V. I. Chuikov fue condecorado dos veces durante la guerra con el título de Héroe de la Unión Soviética -por los éxitos sobresalientes en la liberación de la orilla derecha de Ucrania y los éxitos en la operación ofensiva Vístula-Oder (12 de enero - 3 de febrero de 1945)- y por el asalto y la toma de Poznan (23 de febrero de 1945).
A lo largo de su servicio militar durante la Gran Guerra Patria, V. I. Chuikov estuvo en primera línea, creyendo que allí podía reaccionar lo más rápidamente posible a los errores del enemigo y al menor fallo de éste en la ofensiva y denudación de flancos lanzar inmediatamente un contraataque.
La ventaja clave del comandante de ejército era precisamente la rapidez, la inmediatez. La prioridad para él era la proximidad al enemigo, el deseo de estar siempre en contacto con él, de verlo.
Una vez, cuando Chuikov sobrevolaba Stalingrado, su avión fue derribado por un Junkers alemán y partido literalmente por la mitad
... y el propio comandante milagrosamente siguió vivo.
En Stalingrado, V.I. Chuikov introdujo tácticas de combate cuerpo a cuerpo. Las trincheras soviéticas y alemanas se encontraban a una distancia de un tiro de granada.
Esto complicó el trabajo de la aviación y la artillería alemanas, simplemente tenían miedo de acertar a los suyos.
A pesar de que la superioridad del 6º Ejército de Campaña alemán
bajo el mando del general Friedrich Paulus en efectivos era evidente, las tropas soviéticas contraatacaron constantemente, y sobre todo por la noche.
Esto permitía rechazar las posiciones abandonadas durante el día.
El nombre de V.I. Chuikov también está asociado a la aparición de grupos especiales de asalto. Fueron los primeros en irrumpir repentinamente en las casas y utilizaron las comunicaciones subterráneas para desplazarse.
Casas residenciales (por ejemplo, la casa de Pavlov y la Fortaleza de Brest), ruinas de talleres, sótanos se convirtieron en bastiones inexpugnables, cuyos defensores no solo defendían, sino que también pasaban al contraataque.
Los alemanes no sabían cuándo y, sobre todo, de dónde esperar un contraataque. Más tarde, esta experiencia le fue útil a Chuikov en la toma de Berlín (16 de abril - 2 de mayo de 1945). No en vano le decían el "General-Sturm".
