No era un impulso temerario, sino un plan meticuloso que ponía su vida entera en juego. Había nacido esclavo, pero en su mente ya era libre.
–Douglass obtuvo documentos de identidad de un marinero negro libre para poder viajar en tren y barco sin levantar sospechas, según Britannica Kids.
Se puso el traje marinero tradicional: camisa roja, sombrero de lona y pañuelo negro anudado al cuello. En septiembre de 1838 incapaz de arriesgarse a comprar un billete en la oficina donde sería examinado, Douglass se subió a un tren en marcha y viajó desde Baltimore con destino a Havre de Grace, Maryland, a Filadelfia , Pensilvania, y luego a Nueva York donde finalmente se declaró libre.
Encontró un asiento entre otras personas negras liberadas.
Mientras el revisor revisaba los papeles en el tren, Douglass supo que "todo su futuro dependía de la decisión de este revisor". Al no mostrar rápidamente sus papeles, el revisor le preguntó :
Supongo que tienes tus papeles gratis, ¿no?
-A lo que respondí:
—No, señor; nunca llevo conmigo mis papeles de libre comercio cuando voy al mar.
—Pero tienes algo que demostrar que eres un hombre libre, ¿no?
«Sí, señor», respondí, «tengo un papel con el águila americana y eso me llevará alrededor del mundo».
El revisor echó un vistazo al periódico y continuó. Este fue el primero de muchos obstáculos que Douglass superaría en su camino hacia la libertad.
Tras su escape, se casó con Anna Murray, una mujer libre, y se establecieron en New Bedford, Massachusetts.
Pero no se detuvo ahí. Convirtió su fuga en bandera, su voz en lanza, y su historia en causa.
Se volvió uno de los mayores defensores de la abolición de la esclavitud, narrando con crudeza lo que significaba nacer encadenado y vivir con dignidad.
Escapó de las cadenas. Pero nunca escapó del deber de luchar por los que aún las cargaban.
(Red.)