Por:
Joel Rivera.
Bienvenido
a mi patria Jean- Baptiste
poeta
de dos alas: la tuya y la mía.
Hay una isla con olor a sol y a esclavitud, con
dos lenguas distintas pero una misma historia y un mismo calvario. De aquel lado
está Toussaint, Dessalines y Boyer; de este lado Duarte,Sánchez y Mella. De
aquel lado Duvalier, Namphy yManigat; de este lado Santana,Lilís y Trujillo. De
aquel lado Jacques Roumain y Jean-Fernand Brierre; de estelado Pedro Mir y
Manuel del Cabral. De aquel lado Jean Price-Mar; de esta lado Juan Bosch.
Pero de ambos lados, sin líneas divisoras ni fronteras, está Jacques Viau con
sus versos y su fusil.
Jacques Viau Renaud fue un poeta haitiano quien en la guerra de
abril de 1965 se unió a las fuerzas rebeldes, formando parte del comando B-3, para
enfrentar las botas invasoras que derrocaron el gobierno constitucional del profesor Juan Bosch. Pero
el 15 de junio del mismo año, en medio del fuego cruzado, un mortero lanzado
por las tropas de ocupación le segó la vida, con apenas 23 años cumplidos.
Jacques Viau no muriópor Haití, su
patria materna, nicayó
abatidodefendiendo la parte española de la isla, su patria adoptiva; Jacques
Viau muriópor la libertad del hombre,
libertad que en ese momento histórico la encarnaba la rebelión del pueblo dominicano: la libertad deuna isla con
olor a sol y esclavitud. El poeta no se
inmola pensando en los laureles que trae la posteridad ante un sacrificio como esteni
para que se develizara una estatua con su nombre, porque sabía de antemano que
la sangre derramada en las revolucioneses asfalto de ingratitud y olvido: por
eso en estos versos se pregunta:
“(…)¿Qué es el hombre
combatido?
Nadie lo recuerda.
Lo visten los trapos.
Lo arrojaron en la parte
trasera de la casa
y allí
con los residuos
un guiñapo se amontona.
Las llamas se extinguen.
Se arrinconan los hombres en
una sola sombra,
en un solo silencio,
en un solo vocablo,
en un llanto solo
y cuando todo sea uno,
uno el llanto y el vocablo uno
no habrá paz sobre la tierra.
¿No habrá paz?
Y aquellos que dictaminaron el
destino del hombre,
los que jamás contaron con los
sumisos,
amasarán con sangre su propia
podredumbre.
¡No habrá paz!
¡Llanto para quebrar el llanto,
muerte para matar la muerte!”
¿Por qué entonces enemistar a dos pueblos hermanos,
siameses de la misma esclavitud, miseria
y explotación?Como hijo de Duarte defiendo
la sentencia168-13, manzana de la discordia, creo que todo país soberano
tiene el derecho de establecer las políticas migratorias que juzgue
pertinentes.Sin embargo, el conflicto dominico-haitiano de estos últimos días
va más allá de una simple sentencia, que como abogado que soy,además de
palabreador, puedo decirles, que esta pieza jurídicamañana puede ser derogada
por una ley, otra sentencia o desplazada por una jurisprudencia; porque las
leyes establecidas enuna sociedad determinadason coyunturales, no son eternas.
El problema con el hermano Haití es, que después de ser la colonia más prospera
de Francia, y donde se aplicó la más sangrientaesclavitudde las establecidas en
el Caribe, hoy día este pueblo explotado y empobrecido por las grandes
metrópolis se ha convertido en la
vergüenza de sus tres máximos explotadores: Francia, Estados Unidos y Canadá, a
tal punto que tras conversaciones
soterradas lo han declararlo como país
no viable.¿Qué quiere entonces la comunidad internacional y un sector oscuro de la clase política
haitiana?Que un pueblo como el nuestro, con las mismas desigualdades sociales,
con los mismos barracones, las mismas cañadas, las mismas casas de hojalata y
techos de cartón, los mismos niños callejeros, las mismas niñas prostitutas, la
misma falta de oportunidad y ascenso social, la misma discriminación, el mismo
desempleo, los mismos políticos corruptos y los mismos empresarios
explotadores, carguemos en nuestros famélicos hombros a diez millones de hermanos haitianos que son muertos civiles en
su propio territorio, sin documentos de identificación, sin esperanza, sin
futuro.¿Por qué Haití se ha convertido en una vergüenza para aquellos países que
nos acusan de racistas y xenófobos? La repuesta a todas estas interrogantes la
responde el poeta Jean- Baptiste en estos versos:
“Después
de ordeñarla
durante
más de dos siglos
-imposible
de huir la leche-
la vaca
no tiene más leche”
Al igual que su compañero caído, defendiendo
nuestra bandera tricolor,MarckensonJean- Baptiste ha hecho de esta patria su
pedazo de suelo. ¿Qué fuerza mueve a este joven poeta a abandonar la lengua de
Rimbaud, de Mallarmé, de Sartre, de Víctor Hugo y Simone de Beauvoir para
escribir en el idioma de Cervantes? La misma fuerza que
atrajo a esta parte de la isla a su compatriota JacqueViau: la búsqueda de una
tribuna y una lengua distinta para decirle al mundo que:
“Al otro lado del sol
La oscuridad consigue su libertad
Oscureciendo el llanto
Sofocando la voz
Carbonizando los sueños
(…) Al otro lado del sol
Sobreviven dos gemelas:
Nada y Nadie”.
Nada y
Nadie, eso es Haití y R.D. para la comunidad internacional, no importa
el orden de quien es Nada o quien es
Nadie, porque “Ante el fuego somos negros todos”, dice el poeta. Eso somos,
decía nuestro Francisco Domínguez Charro: “un pedazo de jungla
flotante”“Unegod, oneaim, onedestiny (Un dios, un objetivo, un destino), decía
Marcus Garvey, “Nuestro color es nuestra patria/, digo yo, “préstame tu piel,
poeta hermano, para cuajar mi sangre/déjame beber en tu pasado para encontrar
mi nombre”
Marckenson Jean-Baptiste, al igual que Jacques
Viau es un poeta social, “SOBRESATURADO” de impotencia y rebeldía vuelca en estos
versos su desesperanza:
“Malditas lágrimas del cielo
que odia la sed de mi suelo
deshidratado
donde las semillas al fondo
mueren en silencio
en las tripas de las hormigas
Una verdad roja que brilla a mi
espada.
Malditas lágrimas del cielo
que siguen fluyendo sobre la
cara del río
que nunca está triste:
siempre está llorando.
No llores por las casas sin
techos.
No llores por mis hermanos
que duermen
con los ojos abiertos
sobre el lecho de la leche en
polvo”.
A pesar
de sujuventud, y la audacia de escribir en un idioma en el que no domina por
completo la sintaxis y su léxico es visiblemente reducido, no tengo la menor
duda de que cuando saque del discurso poético la rabia enquistada en su
juventud rebelde y se “aplatane” en nuestro idioma, será un gran poeta; pues
domina las tres herramientas principales de este difícil arte de hacer versos:
la sensibilidad, la intuición y la palabra.Una muestra de lo que le tiene
reservado el parnaso literario a este joven rapsoda,es la calidad de estos
versos:
“Mañana estaré de viaje;
no sé cuándo regresaré
si te pierdes te encontraré
en la puntuación del verso”.
Sé,
también, que su discurso poético hubiera sido más rico si hubiese escrito este
poemario en su lengua materna, pero escogió la nuestra, con la que decimos
Dios, Patria y Libertad. Entonces,
bienvenido a nuestra isla Jean- Baptiste, poeta del mundo, porque yo pregunto con la voz ahogada:
¿Quién dijo que existe una frontera?
si tu historia y mi historia se escribieron
con el mismo abecedario
si tu sangre y mi sangre son gotas
coaguladas sobre el mismo calvario
si tus tobillos y mis tobillos arrastraron
las mismas cadenas.
¿Quién dijo que existe una frontera?
si tus mujeres y las mías parieron en las
mismas cloacas
si tus hijos y los míos están unidos por el mismo cordón de la
miseria
si somos cimarrones de la misma guerra.
¿Quién dijo que existe una frontera?
si tus
hombros y mis hombros cargaron los mismos martirios
si tu espalda y mi espalda están
talladas con las mismas torturas
si tú eres un Bozal sin esperanza y yo un
Ladino sin bandera.
¿Quién dijo que existe una frontera?
si el Masacre lo pasamos con los mismos
pies descalzos
si sangraron nuestras llagas por las mismas
heridas
si resistimos las mordidas de las mismas
sanguijuelas.
¿Quién dijo que existe una frontera?
si
el sable que atravesó tu pecho
atravesó mi alma
si la máscara que estranguló tu habla se tragó la mía
si tu amo era mi amo, si hicimos la misma
travesía.
¿Quién dijo que existe una frontera?
si llegamos
apilados en Le Ródeur,
si
cantamos juntos “Tunganma lambe
lon”(En otros sitios no se conoce tu nombre)
si llevamos en el vientre la misma braza de
candela.
¿Quién dijo que Aranjuez nos separó
que Basilea cambió el color de nuestras
pieles
que el
plomo de mi sangre no es tu sangre
que tu bemba ceniza no es mi bemba.
¿Quién dijo que existe una frontera?
siOgou es mi Petró y Marimet mi Anaisa Pié
si mis luases imploran a tus luases
si mis muertos viven al lado de tus
muertos.
¿Quién dijo que existe una frontera?
si tus huesos son mis huesos
si somos gemelos con la misma suerte
si somos siameses con la misma muerte.
Muchas
gracias.
11/06/14
Presentación
del libro Sobresaturado, del poeta
Marckenson Jean-Baptiste