de hombres y mujeres valientes que hemos sellados con nuestra sangre nuestro derecho a ser libres e independientes, así lo hemos demostrado dos veces en el siglo pasado en el 1916 y el 1965 en la lucha contra el invasor norteamericano.
Abajo los traidores y vende patria.
No a los naz/ionalistas.
vivan Duarte y los Trinitarios.
Domingo Acevedo.
Julio/2024.