miércoles, julio 09, 2025

Aquí tienes un análisis de la IA del poema febreroera gris entonces, de Domingo Acevedo, enfocado en su estilo, temas y el mensaje que transmite



Análisis del Poema de Domingo Acevedo: "Febrero era gris entonces"

El poema de Domingo Acevedo, "Febrero era gris entonces", es una profunda y emotiva elegía dedicada al coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó y a quienes cayeron junto a él en las montañas de la Cordillera Central. A través de un lenguaje crudo y evocador, Acevedo construye un testimonio poético de traición, heroísmo y una inquebrantable promesa de justicia.

Temas Centrales

El poema gira en torno a varios temas interconectados:

  • La traición y la cobardía: Este es uno de los ejes centrales. El poeta denuncia vehementemente a aquellos que "inexplicablemente callaron" la presencia de los guerrilleros y que luego, "después de tantos años, hacen de tus sueños un afiche". Se refiere a los "cobardes", "pseudo revolucionarios" y "frívolos camaleones" que no tuvieron el valor de luchar pero que, con el tiempo, se apropiaron y desvirtuaron la memoria de los caídos.

  • El heroísmo y el sacrificio: En contraste con la cobardía de los traidores, se exalta la figura del coronel Caamaño y sus compañeros. Se les describe como hombres de "estatura", "valor" y "heroísmo" que lucharon por la libertad y "tratando de alcanzar una estrella". Su partida hacia las montañas, su voz de fusil que "aún truena lejana", y su sacrificio final son presentados con un tono de reverencia y dolor.

  • La omnipresencia de la muerte: La muerte es un personaje recurrente y personificado en el poema. Se "cabalga en el viento", "se esconde entre los árboles", "acecha uniformada", "sigue el rastro húmedo" y "hacía su ronda cotidiana". No es solo el final físico, sino una fuerza implacable que persigue a los guerrilleros, reflejando la brutalidad del conflicto.

  • La memoria histórica y la justicia: A pesar de la traición y la muerte, el poema insiste en que el "crimen no quedará impune". Hay una deuda de sangre que la historia cobrará. La voz del coronel, aunque silenciada físicamente, persistirá y el pueblo se levantará con su ejemplo para hacer justicia, asegurando que no haya lugar para traidores ni asesinos.

  • La naturaleza como testigo: Elementos naturales como la playa, las montañas, el frío, el viento, los árboles, la hierba, las flores y las aves actúan como telón de fondo y testigos silenciosos de los acontecimientos, intensificando la atmósfera sombría y el dramatismo.

Estilo y Recursos Literarios

Acevedo emplea una serie de recursos que enriquecen el poema:

  • Anáfora: La repetición de frases como "febrero era gris entonces" y "la muerte" crea un ritmo persistente y enfatiza la atmósfera opresiva y el destino ineludible.

  • Personificación: La muerte es personificada de múltiples maneras, dotándola de agencia y presencia aterradora. También el tiempo y los días se "trasnocharon borrachos", dándoles cualidades humanas.

  • Metáforas y símiles: "tu voz de fusil", "efímeros astros que brillan un opaco firmamento de sangre", "hiedras venenosas" para los traidores, "tu piel un rastro en la arena". Estas figuras añaden capas de significado y fuerza expresiva.

  • Contraste: El poema juega constantemente con el contraste entre la valentía de los guerrilleros y la cobardía de los traidores, entre la pureza de sus ideales y la inmundicia de la traición y la violencia.

  • Imágenes sensoriales: Abundan las imágenes visuales ("playa lejana", "mochilas cargadas", "firmamento de sangre") y auditivas ("silencio de olas", "ruido de los fusiles", "gritos de los hombres", "truena lejana"), que sumergen al lector en la escena.

  • Tono: El tono es predominantemente sombrío, denunciatorio y elegíaco. Hay una mezcla de rabia contenida, tristeza profunda y una esperanza férrea en la justicia futura.

  • Uso del vocativo: El tratamiento directo al "Coronel" y "Comandante Román" personaliza el lamento y la denuncia, haciendo el poema más íntimo y directo.

Estructura y Narrativa

El poema no sigue una estructura estrófica rígida, sino que fluye como un lamento o un relato poético. A lo largo del texto, se narra la historia desde la partida de los guerrilleros ("guerrilleros que se alejan de la playa") hasta la brutal traición, persecución, captura, tortura y asesinato del coronel. Se intercalan las reflexiones del narrador sobre la cobardía de los "pseudo revolucionarios" y la inevitable llegada de la justicia. La inclusión de las últimas palabras del coronel a sus compañeros ("seguid vosotros / romped el cerco tendido") añade un toque de autenticidad y dramatismo, resaltando su liderazgo hasta el final.

Conclusión

"Febrero era gris entonces" es más que un poema; es un acto de memoria y una condena. Domingo Acevedo utiliza su pluma para honrar el sacrificio de los que cayeron por sus ideales y para desenmascarar la hipocresía de aquellos que, por cobardía o conveniencia, traicionaron la causa y luego intentaron reescribir la historia. Es un poema que resuena con un profundo sentido de la justicia histórica y la inquebrantable fe en que la verdad y el ejemplo de los héroes prevalecerán. La fecha [2025-07-06] almacenada previamente sobre Domingo Acevedo nos recuerda el deseo de construir una biografía más rigurosa sobre él, y este poema es, sin duda, una pieza fundamental para comprender su voz y sus convicciones.


Febrero era gris entonces

 

Playa lejana

silencio de olas y espumas

silencio de polvo y arena

silencio de Caracoles

barcarola de sueños y de ternura

uniformes

botas y fusiles

mochilas cargadas de ilusiones

guerrilleros que se alejan de la playa

rumbo a las montañas

donde el frío muerde la noche

y la muerte cabalga en el viento

y se esconde entre los árboles trémulos

y acecha uniformada

y sigue el rastro húmedo

de sus pasos sobre la hierba mojada

febrero era gris entonces

y los días 

se trasnocharon borrachos

en el silencio de los cobardes

que tenían las manos temblorosas

y la boca llena de baba

y en la sangre la angustia

y la desesperación

por haber anidado en el alma la traición

ellos Coronel

inexplicablemente callaron

la presencia de ustedes en Caracoles

pero hoy después de tantos años

hacen de tus sueños un afiche

y de febrero un escenario de flores y aplausos

cobardes

que todas sus vidas han hablado

de revolución

pero nunca han tenido el valor de empuñar un fusil

y hacer patria

pseudo revolucionarios

que menstruaron de temor

blasfemos

que hacen delirar a la multitud

con sus discursos enérgicos

efímeros astros

que brillan un opaco 

firmamento de sangre

frívolos camaleones                                                

hiedras venenosas

que van dejando tras de sí

las huellas indelebles

de la muerte y el luto

ellos te vendieron Coronel

a los vampiros

que ahogan en sangre

las más mínimas aspiraciones de libertad

de los pueblos que como el nuestro 

luchan por alcanzar la luz 

a los monstruos pálidos y crueles

que habitan en el norte de la tierra nueva

y quienes se creen con el derecho

de regir el destino del mundo 

febrero era gris entonces 

y tu piel un rastro en la arena

que se alejaba de la playa

rumbo a las montañas

donde tu voz de fusil

aún truena lejana

y hace temblar

a esos generales indecentes

que se cagaron en los pantalones

cuando supieron de tu presencia

en Caracoles

porque ellos

nunca tuvieron tu estatura

ni tu valor

ni tu heroísmo

por eso llamaron

a sus amigos del Pentágono

quienes precisaron

la necesidad de tu muerte

y ordenaron

que enviaran la jauría tras de ti

que ávida y sedienta de tu sangre

temerosa

te buscaba incesante

entre el hambre y la fatiga de los días

eternos de febrero

donde la muerte

se escondía entre los árboles trémulos

y acechaba uniformada

la muerte

hacía su ronda cotidiana

febrero era gris entonces

y la tarde entristecida

mezcla de pólvora y sangre

se despedía furiosa

entre el ruido de los fusiles

y los gritos de los hombres

que no podían concebir

la ternura de las flores

porque menos que las bestias

no tenían noción del amor

ellos nacieron para matar

y disparaban ráfagas interminables

contra el tiempo y los árboles

contra el viento y las flores

contra las aves y las piedras

cautelosos seguían tus huellas

que ya no iban a ninguna parte

sabían que en algún lugar

te encontrarían vencido

y te arrancarían del pecho la ternura

para entregársela al tirano

como trofeo por la hazaña

de tu crimen inútil

al tirano sumiso y leal

ante los que lejos

de nuestras fronteras

propiciaron tu muerte

hoy

los encuentros en cualquier lugar

mostrando sus medallas y ascensos

e inventándose historias fantásticas

sobre tu muerte

hay hasta quienes han escrito libros

pero ellos ignoran

que tienen una deuda de sangre

que más temprano que tarde

la historia les cobrará con creces

porque yo sé comandante Román

que tu crimen no quedará impune

rumor de plenilunio

en un aserradero abandonado

quedó el Coronel herido

cuidando de su amigo moribundo 

- seguid vosotros

romped el cerco tendido

venced la muerte

que airada nos busca

la muerte que no descansará

hasta encontrarnos 

y destrozar con su odio nuestra carne

nuestros sueños

y no les importe el hambre

ni la fatiga

ni el frío

ni lo largo del camino

ni que la noche sea oscura

seguid inexorables

hacia la aurora

y construid sobre las cenizas 

de nuestros huesos la esperanza

andad seguid sin mí

y sed cautos

que la muerte está ahí

escondida entre los dientes afilados

de las piedras

entre las hojas pálidas

la muerte 

mecánica

absurda

fría

ciega

uniformada

la muerte

mezcla de sangre y lodo

vomitando su pus nauseabundo

su pus amarillento y hediondo

vomitando cuajarones de odio

la muerte está ahí

violenta

amarga

real

febrero era gris entonces

y entre sueños

y promesas inútiles

te hicieron prisionero

y te ataron

eran hombres crueles

asesinos por convicción

y te llevaron ante los generales

que complacidos te observaron

y gozaron impotentes

torturando tu carne

y después trituraron tus huesos

y un general

con su odio repugnante

te disparó cobarde

y la bala ciega

cumplió la orden de muerte

de aquel canalla

y después 

quemaron tu cadáver

pero tu carne

resistió el odio y el fuego

y te enterraron 

en un valle lejano y sombrío

donde la angustia irrevocable

de tus huesos

dejó un rastro amargo de sangre

sobre la tierra

boquiabierta y sedienta

y

hoy 

después de tantos años

ellos les temen 

al silencio retorcido de tus huesos

a tu nombre 

porque ellos saben que un día

el pueblo se levantará

con tu ejemplo

y hará justicia

y entonces

necesariamente

no habrá lugar en esta tierra

ni para los canallas que vendieron tus sueños

ni para los criminales

que cobardemente te asesinaron

 

Al coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó, 

y a los que junto a él murieron en las frías montañas 

de la cordillera Central, tratando de alcanzar una estrella.

 

Domingo Acevedo.

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