En 1991, dos alpinistas alemanes encontraron un cuerpo asomando entre los glaciares de los Alpes de Ötztal, en la frontera entre Austria e Italia. Lo que parecía un excursionista extraviado resultó ser una momia natural de más de 5.300 años: Ötzi, el Hombre de Hielo. Su hallazgo se convirtió en una cápsula del tiempo sin precedentes sobre la vida en la Edad del Cobre europea.
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jueves, julio 31, 2025
Ötzi, el Hombre de Hielo
La llamaban “vampira”.
En algún lugar del norte de Polonia, una joven fue enterrada hace más de 400 años con una hoz de hierro cruzando su cuello y un candado en el pie. Quienes la sepultaron no querían que descansara en paz: querían asegurarse de que no regresara.
Un viaje milenario que revela que el finés, estonio y húngaro nacieron a miles de kilómetros de Europa
Un viaje milenario que revela que el finés, estonio y húngaro nacieron a miles de kilómetros de Europa: Un sorprendente estudio publicado en la revista Nature ha cambiado radicalmente nuestra comprensión del origen de las lenguas urálicas. Durante años se pensó que idiomas como el finés, el estonio y el húngaro se originaron cerca de los montes Urales en Rusia, pero ahora los investigadores han confirmado que provienen de una región mucho más remota: la Siberia nororiental, en el área de Yakutia. Este hallazgo profundo revela que hace entre 4 500 y 11 000 años surgió una población ancestral portadora de una señal genética distinta, que luego migró hacia Occidente llevando consigo su lengua. modernamente, esta señal genética aparece en pequeñas proporciones en hablantes de lenguas urálicas, entre el 2 % y el 10 % en estonios y finlandeses, y en menor medida en los húngaros. es una conexión genética que solo comparten los pueblos urálicos y está ausente en quienes hablan lenguas indoeuropeas.