domingo, marzo 31, 2019

ESPEJISMO DE LUNA LLENA, POESIA.

EL TÍO JUAN Y EL TÍO ALBERTO


Todavía el tío Juan y el tío Alberto
cabalgan paralelos hacia los pastos
de las distantes regiones del rocío
ellos habitantes de las remotas soledades del sur
arrean a prisa su ganado
hacia los esplendorosos amaneceres de abril
antes que mayo con sus días fatigados bajo la lluvia los alcance
y tienda sobre el mundo su red cristalina y transparente
atrapando en sus delgados hilos de plata el curso inefable del tiempo
entumecido por el hielo reciente del invierno
que bajo el sol implacable de abril se derrite
después de un siglo de olvido
todavía el tío Juan y el tío Alberto cabalgan en el tiempo
erguidos sobre sus monturas van marcando sus huellas
sobre las horas trémulas de estos amaneceres recién hechos
de rocío y estrellas
van reventando el aire con la furia de sus foetes
cuyo sonido arrincona al ganado en un galope desenfrenado
hacia los pastos de las regiones distantes del rocío
ellos habitantes de las remotas soledades del sur
no son más que fantasmas difuminados en el tiempo
un símbolo errante de nuestro pasado
que bajo los flamboyanes florecidos
todavía se pasean por los caminos perdidos de la memoria

FELIPE Y PIMPA


Felipe y Pimpa llegaron la Esperilla
como de un largo viaje
cuando el camino como un cristal
de soles florecidos se perdía en el horizonte
donde los duendes fabricaban colores
con los que pintan en mis pupilas
los crepúsculos de rutina
no recuerdo si era mañana o tarde
sólo recuerdo que llegaron
con tantas mariposas en el corazón


que entre sus dedos florecían las estrellas
todo su equipaje era la nada
todos sus sueños la tierra
llegaron desamparados
sin más cobija que el cielo
desnudos como el rocío
cargando sobre sus hombros
todo el peso de su destino
escapaban de un tiempo
tan amargo y antiguo
que doblegaba los sentidos
llenando la memoria
de cruces junto al camino
que se pierde entre los siglos
por eso la abuela Mamátita
al verlos tan tristes y desamparados
los abrigó en su regazo
y con tablas de palma y yagua
les construyó bajo el sol
un bohío

ALBORADA DE MARIPOSAS AZULES


No fui más que un niño que siempre anduvo perdido en sí mismo
en los conucos lejanos del abuelo Ismael
aprendí de la vida todo lo que sé hoy
fueron los potreros del tío Juan mi escuela
y en las lejanas regiones del rocío era donde podía mirarme al espejo
y encontrarme tal cual era
un niño hecho de ceniza y barro
con la mirada torva perdida en el infinito
que escribía todas las tardes en los pergaminos del viento
su historia envejecida en su dolor vegetal
fue toda mi alegría poder correr por el bosque
hasta cansarme y terminar de bruces
entre los arbustos mágicos de las tardes
hablar con los animales y los árboles
pasear en el viento más allá del horizonte
y regresar en las nubes al lugar de donde nunca partí
y encontrarme como siempre arrullado entre los brazos de mis padres
que me cubrían de la lluvia que con su corazón de azucena
iba dejando pedazos de cielo dormidos en mi piel
todas las tardes mi madre y yo nos sentábamos bajo la sombra del gran árbol azul
a mirar como los pájaros ebrios de clorofila
se escondían detrás de las murallas del horizonte
mientras una peregrinación de mariposas
ancladas en los ventanales del ocaso agonizaban en la mirada quimérica de un ángel
hoy no hay más alegría que este canto bajo esta luna de jade
por el camino del alba
las huellas del rocío se evaporan entre los pies descalzos de un sol precoz
que siempre en noviembre pasa de largo a esconderse entre los matorrales atardecidos de la distancia
alborada de mariposas azules
heridas por los puñales del otoño
todas la mañanas en el fogón doña Lola hierve jengibre que ofrece al paladar
para ahuyentar a los duendes del frío
y en algún lugar perdido en la memoria
Cató todavía fábrica con sus manos de ternura
los colores del amanecer
y en un rincón de mi alma
la abuela Mamá Tita recolecta los residuos perdidos de nuestro pasado
muchas veces ella y yo imaginábamos escuchar en la voz destemplada del viento
el lejano sonido de nostálgicas tamboras
grito de guerra
canto de amor
danza que en las noches aún nos libera del peso de una historia amarga
que escribieron con su sangre nuestros abuelos
para que mi voz
quinientos años después pudiera abrir las puertas que el tiempo creyó haber cerrado para siempre
nací en esta tierra que tiene el color del olor del topacio
donde los colores vegetales de la primavera se levantan como una ola
que inunda todos los rincones del bosque de mariposas
que al morir van dejando un rastro efímero de luz
en la mirada azul de la distancia
arco iris coagulado en una lágrima
por el camino real
el tío Alberto regresa de los pastos lejanos
parece flotar sobre la tenue oscuridad del atardecer
la tía Agustina en la ventana lo ve llegar
espera como siempre que él lleve las vacas a los corrales
se dé un baño
vaya a la ventana
le dé un beso
y luego se sienten todos en la mesa a cenar
todavía en las noches
mi padre como un fantasma
se pierde entre las sombras hacia las carboneras
a vigilar los hornos
para que el fuego no consuma los sueños
y así poder derrotar el hambre que acecha entre los resquicios de las horas más largas del verano
primavera insular
caserío perdido junto al bosque del olvido
flamboyán amarillo
anacahuita de cristal
bajo los limoncillos florecidos la tía Tatín con su escoba
arrincona contra los espejos de la tarde
las cenizas que deja el otoño en la mirada de la tía Aurora
que aún busca en su interior el camino de regreso al paraíso que nos robó la modernidad
ignora ella
que morirá arrinconada contra sus sueños
sin volver a ver el sol desde los ventanales primaverales del alba

POR EL OTRO LADO DEL CAMINO


Amanece,
en el cielo las estrellas se resisten a ceder su espacio al azul intenso del limbo
que las va apagando con sus manos aterciopelada, el alba borda de colores el horizonte
y el canto de los pájaros es un grito de alegría en el viento. Cantan los gallos
y el rocío en el pasto semeja un rosario de pequeñas diademas,
que se derriten con los primeros rayos del sol.


Por el camino real,
el olor a café se escurre en el viento más allá de los bohíos
y los caminos se van llenando de pasos
que se alejan hacia los conucos donde la esperanza florece
en las batatas,
los plátanos,
la yuca,
el maíz,
los gandules,
el mani congo,
el cocombro  
y las demás productos agrícolas que se cultivan en la Esperilla.


Por el otro lado del camino las vacas del tío Juan y el tío Alberto
se alejan hacia las lejanas regiones del rocío
y mi padre,
solitario leñador se pierde entre las trochas invisibles del tiempo,
hacia donde los sueños se deshacen entre las cenizas de los hornos vegetales
que arden más allá del alba.


Ya amaneció, un tropel de niños solitarios se alejan alegres por el camino,
hacia la única escuela del pueblo, en donde un maestro,
sin más herramientas que la ternura,
intenta describir con palabras el mundo de más allá de la alborada,
incrédulos los niños miran con lástima al maestro
que hace garabatos en la nada, tratando de dibujar máquinas increíbles,
que caminan solas, que vuelan y pueden navegar por los ríos y mares.


¿Qué es el mar profesor?
El mar, es una inmensa laguna que parece no tener fin,
con peces de colores,
calamares gigantes,
delfines juguetones
y ballenas migratorias que en las noches habitan en la luna.


¿Qué es un río profesor?
Es un largo camino de agua que lleva a ninguna parte
y de donde se extrae el agua que muchas personas beben.


Para los niños que han vivido toda su vida perdidos en su inocencia,
todo lo que el maestro les dice no era más que una absurda tontería,
para ellos su mundo se reducía a los conucos, los potreros y el bosque inmenso.
Más allá del sol que muere en el horizonte no hay más que árboles y pájaros fantásticos
y animales gigantescos que se tragan de un solo bocado a las personas.
Por eso nos está prohibido alejarnos más allá de los límites ancestrales.


Cuando los padres se dieron cuenta de que el maestro hablaba a los niños
de esas absurdas tonterías,
lo echaron del pueblo, él le dijo con pena,
que todo intento por silenciar la verdad era inútil,
no había remedio, no tenían a donde ir,
ya era demasiado tarde, la modernidad se los tragaría irremediablemente.


1-Detrás de lo espejos de tu alma
un fantasma en su eternidad agoniza


2-De tus labios enrededado en el viento
un relámpago de mariposas
perfuma de colores la distancia


3-Es una mariposa perdida en tu voz
el otoño


3-Ebria de soledad y ausencia
hace surcos de agua en tu ombligo
la luna


4-Trébol de agua
el sonido de la sangre
se ahueca en la mirada del viento


5-Son tus senos
dos tibias paloma que anidan en mis manos


Desnudo la soledad
beso el silencio
abrazo la ausencia
hago el amor a la quimera
tan distante


6-Canta el tiempo con su voz mineral
la quimera del tiempo


7-Es un espejo donde el viento se mira y rejuvenece
la distancia


8-Un pájaro herido por la ausencia
el horizonte


9-También sueñan como los Ángeles
las nubes


10-En la mirada de la ausencia palpita el olvido


11-Con su voz desnuda
en el hondo silencio del tiempo
canta la tambora
su origen



Caracol perdido en los latidos del viento
en su lentitud el tiempo no tiene prisa
y en el pulso del agua
la luz de la luna tritura las sombras de la tarde
cuando por el sendero
la noche lo arropa en sus sábana de terciopelo
y en el sueño
el silencio roba la claridad al día
para ponerla en sus ojos


QUIMERA DISTANTE.


Habitas en mis sueños
corres desnuda por los pasillos de mi alma
hasta las imaginarias habitaciones del alba
en donde te quedas para siempre en mi voz
mi voz que construye para ti un mundo de fantasía
quimera distante
flor de los Andes
ángel de tentación
mujer que traspasa el tiempo y la distancia
y se pierde entre las luces y la fantasía de la ciudad
busca entre los túneles de la noche un poco de amor



ÁRBOL DE SOMBRAS

Hace tiempo te esperaba
llegaste dormida en la luz de un relámpago
arropada en los sueños
vestida de silencio
descalza sobre la transparencia de mi voz
dejando tus huellas entre mis ojos
que te tocan
que te desnudan
que te acarician el pubis
que trepan hasta la cúspide imaginaria del placer
que se ahondan hasta el orgasmo en tu sexo
mis ojos que tejen en tu piel un vestido de música y flores
donde el alba es una luz que se desgrana en los latidos de la pasión
tu piel que deja entre mis manos el dulce sonido de tu aroma
que en la ausencia se deshoja en la tentación de lo prohibido
tu cuerpo desnudo lo dibujo en el nocturno lienzo del insomnio
y pongo dos alas en tu espalda
cierro los ojos
y estás a mi lado
aunque hace tiempo te alejas entre las brumas de la ausencia y el olvido
es allá
en los ignotos paraje de los recuerdos
donde esta amor como un árbol de sombras
germina
crece



ESPEJISMO DE LUNA LLENA.


En mi voz
tus senos resplandecen como el agua
bajo la luz de la luna
dos alas crecen en tu espalda
la noche es una flor que en tu piel renueva sus pétalos minerales
y en la vaguedad infinita de tus ojos
el mar pinta de pájaros azulmarinos el horizonte
temblor del viento detrás de los espejos aterciopelado de la alborada
libélula de cristal atrapada en los contornos luminosos de tus fantasías
y en la voz del deseo
dos tatuajes de sal se desnudan a la pasión
templos de leche
colinas de nata
pirámides de azúcar
amanece en tu mirada un sol ebrio de eternidad
y la luz
como un ángel de cristal líquido
danza en los límite de tu desnudez y se aleja
y junto a un camino de estrellas
en su génesis de humedad
el rocío se desvanece
y entre tus piernas
en noches de olvido y hastío
el fuego consume sueños placeres
tentación de lo infinito es el pecado de amar lo prohibido
torres de algodón
hondura de la nada es la distancia
que naufraga en la pesadumbre de la ausencia
canto de sirena
tibios pezones de miel
tu desnudez
ondula en mis recuerdos
como un espejismo de luna llena



PENSARTE TAN DISTANTE.

Pensarte tan distante
sentada en un trono de ámbar
mujer que habitas en mis sueños
equidistante de la ternura y la pasión
retenida entre las brumas del alba
diosa primaveral
enredadera luminosa que trepa por las paredes de mi voz
canto de amor
unicornio de cristal bajo las lunas de abril
estrella de azúcar derretida en la frente del horizonte
largo suspiro del mar que salpica de salitre las ciudades
atrapadas en la fantasía del neón
por sus calles de hastío
un fantasma herido por el tiempo
pregunta tu nombre a pálidos transeúntes
atrapado entre los espejos del olvido



Haití


Grito que desgarra la inocencia rota por el dolor
voces atrapadas bajos los escombro del llanto
ciudades incineradas
cuerpos mutilados
cadáveres atrapados en las enredaderas del viento
y detrás de los párpados heridos de la noche
la multitud azorada no despierta del horror
escarba entre los escombros
busca entre las cenizas un suspiro
hálito de vida
luz que palpita en la oscuridad de los días pasajeros
en la esperanza atrapada bajo los escombros
en las manos solidarias que remueven las piedras
buscando encontrar bajo las ruinas de la sangre
el corazón herido de la luz


DOMINGO ACEVEDO.



PERGAMINO DE LÁGRIMAS

Mi voz dibuja en un pergamino de lágrimas
un lejano horizonte de caña y sangre
en donde el tiempo acumula
en un rincón de mi alma
voces quebradas por el látigo

BARCOS NEGREROS


En su itinerario de horror
barcos negreros vomitan cadáveres en una mar de topacio
anidan en el viento voces quebradas por el látigo
trapiche oxidado por un dolor ancestral
areito fúnebre
batey desolado
aluvión sangriento
sudor que al tocar la tierra se convierte en sangre
miradas de sal derretidas por el sol
cadenas que atan a la quimera al canto de las luciérnagas
luna de que todas las noches llora sobre las ceibas
caminos de luto y gloria
cruces clavadas en el útero de la inocencia
corazas plateadas en donde se enseñorea la muerte
pasos que se pierden entre las sombras en donde se cobijan los sueños
pechos reventados por un rayo carnívoro
grito diluido en la memoria de una raza que se extinguió en su heroísmo
llora el tiempo en el pecho de la noche que el viento enlutece
isla perdida en la ruta del sol
antigua y ambigua
ubicada en un cateto de azúcar y sangre
puerta de jade por donde penetraron los caballos apocalípticos
a perforar con sus arcabuces la tierna inocencia de los taínos

12-Mis manos dibujan lirios de agua en los murales imaginarios de tu alma
y en la profundidad de los sueños se desnudan las palabras en la voz del deseo

Hace tiempo la sueño
vestida de luna en su desnudez
dejando sus huellas sobre las alfombras nocturnas del tiempo
alejándose para siempre entre las luces y las sombras
de la ciudad agrietada por la ausencia
hacia los antiguos suburbios del alba

Domingo Acevedo.


POEMAS 2010

1-Detrás de lo espejos de tu alma
un fantasma en su eternidad agoniza
2010


2-De tus labios enrededado en el viento
un relámpago de mariposas
perfuma de colores la distancia
2010


3-Es una mariposa perdida en tu voz
el otoño
2010


3-Ebria de soledad y ausencia
hace surcos de agua en tu ombligo
la luna
2010


4-Trébol de agua
el sonido de la sangre
se ahueca en la mirada del viento
2010


5-Son tus senos
dos tibias paloma que anidan en mis manos
2010


Desnudo la soledad
beso el silencio
abrazo la ausencia
hago el amor a la quimera
tan distante
2010


6-Canta el viento con su voz mineral
la quimera del tiempo
2010


7-Es un espejo donde el viento se mira y rejuvenece
la distancia
2010


8-Un pájaro herido por la ausencia
el horizonte
2010


9-También sueñan como los Ángeles
las nubes
2010


10-En la mirada de la ausencia palpita el olvido


11-Con su voz desnuda
en el hondo silencio del tiempo
canta la tambora
su origen
2010



Caracol perdido en los latidos del viento
en su lentitud el tiempo no tiene prisa
y en el pulso del agua
la luz de la luna tritura las sombras de la tarde
cuando por el sendero
la noche lo arropa en sus sábana de terciopelo
y en el sueño
el silencio roba la claridad al día
para ponerla en sus ojos
2010


QUIMERA DISTANTE.


Habitas en mis sueños
corres desnuda por los pasillos de mi alma
hasta las imaginarias habitaciones del alba
en donde te quedas para siempre en mi voz
mi voz que construye para ti un mundo de fantasía
quimera distante
flor de los Andes
ángel de tentación
mujer que traspasa el tiempo y la distancia
y se pierde entre las luces y la fantasía de la ciudad
busca entre los túneles de la noche un poco de amor
2010



ÁRBOL DE SOMBRAS

Hace tiempo te esperaba
llegaste dormida en la luz de un relámpago
arropada en los sueños
vestida de silencio
descalza sobre la transparencia de mi voz
dejando tus huellas entre mis ojos
que te tocan
que te desnudan
que te acarician el pubis
que trepan hasta la cúspide imaginaria del placer
que se ahondan hasta el orgasmo en tu sexo
mis ojos que tejen en tu piel un vestido de música y flores
donde el alba es una luz que se desgrana en los latidos de la pasión
tu piel que deja entre mis manos el dulce sonido de tu aroma
que en la ausencia se deshoja en la tentación de lo prohibido
tu cuerpo desnudo lo dibujo en el nocturno lienzo del insomnio
y pongo dos alas en tu espalda
cierro los ojos
y estás a mi lado
aunque hace tiempo te alejas entre las brumas de la ausencia y el olvido
es allá
en los ignotos paraje de los recuerdos
donde esta amor como un árbol de sombras
germina
crece
2010



ESPEJISMO DE LUNA LLENA.


En mi voz
tus senos resplandecen como el agua
bajo la luz de la luna
dos alas crecen en tu espalda
la noche es una flor que en tu piel renueva sus pétalos minerales
y en la vaguedad infinita de tus ojos
el mar pinta de pájaros azulmarinos el horizonte
temblor del viento detrás de los espejos aterciopelado de la alborada
libélula de cristal atrapada en los contornos luminosos de tus fantasías
y en la voz del deseo
dos tatuajes de sal se desnudan a la pasión
templos de leche
colinas de nata
pirámides de azúcar
amanece en tu mirada un sol ebrio de eternidad
y la luz
como un ángel de cristal líquido
danza en los límite de tu desnudez y se aleja
y junto a un camino de estrellas
en su génesis de humedad
el rocío se desvanece
y entre tus piernas
en noches de olvido y hastío
el fuego consume sueños placeres
tentación de lo infinito es el pecado de amar lo prohibido
torres de algodón
hondura de la nada es la distancia
que naufraga en la pesadumbre de la ausencia
canto de sirena
tibios pezones de miel
tu desnudez
ondula en mis recuerdos
como un espejismo de luna llena
2010



PENSARTE TAN DISTANTE.

Pensarte tan distante
sentada en un trono de ámbar
mujer que habitas en mis sueños
equidistante de la ternura y la pasión
retenida entre las brumas del alba
diosa primaveral
enredadera luminosa que trepa por las paredes de mi voz
canto de amor
unicornio de cristal bajo las lunas de abril
estrella de azúcar derretida en la frente del horizonte
largo suspiro del mar que salpica de salitre las ciudades
atrapadas en la fantasía del neón
por sus calles de hastío
un fantasma herido por el tiempo
pregunta tu nombre a pálidos transeúntes
atrapado entre los espejos del olvido
2010



Haití


Grito que desgarra la inocencia rota por el dolor
voces atrapadas bajos los escombro del llanto
ciudades incineradas
cuerpos mutilados
cadáveres atrapados en las enredaderas del viento
y detrás de los párpados heridos de la noche
la multitud azorada no despierta del horror
escarba entre los escombros
busca entre las cenizas un suspiro
hálito de vida
luz que palpita en la oscuridad de los días pasajeros
en la esperanza atrapada bajo los escombros
en las manos solidarias que remueven las piedras
buscando encontrar bajo las ruinas de la sangre
el corazón herido de la luz
2010



PERGAMINO DE LÁGRIMAS

Mi voz dibuja en un pergamino de lágrimas
un lejano horizonte de caña y sangre
en donde el tiempo acumula
en un rincón de mi alma
voces quebradas por el látigo
2010

BARCOS NEGREROS


En su itinerario de horror
barcos negreros vomitan cadáveres en una mar de topacio
anidan en el viento voces quebradas por el látigo
trapiche oxidado por un dolor ancestral
areito fúnebre
batey desolado
aluvión sangriento
sudor que al tocar la tierra se convierte en sangre
miradas de sal derretidas por el sol
cadenas que atan a la quimera al canto de las luciérnagas
luna de que todas las noches llora sobre las ceibas
caminos de luto y gloria
cruces clavadas en el útero de la inocencia
corazas plateadas en donde se enseñorea la muerte
pasos que se pierden entre las sombras en donde se cobijan los sueños
pechos reventados por un rayo carnívoro
grito diluido en la memoria de una raza que se extinguió en su heroísmo
llora el tiempo en el pecho de la noche que el viento enlutece
isla perdida en la ruta del sol
antigua y ambigua
ubicada en un cateto de azúcar y sangre
puerta de jade por donde penetraron los caballos apocalípticos
a perforar con sus arcabuces la tierna inocencia de los taínos
2010

12-Mis manos dibujan lirios de agua en los murales imaginarios de tu alma
y en la profundidad de los sueños se desnudan las palabras en la voz del deseo
2010

Hace tiempo la sueño
vestida de luna en su desnudez
dejando sus huellas sobre las alfombras nocturnas del tiempo
alejándose para siempre entre las luces y las sombras
de la ciudad agrietada por la ausencia
hacia los antiguos suburbios del alba
2010


Una gota de sombra en la distancia
es la tarde
2010


Atardece
mayo agoniza
llovizna
Los flamboyanes sueñan


Julio 2010


TRAMPA ANCESTRAL

Pedazos de luna derritiendo entre los espejos de las madrugadas
espada vencida por la gloria
relámpago anfibio
torbellino de luz
tres naves carnívoras navegando entre la bruma de agosto
hacia las luces y las sombras de octubre
boca llena de una luz mineral
trampa ancestral
junto al sendero del ocaso un lirio resplandece
sonidos de tamboras en la voz destemplada del viento
trapiche desolado
cañaveral ensangrentado por un sonido de cadenas rotas
danza victoriosa
litoral de cenizas
lágrimas de cera en los ojos de la quimera
y más allá del resplandor amarillo de las olas que iluminan el amanecer
cadáveres mutilados chorrean sangre sobre los pergaminos de la historia


2010


Hay mariposas flotando en mi voz
un ángel asoma a la ventana
y mira a través de mis ojos
como los barcos anclados en el mar
se van esfumando en la noche
2010


Esos truenos lejanos y sombríos
anuncian que mayo está cerca
que las lluvias cubrirán de sombras la tierra
que los caminos entre mis ojos
se llenarán de lirios y espejos
2010

Nací un día de otoño,
cuando los soles eclipsados de noviembre
emergían despacio en las aguas cenagosas
del amanecer.
2010


Esta tarde de invierno pájaros de oro
migran hacia los oscuros rincones del agua
2010


Más allá del bohío
el olor vegetal de los hornos
evidencia que el hambre ronda los días
2010


Un ángel herido por un rayo de eternidad
solloza en brazos de la quimera
2010



SUSURRO IMAGINARIO


Copos de sombras manchan de ausencia el olvido
la voz empañada por el limo verde del ocio
es apenas un susurro imaginario
que se pierde en la noche


ANAQUELES DEL ALMA


Mis padres en un éxodo interminable
poblaron las lluviosas regiones del sur
de ellos conservo en los anaqueles de mi alma
las cadenas que ataron su origen al olvido
los recuerdo en las tardes mirando el horizonte
buscando entre las sombras de la tarde
el sonido de alguna tambora lejana
nunca fueron felices
toda mi alegría es la tristeza que de ellos heredé
y en algún rincón de mi alma
la abuela mamá tita todavía recolecta
los residuos perdido de su pasado
la lluvia como siempre
va dejando huellas de sal sobre las paredes del silencio
teje mantos de sombras con los que se arropa la soledad
y aprisiona en las claras habitaciones del agua
la alegría de ese niño
que detrás de los espejos de mis ojos
no deja de llorar




DETRÁS DEL ESPEJO


Detrás del espejo duerme un fantasma
en sus ojos la luz pelea contra las sombras
por eso es que la habitación se ilumina de mariposas
que traspasan las paredes de la noche
hasta diluirse en la distancia
que va de los sueños al amanecer

CON ALAS EN LA ESPALDA


Ese niño con alas en la espalda
y el cielo en la mirada
que todas las tardes como testimonio de su breve edad
me trae en su voz de pájaro
un ramillete de flores silvestres
tiene en la sonrisa
alegre la mirada
y un corazón de azúcar derretido en mis palabras
tierna la azucena en sus manos
como un relámpago perfuma el sendero
por donde sus pasos se alejan del ocaso a la aurora
a iluminar de ternura mi alma


A Guaroa Acevedo mi hijo.


Sobre Palestina
pájaros fúnebres
danza la muerte

ESPECTADORES DEL ALBA


Me abruma la terca agonía
de los indigentes de la zona colonial
residentes permanentes de las sombras
efímeros inquilinos de las frías madrugadas de enero
invisibles espectadores del alba
van dejando por donde pasan
el aroma inconfundible del hambre
pasajeros de un tren sin destino
son víctimas de una sociedad
que en grandes vasijas de plata
lava con sangre sus manos
ignorados transeúntes de calles heridas
por cinco mil años ausencia
cómplices de las prostitutas del conde peatonal
bohemios del rocío y el salitre
aventureros insomnes de la miseria
lunáticos mutantes de la desdicha
que en la Duarte
frente al parque de las palomas
se desnudan y danzan hasta morir



ARBOL SIN MEMORIA


Manuel
no fue más que un niño endeble y solitario
que tenía la piel del color del camino real
la mirada llena de pájaros azules que picoteaban el alma de la ninfas del bosque
que defecaba flores en los huecos de las carboneras que hacía con sus manos escuálidas
que corría por los caminos grises del invierno
tratando de encontrar en los sueños
los parajes imposibles de la fantasía
su voz tierna como el canto de los ruiseñores
pintaba de mariposas las paredes de las tardes primaverales
y su desnudez la ondeaba el viento más allá de los días lluviosos de mayo
en que la alegría sucumbía al hambre

a veces lo encontraba solitario en las lejanas regiones del rocío
navegando a la deriva en un océano de celias tatuadas en el viento frío del amanecer
lo llamaba
volteaba el rostro
y me arropaba en el lienzo azul triste de su mirada
corría hacia mis brazos
y me abrazaba por largo rato
sentía como su piel afiebrada se derretía en mi piel
luego nos íbamos a los potreros del tío Alberto
atravesábamos los conucos del abuelo Ismael
jugábamos con el viento
hablamos con los pájaros
corríamos felices por las praderas infinitas del medio día
hasta terminar exhaustos debajo de un árbol sin memoria
a veces en el azul más limpio de su inocencia se quedaba dormido
lo veía moverse inquieto
temblar
sonreír
cuando despertaba me contaba que había estado en un hermoso lugar
donde seres luminosos con alas en la espalda jugaban con él
que les dijeron
que pronto estaría con ellos
y que ya nunca más sentiría hambre
ni frío
ni soledad


Manuel
No tuvo más escuela que su corta vida
Sus nueve años sin historia y sin ninguna procedencia


hoy que lo encontré dormido en una carbonera
arropado en su soledad
acurrucado en la nada
me deslumbró su recuerdo
descalzo
semidesnudo
sonriendo siempre
con su tristeza a cuesta
solitario
buscando entre los cubículos del hambre
un poco de agua
una fruta de lastima
un pedazo de pan


en las noches cuando se le hacía tarde
le suplicaba que se quedara con nosotros
no aceptaba
me miraba con toda su ternura acumulada entre sus manos
y se despedía de mí con un abrazo de eternidad
y se alejaba entre las sombras hacia ninguna parte
me quedaba junto al camino abrumado
por una inexplicable sensación de soledad
hasta que él se desvanecía en la distancia


con Manuel compartí la sed
el hambre
la pobreza
el frío
y la desnudez
y sobre todo la alegría infantil de correr
por los bosques memorables de la fantasía y los sueños

Manuel
nunca me dijo donde vivía
cuando le preguntaba
me señalaba con insistencia un lugar perdido en su memoria infantil
el cual yo no vería
ni encontraría
porque ese lugar sólo existía en el deseo que él tenía de tener un hogar

cuando le decía que quería ir a su casa
conocer a sus padres
me miraba azorado
y se alejaba huyendo
ondeando su desnudez en el viento
escurriéndose en los latidos del bosque


ahora que Manuel está muerto
hemos buscado por todas partes su hogar
y sólo hemos encontrado debajo de un gran árbol sin memoria
un lecho de flores y cenizas
donde Manuel todas las noches en su soledad moría de frío y ausencia

Domingo Acevedo

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