sábado, agosto 23, 2025

la Nube de Oort.

 



Cuando hablamos de los límites del Sistema Solar, solemos pensar en Plutón o en la helada región del cinturón de Kuiper. Pero más allá, en la lejanía, se extiende una esfera hipotética y colosal: la Nube de Oort.

Se trata de una región esférica formada por una inmensa cantidad de cuerpos helados que, según los modelos astronómicos, rodea al Sistema Solar a distancias que van desde unas 2 000 hasta más de 100 000 unidades astronómicas del Sol (es decir, hasta más de un año luz de distancia). Aunque nunca hemos podido observarla directamente, su existencia se deduce de un hecho clave: los cometas de periodo largo. Estos objetos, que tardan cientos de miles de años en orbitar al Sol, parecen provenir de una reserva remota y difusa, y la Nube de Oort es la explicación más sólida que tenemos.
Propuesta por el astrónomo neerlandés Jan Oort en 1950, esta gigantesca esfera cósmica se considera el último gran vestigio del nacimiento del Sistema Solar. Se piensa que contiene trillones de pequeños cuerpos helados, restos de la formación planetaria, que fueron expulsados hacia la periferia por la gravedad de los planetas gigantes.

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