Por ellos la unidad es urgentemente
necesaria.
Aquí en la Republica Dominicana
se han editado importantes procesos unitarios muy variados y diversos y algunos
han dado los frutos esperados porque se concretizaron sobre objetivos comunes, sinceros
y solidos que a pesar de las diferencias políticas y personales de los
diferentes sectores que lo componían lograron alcanzar el éxito, porque por
encima de todo había un objetivo común que alcanzar.
Podemos citar un primer caso:
como fue el de Enriquillo y Sebastián
Lemba quienes cada uno por su lado
luchaban contra los esclavistas españoles en la isla de Santo Domingo, que
esclavizaban tanto a los indígenas, como a los negros traídos de África y que
en algún momento se unieron en la sierra del Bahoruco.
Aunque los esclavos africanos no
lograron liberarse del amo blanco, Enriquillo ya el ocaso de su raza logro
firmar un acuerdo de paz con los españoles, siendo Sebastián Lemba capturado y
asesinado tiempo después, la muerte de Lemba no logró aplacar la fuga de los
esclavos hacia los montes, llamadas cimarronadas.
Tenemos también el caso de los
Trinitarios y Hateros en contra de los invasores haitianos que dio al traste
con la Independencia Nacional.
También tenemos el capítulo de la
Restauración y la gran unidad que se
dio con una buena parte del pueblo dominicano opuesto a la Anexión de la recién
naciente República y la resistencia a
los anexionistas y el ejército español que nos dio nuevamente una patria libre
e independiente de toda potencia extranjera como era el sueño de Duarte.
Y por último citaré la unidad que
se dio entre militares y civiles en abril del 1965 por la vuelta de Juan Bosch al gobierno sin elecciones lo
que desató una guerra civil en principio y luego el 28 de abril se convirtió en
una guerra patria con la entrada en el escenario de guerra de las tropas Norte Americana
que invadieron el país en defensa de los golpistas.
Aunque no pudimos alcanzar nuestro
objetivo de devolverle el gobierno a Bosch, por lo menos el ejército más grande
y abusador del mundo no pudo doblegar la resistencia, el valor y la dignidad
del pueblo dominicano y se tuvo que firmar un acuerdo de paz entre las p artes
en conflicto.
Eso nos dice a nosotros que
cuando los pueblos se unen con objetivos claros y comunes no hay fuerza en el
mundo capaz de vencerlos.
Por lo que debemos hacer conciencia
de que la unidad es una necesidad impostergable si queremos rescatar nuestro país
del atolladero político, social y económico en que lo ha metido los gobiernos
del PLD,
Pienso que es con la unidad que
debemos reivindicar la sangre de nuestros héroes y mártires y darle a nuestro
pueblo la felicidad y el bienestar que se merece.
Domingo Acevedo.
Agosto/16